El entorno del Estadio José Zorrilla ya se debate entre la salida o no de Luis César Sampedro. Cierto sector cree que el gallego se merece una oportunidad más, posiblemente la última, mientras que otro porcentaje asegura que el entrenador ha cubierto el cupo de los errores y los fracasos con la remontada y derrota (2-3) del Club Deportivo Numancia. A nivel personal no resulta una opinión fácil. De la misma forma que creo que hay suficientes argumentos para creer que el estilo del entrenador, la poca adaptabilidad que éste ha mostrado a la exigencias del equipo y de la temporada y la poca evolución del juego son problemas muy concretos sobre el propio Luis César, considero que el Pucela ya no tiene tiempo para formar un nuevo estilo y que, por lo tanto, el futuro pasa por el entrenador gallego y porque éste subsane todos esos ‘problemas’.
La poca adaptación al Pucela
Tristemente el fútbol son resultados, y más cuando se habla de fútbol profesional. Ahora todo lo que engloba al Real Valladolid es negativo. Es normal. El equipo no está confeccionado para dar por buena la racha de una victoria en diez partidos oficiales ni firmar siete puntos de 24 posibles. Al Real Valladolid se le debe exigir más y, por consiguiente, a Luis César Sampedro se le pide más. Es justo hacerlo.
El Real Valladolid no está bien y debe cambiar detalles de su juego. La mala racha lleva a dudar del estilo y, posiblemente, un poco al revés. Las formas llevan a los resultados. Por ello el señalado es Luis César Sampedro. El entrenador blanquivioleta está siendo muy cuestionado en el entorno del Real Valladolid y el debate sobre si debe ser destituido está instalado en el ambiente. Ya son una realidad las dudas sobre el experimentado preparador. En mi caso, la confianza en él se ha visto mermada, pero no tras la última derrota sino hace semanas tras ver que el equipo no evolucionaba como la competición y el propio equipo exigía.
Lo sucedido desde entonces son consecuencias de la poca adaptabilidad que el propio entrenador gallego está teniendo sobre su equipo, las condiciones de éste y las exigencias que está mostrando la competición. Toda idea de juego en la pretemporada es buena. No tiene errores. En una pizarra todo los sistemas están muy bien adaptados y compenetrados pero, después, a la hora de la verdad, muestran detalles que se deben mejorar. El Real Valladolid no lo ha hecho para seguir perfeccionando la teoría de su estilo. Ahí está el problema de Luis César Sampedro y la muestra de por qué el equipo no evoluciona como debe.
Una idea que necesita retoques
Con todo creo que la idea de este Real Valladolid es buena. Está bien adaptada a la gran mayoría de jugadores que tiene el entrenador y que, con determinados retoques, podría exponer todo el potencial que tiene este vestuario. La plantilla tiene calidad y variantes. Falta potenciarlos para el momento actual que tiene el equipo. Teniendo claro que no apostaría todo a la continuidad de Luis César pero, ni mucho menos, a su salida, considero que la decisión más sencilla y posible actualmente pasa por ver que al gallego en el banquillo pucelano pero adaptándose al equipo que tiene y a las circunstancias que se han generado en él.
La idea blanquivioleta no es mala pero se le debe dar una forma diferente. Debe actualizarse a las exigencias y no a la base. Por ello y al considerar que el Real Valladolid ya no tiene tiempo para dar un giro de timón y crear un nuevo estilo y simplemente esperar que los parches tengan resultado, Luis César Sampedro debe permanecer en el banquillo pucelano, siempre y cuando sepa ver los errores del equipo y entender que en su eliminación está la solución de todos los problemas y no la traición a sus principios.