Son muchas las preguntas que rodean a Anuar Tuhami, y más tras su renovación con el Real Valladolid hasta, como poco, el 2020. ¿Cuántas veces se había ganado el jugador una oportunidad en el primer equipo? ¿En cuántas temporadas tenía más nivel que los compañeros del centro del campo? ¿En cuántas ocasiones había cerrado, por merecimientos, la etapa en el Real Valladolid Promesas? ¿Desde cuándo se lleva siendo injusto con él por no tener la oportunidad que sí tuvo esta temporada ante la Agrupación Deportiva Alcorcón? Todas las respuestas a estas preguntas llevan a asegurar que lo que está viviendo el ceutí en la actualidad es ganado por trabajo, dedicación, constancia y paciencia. Sobre todo, paciencia para llegar a esta oportunidad y consiguiente renovación.
Se lo ha ganado cada domingo pero, sobre todo, cada día y en cada entrenamiento. El actual ’35’ del Real Valladolid siempre se ha llevado elogios de los entrenadores del primer equipo pero nunca ninguno se atrevió a darle una oportunidad larga, consensuada y paciente que sí ha tenido ahora de la mano de Luis César Sampedro. Se la merecía antes porque, como bien decía Paco Herrera, «nadie entrena como Anuar».
Si el fútbol estuviera marcado solamente por los merecimientos diarios y de competición, Anuar acumularía ya decenas de encuentros con el primer equipo pero, por el momento, sólo suma 14, y apenas siendo nueve a nivel liguero. Es una cuestión de roles, estatus y experiencia, no de meritocracia.
El orgullo de ‘sacar’ de la cantera
Anuar no volverá al césped artificial en los Anexos. Ya ha dado el salto. El filial es una etapa pasada gracias a él y en parte a Luis César. Independientemente de cómo termine esta temporada, el gallego tendrá la marca de la apuesta por Anuar. Pese a que Joan Francesc Ferrer, ‘Rubi’, le hiciera debutar en octubre de 2010, Alberto López, un año después, le diera una opción liguera e, incluso, Paco Herrera le utilizara en cuatros encuentros la temporada pasada, la confirmación ha llegado con el actual entrenador del Rea Valladolid.
En un mundo del fútbol en el que el tema de la cantera se centra más en un ego personal y en una cuestión de sacar pecho, Anuar ha sido ‘utilizado’ por el primer equipo. Alberto López le dio sus primeros minutos ligueros pero, días después, era Jorge Juliá el que iba con el primer equipo hasta Tenerife. El año pasado, por ejemplo, Paco Herrera le premiaba más con palabras que con minutos. Su centro del campo estaba cerrado y Anuar no tenía hueco pese a hacerlo bien y merecerlo en el día a día.
El entrenador pacense tenía su grupo para el centro del campo. De igual forma parecía que Luis César Sampedro también lo tenía y que Anuar Tuhami estaba fuera del Nuevo Estadio José Zorrilla pese a ser ‘diferente’. Finalmente sólo parecía que estaba fuera. Desaparecido en el mundo final de la pretemporada, Luis César tuvo que asegurar que contaba con el jugador el 17 de agosto. Ahora, casi cuatro meses después de aquella comparecencia, Anuar renueva su contrato con el Real Valladolid.
Lo hace porque lo merece y porque, por fin, ha podido demostrar sobre el césped del Estadio y no de los Anexos el jugador que es, aquél que todos veían, aquél que todos elogiaban pero no aquél en el que todos quisieron darle una oportunidad de cinco titularidades consecutivas. La ha tenido, la ha aprovechado y el Real Valladolid le ha ofrecido la renovación. ¿Casualidad? No existen muchas en el mundo del fútbol.