Real Valladolid 1 – 2 Fútbol Club Barcelona B = Con «huevos» no vale para ganar
Primer partido oficial del Real Valladolid y primer disgusto del equipo de Luis César Sampedro y para el equipo del gAllego. Tras una primera parte en la que el Fútbol Club Barcelona B supo sacar provecho a dos jugadas concretas, que no aisladas, los culés adoptaron una ventaja demasiado elevada de superar para un equipo en creación y construcción. Pese a todo, el Real Valladolid impuso carácter y fuerza. Quiso darle la vuelta al marcador y puso todo su empeño. Por ganas y «huevos» no fue. Por fútbol, sí y los blanquivioleta inician la temporada con una derrota como local que reduce gran parte de la inercia adoptada en la pretemporada.
· La crónica del partido, realizada para ElDesmarque Valladolid | «Berrinche inicial» ·
Cuestión de acierto
¿Se puede intentar ganar un partido más de lo que lo hizo el Real Valladolid en la segunda parte? Rotundamente, no. En cuestión de intentar, disponer y proponer, el equipo de Luis César Sampedro estuvo perfecto en el segundo acto. Lo intentó todo. Puso todo el corazón posible pero le faltó fútbol. Ideas futbolísticas para arrasar ante a meta de un Fútbol Club Barcelona B que tuvo que dar un paso atrás tras la reanudación. El Real Valladolid le obligaba a ello. La fuerza y el ímpetu del juego blanquivioleta no dejaban otra opción.
Los culés, conscientes de la intención blanquivioleta de cambiar el partido tras el tiempo de descanso, salieron al terreno de juego expectantes y rápidamente se dieron cuenta de que el partido no iba a ser fácil. Conseguir la victoria que habían encarrilado en la primera parte iba a ser cara. Tocaba sufrir, como así fue. Todo por el empuje de un equipo con corazón, alma, personalidad, hambre e, incluso, «huevos». El Real Valladolid lo puso todo en actitud e intención pero le faltó lo más importante para ganar un partido; el fútbol.
Sin calidad y con pocos argumentos a la hora de decidir o de ejecutar el último pase, los pucelanos sólo consiguieron un gol. Acumularon mucha sensación de peligro pero poco resultado tras el pitido final. Sin el fútbol obligatorio para ganar un partido, tocaba pagar los errores de la primera parte. Dos errores individuales en dos acciones concretas del equipo de Gerard López que generan la primera derrota de la temporada.
Un once cuestionable
Con el marcador con el que se llegaba al tiempo de descanso, Luis César Sampedro estaba obligado a realizar cambios. La dinámica del partido pero sobre todo, los goles del equipo culé, le obligaban a tomar cartas en el asunto. El gallego lo hizo y Javi Moyano y Antonio Cotán se quedaban en el banquillo. El escalonamiento del centro del campo, tan característico en pretemporada, decía adiós con la entrada de Luismi Sánchez. El ex del Sevilla Atlético o Gimnàstic de Tarragona debutaba tras su salida del pasado mercado invernal para aportar todo ese equilibrio que el equipo no había tenido en la primera parte.
La mejora del centro del campo y la fuerza impuesta por Pablo Hervías en el costado derecho del equipo genera la sensación de que la derrota pucelana deja un lastra mayor que el hecho de que volaran los tres puntos. Además de dejar el casillero a cero, el Estadio José Zorrilla recordará este partido por una cuestionable propuesta inicial del entrenador. Tras el resultado con el que se llega al descanso, la idea de que el Pucela pudo ganar este partido rondará el ambiente toda la temporada. El pensamiento es tal como la sentencia que se impone en un jugador como Javi Moyano, el mayor señalado por lo generado y vivido entre una parte y otra.