El Real Valladolid necesitaba reforzarse con velocidad, desparpajo y juego eléctrico en la zona de ataque y, por ello, incorpora a un talento por educar y recuperar
La zona del ataque había quedado muy coja. Demasiado. Las diferentes salidas del mercado invernal obligaban a que el Real Valladolid pusiera el ojo en el mercado para encontrar a un jugador de segunda línea y variantes que ofreciera alternativas a Luis César Sampedro. Esa polivalencia que tanto se busca en el Estadio José Zorrilla, pero que se ha descartado en Ibán Salvador, se ha encontrado en Javier Ontiveros. Este polivalente atacante marbellí de 20 años llega procedente del Málaga CF y es visto, a nivel nacional, como una de las mayores promesas y talentos del fútbol español. Con esos rasgos parece difícil que llegase a Valladolid pero su situación personal y los acontecimientos vividos en el últimos mes obligaban a una salida de la que se ha sabido aprovechar el Real Valladolid para hacerse por cinco meses con un jugador diferente pero, a su vez, un futbolista que se debe recuperar en confianza y educar en muchos matices.
· La presentación, en ElDesmarque Valladolid | “¿Quién es, realmente, Javi Ontiveros?” ·
Te preguntas por qué
Todo lo que ofrece Javier Ontiveros es positivo. Se trata de un jugador que, en el terreno de juego, es una delicia. Un futbolista de calidad, de gran golpeo, de variantes y con ese fútbol que tanto necesita el Real Valladolid. En un estilo de ataque posicional, tener un jugador eléctrico de grandes movimientos y que mantiene, siempre, una visión ofensiva es determinante. ¿Por qué Ludovic Giuly fue tan determinante en su etapa en el Fútbol Club Barcelona? Porque siempre trabajaba para llegar al área rival. Miraba siempre hacia la portería.
Así, Javier Ontiveros, que viene a hacerse con el puesto de Ibán Salvador, cumple a la perfección lo que necesita Luis César Sampedro. Inicialmente, su puesto es en el carril diestro, por delante del lateral. Ahí, la competencia es dura. Pablo Hervías y Giannis Gianniotas cubren la posición. Por ello, y viendo cómo está jugando, ahora, el Real Valladolid, su puesto puede estar más en el otro costado. Ofreciendo un fútbol muy diferente al de Óscar Plano, el cuarto fichaje invernal del Real Valladolid ofrece claridad en las transiciones, juego interior muy vertical y posibilidad de terminar muchas jugadas. Salvando muchos matices, Ontiveros puede cumplir el rol de Jose Arnáiz la temporada pasada cuando Paco Herrera decidió jugar con extremos.
Técnica para controlar, opción de dejar el carril exterior para el lateral, del perfil que tiene el Pucela con Nacho Martínez y, ahora, también con Borja Herrera, y variantes para ofrecer el disparo o una construcción que le deja la oportunidad de llegar al área y buscar el remate. De golpe diestro, Javier Ontiveros no llega a Valladolid por las múltiples opciones de juego y variantes que ofrece sino por la oportunidad que le muestra la entidad pucelana y que tanto él necesita.
¿Cómo está?
El fútbol de Ontiveros es de Primera división. Un jugador que es diferente, que tiene mucha calidad, que ofrece muchas variantes en el terreno de juego y que es de la casa y de Málaga ha tenido que salir del Estadio de La Rosaleda. Necesitaba ‘huir’. Lo ha tenido que hacer porque pedía aire. El peor Málaga CF de los últimos años no necesitaba a Ontiveros para salir de la delicada situación en la que se encuentra. Por ello, lo importante del nuevo jugador del Real Valladolid no es evaluar cómo es realmente sino saber cómo está. Ahora mismo influye mucho más el cómo que el qué para visualizar qué puede ofrecer a corto plazo.
El jugador llega al Estadio José Zorrilla demandando todo lo que ha perdido en casa. La situación era límite. Apartado del grupo por Míchel González, decisión que aprobó el club, y sin contar con minutos para José González, Ontiveros debía salir. O cambiar de aires o, posiblemente, perder mucho de su potencial. Dicen que un cambio de aires es, en muchas ocasiones, mejor que un descanso y el marbellí lo acepta. Llega a Valladolid con cierta exigencia pero olvidando todo lo vivido en los últimos meses.
Miguel Ángel Gómez, que le ha definido como un “lujo” para este proyecto, supo entender qué es lo que necesitaba el futbolista. La tranquilidad diaria de Valladolid pero la exigencia dura del objetivo marcado pueden hacer crecer a un jugador que no hará carrera de blanquivioleta pero que este paso le puede servir para relanzar sus opciones y recordar todo aquello que le hizo ser el protegido de La Rosaleda. Esa ambición para volver a Málaga es el punto sobre el que el Pucela quiere obtener rendimiento en su fichaje más ilusionante.
