Real Valladolid 3 – 1 Real Oviedo = Los de Sampedro, por fin, cierran la mala racha
Antes de recibir la visita de los de Juan Antonio Anquela, el Real Valladolid había ganado siete partidos, cinco ligueros y dos coperos. Todos, obviamente, tenían su importancia pero hasta este sábado el Pucela no había firmado una victoria como el que consiguieron los jugadores de Luis César Sampedro. Romper la racha de cinco jornadas consecutivas sin ganar, espantar ciertos fantasmas que había sobre el equipo y volver a pisar las inmediaciones del play-off dejan el duelo como la victoria más importante del año. Da igual cómo. Nadie lo cuestiona. Lo debate pero no lo pone en duda. El Real Valladolid debía ganar al Real Oviedo y lo hizo. Necesita una victoria para creer en el estilo, en el trabajo y romper con el estrés. Dicho y conseguido. Ahora debe comenzar un nuevo Real Valladolid, aquél liberado tras tres puntos determinantes.
· La crónica, realizada para ElDesmarque Valladolid | “Apacigua la tormenta” ·
Frenar fantasmas
En el empate (1-1) ante el Sporting de Gijón demostraba que el Real Valladolid tenía problemas. Debilidades de confianza con su estilo. El equipo de Luis César Sampedro era el peor rival del propio equipo del entrenador gallego. Por todo ello el duelo ante el Real Oviedo no era una “final” para el objetivo pucelano pero lo parecía en el estado anímico y mental de sus jugadores. El Pucela parecía bloqueado en las últimas fechas. Tras cinco jornadas consecutivas sin ganar, los vallisoletanos debían ofrecer una versión resultadista. Ganar o ganar. No había otra oportunidad. El objetivo era claro y la lectura se haría sólo por el marcador.
Los goles de Deivid Rodríguez, Jaime Mata y Míchel Herrero dejaron como inerte en tanto de Miguel Linares. Con tres tantos a favor y sólo uno en contra, el Real Valladolid sumaba la victoria y hacía bueno cualquier análisis. Los blanquivioleta tenían que ganar, y así lo hicieron. Mostraron debilidades, problemas en aspectos del juego ya existentes y deficiencias en ciertos movimientos defensivos. No fue el partido perfecto pero sí el resultado que el equipo necesitaba. Un resumen más que suficiente.
En muchas ocasiones, el estilo debe ser refrendado y pesa más el cómo que el qué. Ganar no es determinante. En esta ocasión, ganar era la única posibilidad y el Real Valladolid lo conseguía. Sumaba tres puntos determinantes y un pequeño éxito que debe dar consistencia al equipo. Con esta victoria el Pucela puede y debe crecer. Se han eliminado fantasmas, se ha frenado la sangría de puntos que había perdido el equipo y, ojalá, se puede haber dado un espaldarazo a la moral de muchos de sus jugadores.
Por el momento no son sólo tres puntos. Es la victoria más importante de la temporada, un partido que debe hacer crecer al Real Valladolid y dejar mostrar a sus futbolistas la calidad, fútbol y cualidades de grupo que poseen. Si el camino es el correcto, Luis César Sampedro valorará esta victoria ante el Real Oviedo como el encuentro que dejó confirmar y exponer todo el fútbol que tiene su equipo pero que, durante varias semanas, estaba taponado. En ese momento, que ojalá pueda llegar, la visita del Real Oviedo al Estadio José Zorrilla será mucho más que la victoria más importante del año. Mucho más.