Con la lesión de Deivid Rodríguez, todas las miradas del Real Valladolid se centran en Fernando Calero. El ‘5’ blanquivioleta tiene ante él la oportunidad que siempre soñó
13 de febrero de 2018 | “El Real Valladolid siempre ha estado desprotegido”
La lesión de Deivid Rodríguez ha dejado al Real Valladolid con sólo dos centrales puros. Kiko Olivas y Fernando Calero son los nombres más destacados de la actualidad blanquivioleta. Con ambos, Luis César Sampedro se va a jugar la temporada. Ésta es una gran oportunidad para ambos. Para el de Antequera lo es por la opción de demostrar todas aquellas cualidades que le llevaron a ser un central muy reputado en la categoría, mientras que, en el caso del de Boecillo, lo es por la inmejorable oportunidad que tiene ante sí. El ‘5’, que acumula minutos en los últimos cinco partidos ligueros, disfrutará de aquel sueño que siempre quiso vivir y es, por ello, el nombre más comentado en la última semana en el seno del Estadio José Zorrilla.
Con contrato hasta el año 2021, Calero es una importante apuesta del club blanquivioleta. Se cree en él y se ha apostado mucho por unir su futuro con el del Club. Ahora le llega el momento de demostrarlo. Contando sus oportunidades hasta la fecha por fracciones muy determinadas de juego, la lesión de Deivid deja la oportunidad de poder verle en acción en un tiempo medianamente largo.
Luis César Sampedro le ha confirmado en el puesto por lo que el canterano blanquivioleta podrá demostrar todo de lo que es capaz en una oportunidad amplia y contrastada. Es decir, aquélla que rehúye todos los condicionantes unidos a la exigencia inmediata y a los resultados contrastados en las primeras semanas.
Necesaria oportunidad
En tiempo de crisis, como el que vive el Real Valladolid a nivel defensivo, cualquier circunstancia que se produce es, pensándolo en frío, una buena oportunidad. Ver la situación en la que queda el conjunto blanquivioleta invita, ahora, a ponerse en lo peor. Es lógico. La situación es similar a la temporada pasada cuando Igor Lichnovsky estaba concentrado con Chile y Rafa López, lesionado. Es cierto que aquel era un ‘parche’ para mucho menos tiempo que el actual pero el respeto que generaba en el entorno blanquivioleta la unión de Alberto Guitián y Álex Pérez es similar a la situación que se vive actualmente
En aquel momento se tuvo que dar confianza al trabajo de Braulio Vázquez. Paco Herrera no había contado con ninguno de los actuales jugadores del Sporting de Gijón pero el tiempo demostró por qué ambos estaban en la plantilla. Ahora, la falta de confianza es, a grandes rasgos, diferente pero en muchos puntos, similar.
Supuestamente se creía en Fernando Calero y se confiaba en Kiko Olivas. Repito: supuestamente. Se quería que ambos fueran importantes pero como aún no lo han sido, las dudas han crecido en el ambiente. Ese poco bagaje hace que el de Boecillo sea el protagonista de la semana. Por ilusión ante la oportunidad que va a vivir pero, también, por escepticismo del peso que debe asumir, hecho que confirma esa sensación de que la ilusión inicial sobre él era de que tuviera un puesto en el equipo, no en el once titular.