Luis César Sampedro fue claro en la comparecencia ofrecida en Luarca tras el último partido de pretemporada. Para el técnico gallego la pretemporada de Real Valladolid había terminado en la sesión anterior al enfrentamiento ante el Real Oviedo y ésta dejaba muy claro qué tipo de Real Valladolid vamos a poder ver durante la inminente temporada. Tras un regular final de preparación, en lo que a amistosos se refiere, los blanquivioleta tienen claro qué deben hacer para mostrar la identidad que el nuevo cuerpo técnico les ha inyectado desde los 810 minutos disputados en amistosos y las casi 30 sesiones de entrenamiento.
Equipo de construcción
A 11 de agosto, cuando según Luis César Sampedro terminó la pretemporada del Real Valladolid, el equipo blanquivioleta podía estar en mejor o en peor situación pero jamás estaría en un elevado porcentaje de lo que el entrenador quiere o la categoría exige. Ambos evolucionan y detectan situaciones que hacen variar el pensamiento, la táctica y la identidad. Sin conocer en qué porcentaje está el actual Pucela, lo que no se puede discutir es que éste será un equipo de construcción. La salida de balón que ejerce en un saque de puerta, por ejemplo, le delata y le define como un equipo que necesita el balón para ser protagonista.
En aspectos de salida de balón, este Real Valladolid simula muy bien movimientos que Miroslav Djukic quiso imponer en su equipo en la temporada 2011/2012, cuando los pucelanos consiguieron ascender a Primera división. Independientemente del éxito final, Luis César Sampedro no se centra sólo en un equipo con balón. Ha dotado a su Pucela de carácter en la presión y contundencia en movimientos para el robo. El registro de que el equipo termine la pretemporada con 19 amarillas, cuando, por ejemplo, Paco Herrera cerró su año en el Estadio Jose Zorrilla con 74, define que los pucelanos son insistentes y concienzudos a la hora de presionar.
Luis César Sampedro sabe muy bien cómo es LaLiga 123 y quiere dotar a su equipo de mucha presencia en campo contrario. Para llegar y para presionar. Por ello, los laterales son protagonistas. Cuestionado en pretemporada por detalles del juego que llevan, por ejemplo, a Nacho Martínez a anotar dos goles muy lejos de los movimientos convencionales de un lateral, el gallego explicaba que su Pucela quiere llegadas al área rival y que las evoluciones no sean individuales sino grupales. Que un lateral avance no cierra las puertas al contrario. Ni a él ni a nadie. La ambición ofensiva en este equipo debe ser extrema.
Presión avanzada y tras pérdida
Si este Real Valladolid ha dejado detalles claros en la preparación es la proyección de los laterales y la exigencia para la presión tras pérdida. En ello, Sampedro y su cuerpo técnico es muy meticuloso. Los extremos están exigidos en ese trabajo y el delantero centro es el referente. Por ello, posiblemente, Ibán Salvador haya probado como ‘9’ durante algunos encuentros de este verano. El catalán es un jugador insistente en trabajos de presión y convincente en movimientos de desgaste.
Tras conseguir ese objetivo de robar en zonas avanzadas, el Real Valladolid cambia el chip. Esa versión de construcción varía para ser un equipo vertical. El paso por el Club Deportivo Lugo aumentó las credenciales de Luis César Sampedro. En su paso por el Estadio Anxo Carro, el míster blanquivioleta evolucionó mucho con transiciones rápidas. Robo, balón al espacio y contragolpe. Con Jose Arnáiz o Pablo Hervías, esa vertiente tendrá fundamento. Los movimientos a las espaldas de los defensas rivales serán constantes por un equipo que se definirá por una presión adelantada y una importante elaboración.
El centro del campo marcará el cambio de juego de un equipo de construcción, elaboración y paciencia, a un equipo vertical y que busque los espacios. Pese a ello, y a estas alturas de la temporada, el equipo blanquivioleta se queda sólo en ideas. El tiempo, las victorias, la evolución del grupo y, sobre todo, la “gestión de la derrota”, que dice Rubén de la Barrera, marcarán el estilo y la identidad del Real Valladolid 2017/2018.