El Real Valladolid va a cambiar de entrenador esta temporada. Ahora, en dos semanas o dentro de un mes. Luis César Sampedro está sentenciado en el Estadio José Zorrilla. Lo lleva varias semanas pero las últimas victorias del equipo le han mantenido en su puesto. La confianza lleva rota mucho tiempo y es cuestión de tiempo, y de otro varapalo, que el Club decida dar un cambio el equipo. Dicen que las «sensaciones» que deja el equipo no son buenas. Puede ser cierto pero, en realidad, todo viene marcado por los resultados del equipo. Así, lo que desprende el equipo va por el mismo camino que los resultados. Siendo estos muy contrarios a lo que quiere el club, Luis César está fuera porque ya no es el entrenador que necesita el equipo. Ha demostrado que su perfil no es el que necesita el equipo para salir de esta situación a la que se ha llegado.
Más que “sentenciado”
Desde el 11 de enero, como así publiqué en mi videoblog de ElDesmarque Valladolid, tengo claro que Luis César Sampedro está sentenciado en el Real Valladolid. Ciertos resultados y pequeños espejismos en el juego han retrasado esa destitución que tarde o temprano se va a realizar en el Estadio José Zorrilla. A no mucho tardar va a ser una realidad porque se ha perdido la confianza en el preparador. Ya nadie cree en él y no lo hizo, por increíble que parezca, ni cuando ganó (3-2) al líder de la categoría.
No se cree en él, no se cree en su idea y no se valora su trabajo. Con todo, Luis César ya no es visto como es perfil de entrenador que puede ayudar al Real Valladolid a salir del bache. Ya no es el entrenador que necesita el equipo. Él ha demostrado que no lo es. Sigo considerando al gallego como un buen entrenador, los números de su carrera así lo dicen, pero la realidad es que ésta ya no es su lucha.
Con sus ideas, sus virtudes y sus defectos, Luis César no tiene nada de lo que le pueda llevar al Real Valladolid a salir de esta situación. Ha llegado el momento de que salga para que la herida que él no ha sabido cerrar pueda ser curada. No creo que Luis César sea el único culpable de las muchas limitaciones que ha mostrado el equipo pero sí es el único responsable que estas no hayan sido curadas.
Sampedro tiene una idea muy clara de fútbol y de qué es lo que quiere pero su problema ha sido no variar con los resultados obtenidos. Localizados muchos de los problemas del equipo, el gallego no ha cambiado un ápice y, obviamente, la evolución de la temporada ha ido eliminando la confianza sobre él. El fútbol carece de memoria y el entrenador debe renovar la confianza semana a semana con el resultado que obtenga. Perdiendo, nadie cree y jamás obtendrá una buena sensación. Así, Sampedro no gusta, no convence y no ilusiona.
«El Real Valladolid cambiará de entrenador»
Su mensaje no ha calado porque el equipo no ha sido regular en el rendimiento y, por lo tanto, en los resultados. No es cuestión de sensaciones, ni mucho menos. Si algo me está demostrando el fútbol en los últimos años es que las “sensaciones”, y más a estas alturas de la temporada, son secundarias. Partiendo de que éstas son subjetivas, las lecturas de los partidos llegan marcadas sólo por los resultados.
¿Quién de fuera del vestuario tiene buenas “sensaciones” tras sufrir una goleada o tras ser remontado? Nadie, y, curiosamente, son ellos los que toman un gran porcentaje de las decisiones en el fútbol. Con todo, Luis César Sampedro será destituido y lo será por el rendimiento del equipo, aquél que el mismo ya señaló. El equipo, a nivel de resultados y evolución, no está al nivel esperado. Esto, sumado a la poca adaptación que ha tenido sobre la realidad, le ha sentenciado. Encontrando un sustituto y cuadrando los números, muy posiblemente no hará falta esperar a otro traspié del equipo y el Real Valladolid cambiará de entrenador.