Preguntar a Borja García, de ‘Lugoslavia’, por el recuerdo que deja Luis César Sampedro, nuevo entrenador del Real Valladolid, en el Estadio Anxo Carro es hacerlo por una sensación «agridulce». Pese a los buenos registros obtenidos, la ilusión rota que existió por llegar al play-off rompe muchos de los análisis ante un entrenador sobre el que flota una mala relación con el vestuario. Marcado su regreso a Galicia por la marcha de Alfonso Pedraza en el mercado invernal, desde Lugo se ve a Sampedro como «un tipo duro, tranquilo, meticuloso, que piensa sus decisiones y que sabe lo que hace». Pese a esa imagen, la sensación no es la propia del que, a nivel de clasificación, es el mejor entrenador de la historia del Club Deportivo Lugo.
Entre dos aguas
Sí y no. Bien y mal. Agradecimiento y decepción. Luis César Sampedro ha dejado su imagen entre dos aguas en el entorno del Club Deportivo Lugo. El no querer renovar con el equipo gallego y una “nefasta relación” con el vestuario, como así la denominan en tierras gallegas, restan mérito al autor de la mejor temporada clasificatoria de la historia del equipo lucense. Ese noveno puesto es el mejor dato del Club Deportivo Lugo pero no engrandece el paso del nuevo entrenador del Real Valladolid por el Estadio Anxo Carro.
El poso que deja Luis César es “agridulce”, como narra Borja García desde ‘Lugoslavia.gal’. “Por un lado consiguió la mejor clasificación histórica del club. Aunque no sea 100% significativo, en toda la temporada el equipo no tocó puestos de descenso en ninguna jornada y, a pesar de una crisis de resultados en la segunda parte de la liga, la salvación fue relativamente holgada”. Firmó una buena temporada pero en su contra deja “una mala gestión de los cambios, una neutralidad excesiva en su discurso y una nefasta relación con el vestuario”.
Indagando sobre el aspecto negativo, Borja cree que “se le criticaba tener el mismo discurso en las ruedas de prensa y la falta de reacción en los partidos debido en gran parte a que los cambios eran siempre los mismos”. Esta última situación llamaba mucho la atención del espectador gallego “sabiendo que es un estudioso del fútbol”, como le denomina Borja. Todo lo que englobaba Luis César en Lugo tuvo su punto de caída en el mercado invernal. La salida de Alfonso Pedraza comenzó a “diluir el demoledor inicio de liga” mientras “se estropeaba la relación entre cuerpo técnico y jugadores”.
El estilo de Sampedro
Cuestionar sobre Luis César Sampedro es hacerlo siempre sobre su fútbol. Borja García afirma que éste ha sido “especialmente un fútbol de posesión”. Era un juego “de inicio de juego desde atrás y armando las jugadas con paciencia”. Era el estilo base “aunque bien es cierto que disponer de jugadores incisivos como Alfonso Pedraza en alguna ocasión se ha practicado el fútbol directo”. Su Club Deportivo Lugo era más vertical que el Albacete Balompié pero claro, la pérdida del estandarte de ese estilo rompió muchas de las variantes del equipo.
El juego cambió, Sampedro no tanto. ¿Qué perfil ha tenido el gallego en su regreso a su tierra? Borja García es tan sincero como contundente. “La imagen que da de cara a la galería es la de un tipo duro, tranquilo, meticuloso, que piensa las cosas y que sabe lo que hace”. Pese a todo, “personalmente, me ha descolocado esa ruptura con el vestuario y me ha hecho dudar de su capacidad de gestión de los jugadores”.
Pese lo negativo que ha englobado a la etapa de Luis César Sampedro en el Club Deportivo Lugo, que no ha sido poco, Borja García, como representante de ‘Lugoslavia”, le ve con opciones de llevar al Real Valladolid a ese ansiado play-off “que de no haber tenido los problemas en el vestuario el club podría haber alcanzado” en Lugo.