El catalán, que parece tener un pie fuera del Real Valladolid, ha encontrado una oportunidad determinante para su carrera y su etapa como jugador blanquivioleta
Sí, soy pesado. Mucho. De igual forma que sigo pensado que Lluís Sastre es un gran jugador o que, por ejemplo, Pedro Tiba era uno de los mayores talentos de la temporada 2015/2016, creo que este Real Valladolid no puede prescindir de Ibán Salvador. El jugador, supuestamente con un pie fuera del Estadio José Zorrilla, puede haber encontrado la oportunidad que tanto necesitaba durante esta pretemporada y, también, para su etapa como jugador blanquivioleta y para su carrera. Las lesiones de David Mayoral, primero, y Óscar Plano, después, le dejan con la puerta abierta en el equipo vallisoletano. Las próximas semanas y los últimos envites de la preparación de los de Luis César Sampedro resultan una oportunidad inmejorable para uno de los mayores talentos de esta plantilla. Futbolísticamente de los mejores de esta plantilla, sino el mejor.
Un fracaso de Paco Herrera
Pese a que el término ‘fracaso’ sea muy llamativo, no supone una exageración tildar así la gestión de Ibán Salvador la temporada pasada. Por parte del Club, de Paco Herrera y del propio jugador. Sin conocer si existió un problema interno del jugador que rompiera todos mis pensamientos, el entrenador pacense no estuvo acertado en sus movimientos sobre el atacante catalán. Aquella dolorosa derrota (1-2) en Soria supuso un apoyo sobre el jugador pero, finalmente, su muerte. Herrera quiso mostrarle su confianza con la titularidad pero, tras el resultado de ésta y aquella obligada sustitución, el nuevo entrenador del Sporting de Gijón se equivocó.
Desde aquel duelo del mes de noviembre ante el Club Deportivo Numancia, Ibán sólo fue convocado en dos partidos y ambos de Copa del Rey. Tras aquello, y a nivel externo, Paco Herrera sentenció al jugador y el futbolista se tuvo que marchar. Necesitaba salir del encierro que vivía en Valladolid. Ahora, y tras un paso por el UCAM Murcia, parece que la situación del atacante ha cambiado en el Estadio José Zorrilla. Con la llegada del nuevo entrenador y la teoría de que “todos son nuevos para mí” de Luis César Sampedro, el atacante catalán tiene una oportunidad de oro. Se trata de una opción que ha crecido en las últimas semanas y que dejan la situación y el futuro del jugador en manos del propio Ibán Salvador.
Las lesiones de David Mayoral, primero, y Óscar Plano, después, son opciones brillantes para el jugador. Pese a la irrupción de jugadores del Real Valladolid Promesas en el frente ofensivo, las lesiones del abulense y del madrileño son acciones que han allanado el camino de Ibán para las próximas semanas. Con 15 días y tres amistosos hasta el debut liguero, Iban no puede desaprovechar esta maravillosa oportunidad que le han regalado dos lesiones de compañeros. La opción es inmejorable y la debe aprovechar desde las variantes de su juego.
Variantes en el juego
Durante este verano, Luis César Sampedro ha dejado claro que quiere alternativas en el vestuario. Busca tener un Real Valladolid camaleónico. Exige un perfil de futbolista que ofrezca diferentes alternativas dentro del terreno de juego e Ibán lo cumple a la perfección. Pese a que en diferentes partidos ha sido utilizado como ‘9’, su puesto parece estar más marcado en los extremos y a la segunda línea del ataque blanquivioleta. Válido para un estilo replegado y de contragolpe en la banda derecha y en el extremo zurdo para un estilo combinativo y de proposición, a Ibán le queda mucho por demostrar en estas dos últimas semanas de pretemporada.
Pese a tener ofertas, que él mismo ha reconocido este viernes en sala da prensa, Ibán Salvador está ante su momento. Tiene sobre la mesa una oportunidad de color blanquivioleta pero, también, de cara a su futuro. ¡Debe aprovecharla! Cogerla y hacerla suya. No puede fallar porque está en juego mucho. Tanto en el Estadio José Zorrilla como en LaLiga 1|2|3, la categoría que ostenta en la actualidad pero aquélla que puede superar por calidad o perder por un rendimiento desigual e irregular. En sus manos y en las próximas dos semanas está.