Un tanto de Óscar Plano en los instantes finales del partido, tras una gran asistencia de Jaime Mata, autor de los otros dos goles, valió para que el Real Valladolid consiguiera tres puntos ante el líder de la categoría. La victoria del Pucela ante la Sociedad Deportiva Huesca no ha sido suficiente. El momento de Luis César Sampedro le lleva a ser analizado no sólo por victorias sino, también, por cómo se consiguen. Ver remontada una renta de dos goles por un equipo en inferioridad y la dificultad que tuvo el equipo para ganar en una desastrosa segunda parte, dejan al míster al borde de un precipicio al que no llegará, única y exclusivamente, por el hecho de haber firmado una victoria en la última jornada.
Vertical, incisivo e ilusionante
Qué mejor forma de terminar la primera parte de la que tuvo el Real Valladolid. Con una renta de dos goles, anotados por Jaime Mata, y con un jugador más sobre el campo. El descanso del partido ante el líder de la categoría dejaba a un Pucela muy superior a su rival. Los de Luis César Sampedro asumían la oportunidad a la que se enfrentaban. Tras perder (1-0) en Granada, los pucelanos no podían fallar otra vez. Debían buscar la victoria ante el equipo oscense para mandar un mensaje a la competición, como así ocurría en la primera parte.
El buen estado de forma de Jaime Mata, el desequilibrio de Javier Ontiveros, la profundidad de Antoñito Regal, el empuje de Giannis Gianniotas… Todos sumaba para que el Real Valladolid fuera muy superior a un rival que parecía sentenciado. Lejos de los registros esperados, la Sociedad Deportiva Huesca no asustó al Real Valladolid en ningún momento. Por empuje blanquivioleta estaba fuera del duelo y seria por la disminución de esa fuerza local por la que la victoria pucelana costaría tanto y por la que Luis César Sampedro no consiguió, una vez más, la aprobación del Estadio José Zorrilla.
Salvados por Mata
Tras ver los primeros 45 minutos, nadie podría imaginar que el Real Valladolid tuviera que recurrir, nuevamente, a Jaime Mata y hacerlo en los últimos instantes del partido, como así fue. La brillante asistencia del ‘9’ para el tanto de Óscar Plano salvó al equipo y, por consiguiente, a Luis César. El gallego estaba sentenciado antes del tercer tanto blanquivioleta por la debilidad pucelana para solventar los problemas que se fue encontrando por el camino. Un tanto de rebote y un penalti absurdo de Kiko Olivas llevaron el empate. Fueron dos jugadas casi aisladas pero dos detalles que mostraron el poco convencimiento del Real Valladolid en el segundo acto.
Desde fuera, y sólo desde fuera, se vio a un Real Valladolid totalmente convencido de la victoria. Confiado en ella, olvidó muchos de los conceptos ofensivos a los que estaba exigido el equipo. Perdiendo el rumbo del partido, el Real Valladolid comenzó a sufrir, primero, a encajar, después, para así, terminar viendo peligrar el partido.
· El análisis individual de la victoria ante la SD Huesca, para ElDesmarque Valladolid ·
Como en toda la temporada, Jaime Mata salió al rescate. Una jugada brillante, llena de calidad y decisión, llevó el partido a la balanza pucelana sobre el líder. Con todo, la sensación era de derrota. Como casi nunca se recuerda, el Real Valladolid supera a un rival superior en la clasificación pero la realidad no invita al optimismo. La victoria sobre un equipo que no había perdido en las últimas diez jornadas y que había sumado cinco victorias de forma consecutiva no valía. La sensación era de derrota. En definitiva, vienen curvas en las próximas semanas. La mínima ‘salida’ terminará con Luis César Sampedro.