El Real Valladolid cierra la segunda línea del ataque con un jugador de tantas cualidades como incógnitas. Pese a ello, El Pucela no pudo decir no a su ofrecimiento
Por muy completa que estuviera la segunda línea del ataque, que ha podido estar en el Real Valladolid, un buen jugador nunca sobra y más si éste llega desde las pretensiones y con los objetivos de Leo Suárez. Enes Ünal no ha llegado sólo desde el Estadio de la Cerámica ya que con él lo hace un jugador talentoso, vertical y dinámico. Este atacante argentino llega al Estadio José Zorrilla marcado por una lesión de rodilla hace pocos meses y con una humilde pretensión de juego. Suárez quiere crecer de blanquivioleta y volver al camino que parecía tener antes de llegar a España. Ni el argentino ni el Villarreal CF exigen un rol destacado para él. Buscan su crecimiento y su maduración y ante esta oferta, Miguel Ángel Gómez no pudo decir que no. Aceptó las opciones y alternativas ofensivas y asumió las incógnitas que pueda generar.
· La presentación, en ElDesmarque Valladolid | “¿Quién es, realmente, Leo Suárez?” ·
Una oportunidad
En la búsqueda para cerrar la plantilla cualquier equipo se puede encontrar con una oportunidad. En el rastreo del mercado o en una negociación. Este último punto es el que se puede haber producido entre el Villarreal CF y el Real Valladolid. Ambos conjuntos, sentados y reunidos por Enes Ünal, estrella del nuevo Pucela, vieron que la opción de Leo Suárez podía interesar a las tres partes. Si bien el conjunto amarillo daba salida a un jugador sin hueco en su equipo, el Real Valladolid detallaba su equipo y el jugador, por su parte, daba el salto a Primera división en una oportunidad con poco o nada que perder para todos.
Sin conocer el contenido de la negociación, la situación de Leo Suárez al llegar al vestuario pucelano es la de un futbolista que llega al Estadio José Zorrilla sabiendo de su situación, su rol y su puesto. Leo Suárez es un jugador polivalente, descarado y con un estatus bajo. El hecho de haber jugado en Segunda B, con pequeños destellos en Primera, y llegar a Valladolid tras una lesión de rodilla, le dejan como una oportunidad más dentro del mercado del Real Valladolid sobre el que tan bien se mueve Miguel Ángel Gómez.
La opción de hacerse con un joven talento, con poco desgaste económico, que puede cubrir varias posiciones y que sabe, porque viene informa de tal situación, que, por el momento, es el jugador número 17 o 18 de la plantilla, es una negociación redonda para el Real Valladolid. Los pucelanos salen ganando en esta situación. Se hacen con un gran jugador, redondean la relación con el Villarreal CF y cierran la segunda línea del ataque. Por ello, el complemento de la negociación con ela que llega Enes Ünal al Estadio José Zorrilla es perfecto.
Un atacante completo
En los últimos años se ha ido dando forma al término ‘atacante’. Éste no es sólo un extremo o un segundo punta, es un jugador válido para muchas posiciones del frente ofensivo, incluido el puesto de delantero. Esta demarcación la ostento la pasada temporada Ibán Salvador, por ejemplo. Años atrás era una gran definición para Juan Villar o Jose Arnáiz. De igual forma, esta temporada Ivi López consigue definir muy bien cuál es esta demarcación. Una evolución en el fútbol moderno que para Leo Suárez es perfecta.
El nuevo jugador argentino del Real Valladolid es un futbolista de último cuarto. Se trata de un atacante zurdo, de mucho descaro, personalidad y atrevimiento. En un fútbol en el que el regate y, sobre todo, la conducción se pierden para verla sólo en grandes dominadores del balón, Leo Suárez tiene un gran desparpajo con el balón. Lo coge, lo domina y trabaja con él. Él no quiere aparecer en el juego, busca serlo desde el balón.
Válido para todas las posiciones de ataque y, sobre todo en los costados, Leo Suárez se siente más cómodo en el perfil derecho. Es su posición más natural para mostrar su juego y su estilo. Desde él busca el juego interior y las combinaciones con el punta. Se mueve bien en pocos metros y domina los cambios de ritmo para ser determinante. Se trata de un gran complemento para el ataque pucelano. Un jugador que puede ser diferencial pero que, posiblemente, necesite una gran dosis de confianza, aquélla que le puede faltar tras la lesión de rodilla y que podría no ganar en un rol tan secundario como el que se espera de él sobre el papel.