El Real Valladolid ha iniciado la temporada con fuerza. Pese a la reciente derrota (1-0) ante la Sociedad Deportiva Huesca, la motivación e ilusión es total tras cinco victorias, un empate y sólo dos derrotas. El principal responsable de toda esta ilusión es Luis César Sampedro, aunque sin olvidar el trabajo de Miguel Ángel Gómez en la confección de la plantilla este pasado verano.
Una idea que ha calado en la plantilla
Pagaría por adentrarme en una charla táctica de Luis César Sampedro para descubrir cómo expresa su idea de fútbol a sus jugadores. Si alguien intenta definir lo que él busca, posiblemente, se decantaría por destacar que saca el balón desde atrás y que busca la posesión para llegar a la portería rival. Analizando los partidos disputados por el Real Valladolid durante la presente campaña su idea es mucho más compleja. De hecho, hasta ahora, practica un fútbol total, con multitud de variantes.
Cuando el rival está colocado, el Pucela realiza una salida de balón desde atrás. La busca con los centrales abiertos, el pivote incrustado y los laterales muy adelantados. Normalmente, la idea es tener el equipo bien unido pero el entrenador gallego busca, en ataque, hacer el campo muy largo para descolocar al rival en su presión, consiguiendo que el rival no tenga las líneas cerca. Así, y superada la primera línea rival, el Real Valladolid busca tener espacios para correr. Fútbol agresivo y directo. Asociamos sacar el balón de atrás con un juego de posesión pero Sampedro utiliza esa técnica, precisamente, para todo lo contrario.
Cuando el equipo rival tiene el balón el Real Valladolid presiona de forma muy agresiva, con el resultado de falta o robo. La idea es clarísima. La intensidad como seña de identidad. La última variante, utilizable ante equipos que esperan más replegados, como Club Deportivo Tenerife o, incluso, el Fútbol Club Barcelona B en la segunda parte, es juego por bandas. Los laterales doblan, los extremos encaran y los centrcampistas llegan al remate. En todo caso, este Real Valladolid siempre tiene mucha gente por delante del balón. ¡Un fútbol total apasionante!
Se encaja muchos goles
Que este Real Valladolid arriesgue tiene su lado negativo, como todo sistema. Pese a ello no detecto tantos problemas defensivos como marcan los goles encajados, influidos por el empate (4-4) ante la Cultural y Deportiva Leonesa. El equipo presiona arriba y en cuanto se ve superado, baja líneas. Deja espacios a la espalda rival para correr. El ataque siempre en la mente de Sampedro. La poca velocidad en el centro de la zaga y la falta de efectivos en la zona central de la media son los puntos débiles del equipo.
Una hipotética falta de coordinación o, quizás, demasiado desgaste físico pueden ser las causas de que los rivales jueguen cómodos en esa zona del campo. No obstante, en general, los partidos se han decantado por el lado blanquivioleta porque se juega a lo que quiere Luis César Sampedro. El Real Valladolid sabe qué quiere y busca esa modalidad de partido. Sabe cómo aprovecharlo.
Plantilla larga y motivada
A principio de curso todo es más fácil. Queda un mundo por delante. Todos se ven con opciones de acabar siendo importantes y luchan por convencer al entrenador. Aún así los partidos demuestran que la demanda del entrenador de tener dos jugadores se ha cumplido y no soóo eso, sino que todos demuestran que pueden ser titulares y rendir al máximo nivel en cualquier competición.
La temporada casi aún no ha empezado. Toca mantener la calma y frenar la euforia, aunque parezca «imposible», ante los buenos resultados y, sobre todo, las buenas impresiones del equipo. Con todo, centrándonos en lo visto, esta plantilla parece estar ganada para la causa y el Real Valladolid demuestra que el rival para ganar a este Pucela va a necesitar hacer muchas cosas bien y depender del mal hacer blanquivioleta, aspecto contrario a lo que se veía en otras temporadas.