Un año más, llegado al 20 de febrero, es momento de celebrar el aniversario de una pequeña porción del Real Valladolid. Una parte blanquivioleta muy personal
Nada va a ser igual que el décimo aniversario. Es imposible. Ya no por ser un número redondo sino por todo lo que había entre manos en aquel momento. Ver ‘cumplir’ años al blog supone mucha satisfacción pero, el año pasado, hacerlo inmerso en la creación del reportaje ‘De Luarca… al cielo’ suponía la confirmación de que todo el trabajo y todas las horas invertidas en esos diez años me habían dado grandes satisfacciones y, desde ese momento, un producto propio de un valor incalculable.
Que el trabajo y la dedicación invertidas en estas líneas me pudieran abrir la puerta de entrevistar a 15 de los protagonistas de aquella inolvidable temporada que, por otro lado, proporcionó la creación de ‘La linterna de Ángel Velasco’, fue un trabajo placentero. Fue más un premio que una dedicación de casi tres meses. Los viajes a San Sebastián, Éibar, Burgos, Hondarribia, Valladolid o Madrid son inolvidables. Lo conseguido en ellos y lo vivido hasta conseguirlos han dejado un poso inolvidable.
Todos ellos merecieron la pena. Recordar aquello fue inolvidable y hacerlo con tu voz y, sobre todo, con tus recursos me generó un placer incalculable. Aquello fue impagable como lo es en muchas ocasiones seguir publicando artículos semanales dentro de este rincón que es mio. Era únicamente mio pero han sido y son muchos los que permiten que pueda seguir creciendo y viviendo.
¿Qué sería de LAV sin esta ‘ampliación’? La ayuda de Javier Barrocal y Javier Valverde ha sido capital desde el primer día. La aparición de Enrique Álvarez en un inicio y, después, de Víctor Jimeno ha dado un plus que quiere contribuir al Real Valladolid desde la lejanía. No es fácil. Son muchas las paredes que uno puede encontrar pero, a su vez muchos los apoyos que se reciben. Resulta muy gratificante.
Gratificante día a día
En el fútbol, como en la vida, no se vive sólo de los grandes días. Se crece diariamente. Ver avanzar la semana con artículos ya escritos o aquellos diseñados que quedan por escribir, vale mucho la pena. Es por ello que quise siempre ser periodista y, por ello, por lo que sigo peleando todas las semanas. No quiero que mi opinión sea la única pero sí busco que mi versión de los hechos quede reflejada.
Aún recuerdo las palabras de la profesora que me instó a hacerme el blog hace ya 11 años. «Es una forma de dejar vuestro legado; vuestra opinión. El periodismo no consiste en ser protagonista pero sí opinar sobre ellos». Por ello, y manteniendo lo que he dicho siempre de que los protagonistas de una gran parte de mi vida son el fútbol y el Real Valladolid, puedo asegurar que escribir semanalmente en estas líneas me hace feliz. «No me da de comer pero me alimenta la vida», y tanto que me la alimenta.
LAV lleva ya 11 años haciéndolo desde una versión periodística y lo hace gracias, también, a aquellos que diariamente me leen, me valoran y me dan su opinión desde las diferentes redes sociales. Ese placer del debate supera ya la década… ¡Y que dure muchos más años!