Cultural Leonesa 4 – 4 Real Valladolid = El protagonista fue De la Barrera
Decía Luis César Sampedro tras el partido en León que el partido tuvo mucho más goles que fútbol. En definitiva, el partido fue ganado por el entrenador rival. Más allá de por remontar los dos goles de desventaja con la que los locales llegaban al tramo final, la sensación de que en el partido se vieron las cualidades y los rasgos que buscaba el entrenador de la Cultural y Deportiva Leonesa. Un partido de locura, alternativas y variantes es propio de un «boxeador», un estilo muy válido para el ex preparador del Real Valladolid Promesas pero nada correcto para definir a Luis César Sampedro. Así, el partido transcurrió por un camino que aprueba De la Barrera y no Sampedro. Un derbi de locura que benefició al local pero que dejó detalles muy interesantes en el bando blanquivioleta. Jaime Mata sigue de dulce en un estilo de juego de grandes ocasiones.
· La crónica del partido, realizada para ElDesmarque Valladolid | “Un derbi de locura” ·
Diferentes estilos. Mismo objetivo
Dice Paco Jémez que “el fútbol no es ganar” porque “a todo el mundo le gusta ganar”. Lo importante, realmente, es “cuánto estás dispuesto a hacer o demostrar en un terreno de juego para ganar”. Por ello, no es cuestión del qué sino, también, del cómo. Así, ganar como quiere ganar Luis César Sampedro no le vale a Rubén de la Barrera, y al revés. Hace más de dos años escribía sobre las muchas diferencias entre lo que buscaba el actual entrenador de la Cultural y Deportiva Leonesa con el Real Valladolid Promesas y lo que buscaba Joan Francesc Ferrer, ‘Rubi’, con el primer equipo pucelano en la temporada 2014/2015.
Al gallego le daba y le da igual recibir goles. Él quería ganar. Le daba igual dejar oportunidades al rival. Se movía bien en el descontrol. Así, aquel Promesas fue el cuarto equipo más goleador de su grupo pero, también, el más goleado. Por el contrario, Rubi quería el equilibrio y buscaba partidos de pocos goles. No le gustaba exponer. Quería dominar. Ahora, Luis César Sampedro busca un estilo más similar al del actual entrenador de la Sociedad Deportiva Huesca y, por ello, el ganador del derbi de Castilla y León fue el entrenador leonés.
Es cierto que no ganó ninguno de los dos equipos pero es cierto que a estas alturas de la temporada, el que más haya conseguido demostrar, más contento y victorioso se marcha. Por ello, y sin poner el punto ni el límite del análisis en ninguno momento, el partido transcurrió más en lo que quiso Rubén de la Barrera que en lo que quería Luis César Sampedro. El partido tuvo tintes de locura en los que un entrenador se mueve bien y en los que el otro sufre. En un momento de dar peso a los estilos, Rubén de la Barrera estuvo más acertado.
Obviando la remontada
Independientemente de la remontada realizada por los locales, que perdían por dos goles a falta de 14 minutos, la calve de evolución del partido no está en el punto pucelano, que no es malo por la inestabilidad del partido, sino en el poco manejo y control del duelo por parte de los blanquivioleta. La exigencia del Real Valladolid para las próximas semanas debe estar en mejorar las situaciones que le hicieron no saber detener el encuentro en el tramo final del partido ni frenar las situaciones ambiciosas del rival.
El Real Valladolid, en una clara fase de construcción, se topó contra un equipo intenso, ambicioso y que dejaba la imagen y la sensación de estar mucho más preparado que ellos. La temporada es larga. La competición sólo suma un mes y si este regreso al Estadio Reino de León vale para sumar la inercia que necesita el equipo, bienvenida sea esa remontada final de un equipo que parece estar más hecho que el Pucela.