Jaime Mata es un jugador opuesto al de la temporada pasada, en lo que a acierto goleador se refiere. En esta ocasión, su fútbol y trabajo sí está dando resultados
En apenas 345 minutos Jaime Mata ha conseguido cinco goles. Es decir, el ‘9’ blanquivioleta ha conseguido igualar ya sus registros anotadores de la pasada temporada. Jugando como ‘9’, recibiendo la confianza del entrenador y apostando éste por un esquema con mucho juego exterior, el Real Valladolid ha encontrado a su jugador referencia en un futbolista que no deja muchos detalles diferentes a la temporada pasada pero que cambió su forma de poder encarar el fútbol tras la victoria (1-2) ante el Sevilla Atlético. Sin ella, el nivel de confianza del madrileño no sería el actual y su peso en el equipo no sería ni parecido.
Cuestión de rendimiento
Cuando un jugador lleva los mismos goles en cinco jornadas que en toda la temporada pasada, la cuestión es preguntarse en qué ha cambiado dicho futbolista. En el caso de Jaime Mata, actual máximo goleador de la categoría, el detalle está, simplemente, en el aprovechamiento de las ocasiones generadas. Éstas no son más que hace un año pero sí que están siendo más aprovechadas por el madrileño. Es una cuestión de acierto.
Braulio Vázquez siempre defendía que “no existen buenos y malos jugadores». Para él, «existen buenos y malos rendimientos”. El año pasado Jaime Mata no tuvo un mal rendimiento. Ni mucho menos. Tuvo poco acierto de cara a portería rival. Anclado en posiciones exteriores, el ‘9’ blanquivioleta era de todos menos delantero centro. Ahora sí lo es, aunque no lo haya sido siempre. El madrileño, suplente en la primera jornada liguera, cambió su percepción y mentalidad en el duelo disputado en el Estadio Viejo Nervión.
La importancia de vender a Jose
Tras perder (1-2) ante el Fútbol Club Barcelona, Luis César Sampedro anunciaba que haría algún cambio pero que no revolucionaría el once titular. Por suerte para Jaime Mata, Jose Arnáiz era traspasado al Fútbol Club Barcelona B. Sin el talaverano, Ibán Salvador salía del puesto de ‘9’ para caer a la banda y el puesto de referencia era para el madrileño. La primera gran oportunidad llegaba en Sevilla y él la aprovechaba.
Dos goles, ninguno de ellos de penalti, asentaron la ambición del jugador y espantaron todos los posibles miedos del jugador ante una nueva temporada y ante la exigencia de llevar la responsabilidad del gol que el año pasado llevaron otros jugadores que ya no visten de blanquivioleta. Sin el canterano y sin Raúl de Tomás o Juan Villar, Jaime Mata era la referencia y en aquel duelo demostró que quería aprovechar esta oportunidad.
Para hacer frente a la alternativa, el ex del Girona FC debía responder con goles en el duelo de Sevilla. El trabajo, el sacrificio, el pundonor y su “calidad” no iban a faltar pero, en esta ocasión, necesitaba demostrar todo desde unos goles que sí llegaron. Firmar los tantos de la primera victoria de la temporada fue una liberación y el punto diferencial para ver al Jaime Mata que se está viendo en la actualidad. Sus movimientos no son muy diferentes. El acierto ha cambiado. Es totalmente opuesto y es ahí por dónde llega esta nueva versión que encandila por el mero hecho del rendimiento objetivo de los cinco goles anotados.
Rendimiento subjetivo
Si Jaime Mata hace en un mes los mismos goles de la temporada pasada, el resumen es que está rindiendo. Si falla contra el portero en varias ocasiones y sus goles son desde el punto de penalti, el rendimiento es cuestionable. Ahí aparece el rendimiento objetivo y el rendimiento subjetivo. Personalmente, Jaime Mata rindió la pasada campaña. Y mucho. Se le ignoró su calidad y no se aprovecharon sus cualidades para las múltiples variaciones de sistema pero, con todo, el madrileño firmó un año digno. Por encima de la media.
Ahora, añadiéndole el resultado de los goles, Jaime Mata parece haber cambiado de forma total pero su metamorfosis se debe, única y exclusivamente, a la confianza que él mismo ha adquirido por los goles y el doblete anotado al Sevilla Atlético. Es un éxito individual. No se puede hacer victorioso al entrenador porque, posiblemente, Luis César Sampedro le dio la titularidad en Sevilla porque no estaba Jose. Y sin esa titularidad, Mata no hubiera explotado como lo ha hecho en estas primeras cinco jornadas. Explotada la confianza del ‘9’, no queda más que disfrutar, valorar apreciar todo lo que ofrece Jaime Mata al Real Valladolid.