Resultó muy llamativo ver a Ibán Salvador fuera de las convocatorias tras Pamplona y más lo ha sido ver que el Real Valladolid se ha desprendido de él este invierno
25 noviembre 2016 | «¡No matemos a Ibán Salvador por sus altibajos!»
Es cierto que Ibán Salvador había perdido claridad y rendimiento en las últimas semanas. Es imposible negar que el jugador ya no era el mismo de antes. Estas últimas jornadas, Ibán había perdido ‘chispa’. Ese fútbol dinámico, vertical y eléctrico que le caracteriza había desaparecido de su juego. Por consiguiente, había perdido la titularidad. Parecía algo pasajero, un rasgo propio de su juego. De la misma forma que la había perdido, podía recuperarla. Era una opción y, de hacerlo, se volvería a convertir en una variante muy importante para Luis César Sampedro. Parecía imposible que el Pucela se desprendiera de un jugador con más de 1.100 minutos, pero no ha sido así. El fútbol, en muchas ocasiones, supera todas las suposiciones.

Ibán no va a volver a ser el mismo, al menos en el Real Valladolid. Su salida a la Cultural y Deportiva Leonesa en este mercado de invierno es, posiblemente, su despedida definitiva del club blanquivioleta. Si es verdad que hace un año, sí necesitaba una salida como ésta para salir del ‘encierro’ que vivía con Paco Herrera, ahora todo era diferente. El jugador tenía una base sobre la que trabajar. A nivel exterior no había nada que hiciera pensar que el ’24’ no pudiera volver a ser el jugador del inicio de temporada. Nada. A nivel interno, quizás sí y es, por ello, por lo que estoy convencido que sobre Ibán nos hemos ‘perdido’ algo muy importante.
Sin argumentos
Antes de ver el desenlace de esta situación, Luis César Sampedro fue cuestionado por Ibán en la previa al empate (0-0) ante el Club Deportivo Tenerife. El entrenador gallego fue sincero pero, a su vez, se quedó sin argumentos. Es imposible comprar las justificaciones que él hizo. Sinceramente. «Lo han quitado otro jugadores del equipo porque capto en ellos que me pueden ayudar más que él. Al principio pensaba que tenía que estar en el once pero hay variables que nos han llevado a que cuente poco con él». Sampedro argumentaba así no contar con un jugador «polivalente», como él mismo lo definió.
Obviamente, el míster tendrá sus motivos para no contar con él. Puede haber perdido el puesto, sí, pero hacerlo no es sinónimo de ser traspasado. Perder a Ibán es un golpe duro sobre la línea de flotación del equipo y el Club. Despreciar, nuevamente, un activo de valor de la entidad no tiene justificación. Ese perfil que tanto defiende Miguel Ángel Gómez a la hora de presentar un jugador lo cumple Ibán. Es joven, con margen de mejora y polivalente en el terreno de juego. En definitiva, un activo de futuro que se ha cortado en el Estadio José Zorrilla porque, ahora, no está para ser titular. Esa razón vendida al exterior que carece de argumentos.