El Real Valladolid se hace, por fin, con el ansiado lateral zurdo con la llegada de Borja Herrera, cedido por seis meses desde la UD Las Palmas, en una llamativa operación
No había lateral izquierdo en el Real Valladolid. Al menos con Luis César Sampedro en el banquillo. Ver a Javi Moyano como ‘3’ y a Nacho Martínez en la grada o en el banquillo es muy llamativo. Sin Ángel García, ya en la Cultural y Deportiva Leonesa, el Pucela necesitaba un lateral zurdo. Antes, incluso, de la marcha del madrileño a León. Ese jugador, por fin, ha llegado con la incorporación de Boja Herrera. Este grancanario de 25 años llega al Estadio José Zorrilla cedido por cinco meses en una operación llamativa se mire por donde se mire. El jugador terminará su vinculación con la UD Las Palmas en esta cesión, un fichaje que no cumple los registros esperados por el Real Valladolid a la hora de firmar un jugador para este lateral tan problemático en los últimos años. Se espera experiencia y un rendimiento inmediato y llega todo lo contrario.
· La presentación, en ElDesmarque Valladolid | “¿Quién es, realmente, Borja Herrera?” ·
Llamativa incorporación
Recuerdo hace unos años a un jugador profesional de fútbol asegurar que “de lateral puede jugar cualquiera”. Aún era joven y, por supuesto, no pensaba como ahora. Esa frase me quedó grabada y, ahora, tras ver todo lo que ha ocurrido en el Real Valladolid en los últimos años la recuerdo con más frecuencia. En el Estadio José Zorrilla han existido muchos problemas en las últimas temporadas con los laterales. Desde Mario Hermoso, en el Pucela no se vive con tranquilidad y se trabaja por colocar parches en una demarcación que es vital dentro del fútbol moderno que se vive actualmente.
Esta campaña las dudas y las incógnitas sobre el rendimiento de un lateral se han multiplicado en el seno blanquivioleta. Lo vivido con el lateral zurdo ha terminado con la marcha de Ángel García y la sentencia de Nacho Martínez. Con todo, Javi Moyano ha estado haciendo las veces de lateral zurdo. Todo hasta llegar al mercado de invierno y dar con una solución. Se trata de una decisión muy llamativa porque el fichaje realizado por Miguel Ángel Gómez cumple más el perfil de fichaje veraniego que de invernal.
Obviamente, hablar de Borja Herrera no es hacerlo de la primera ni de la segunda opción del Club para el lateral zurdo pero es, finalmente, por la que se ha decidido el Real Valladolid. Hablar del jugador grancanario es hacerlo de un futbolista de potencial, de calidad y de contenido ofensivo pero, dado el momento en el que llega, se trata de una incorporación sorprendente. El mercado de invierno está para detallar y reforzar al equipo. Darle todo aquello que no tiene o lo que no se ha conseguido encontrar con las incorporaciones de verano. En enero, los fichajes deben aportar un rendimiento inmediato. Ser contrastados y firmar bajo una previsión segura.
Pensando en posibles jugadores que podían llegar a Valladolid, el abanico era alto pero el perfil muy concreto. Nikos Karampelas, lateral griego que llegó a Valladolid en 2016 para acompañar a Mario Hermoso, era un buen perfil. Experimentado, con más de 30 años y conocedor de muchas de las circunstancias que podía vivir. El heleno no fue un gran fichaje. Ni tan siquiera se le renovó para la siguiente temporada pero sabía dónde llegaba y que tenía que hacer. Borja Herrera, por el contrario, es una incógnita en su rendimiento y en saber qué puede ofrecer y cómo puede responder ante lo que se encuentre. Su bagaje es de poco más de 200 minutos en la élite y apenas 1.100 en Segunda división B.
Un jugador de cualidades
Con 25 años, la realidad del nuevo jugador del Real Valladolid es que hace un año estaba jugando en la Tercera división canaria. No es una crítica y, ni mucho menos, un desprecio. Es una realidad de un jugador que llega a Valladolid en su gran oportunidad. Es una opción de futuro para un jugador al que se le va a exigir un rendimiento y un acierto inmediato. El Real Valladolid no puede invertir ahora tiempo en dar minutos y oportunidades. El equipo debe exigirse obtener todo los puntos posibles en cada partido.
Es la exigencia del mercado de inverno. Miguel Ángel Gómez lo sabe pero ha apostado por Borja Herrera. Es un jugador sin experiencia pero de grandes cualidades. De la misma forma que se puede dudar de qué puede ofrecer a corto plazo, se puede asegurar que tiene grandes atributos. Es, como digo en ElDesmarque Valladolid, un perfil como Antoñito Regal pero en zurdo.
Se trata de un jugador formado en posiciones ofensivas y que, dada la comodidad de jugar en una categoría inferior a su nivel, dio para variar su posición. En el filial de la UD Las Palmas la exigencia ofensiva es alta. El equipo amarillo pasaba mucho tiempo en campo rival en Tercera y Borja vio retrasada su posición. Su cuerpo espigado le ayuda a tener una buena zancada y llegar con facilidad al área rival.
Así, domina el carril y tiene un buen golpeo. Se trata, sin duda, de un buen jugador. Un futbolista de gran dominio del balón y que llega a Valladolid para eliminar ese miedo que ha mostrado esta temporada al profesionalismo. En las pocas oportunidades vividas esta campaña se ha visto un Borja Herrera cohibido. Un lateral de cualidades y progresión pero marcado por esa poca experiencia y conocimiento del fútbol que se exige a un fichaje inviernal.