La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Las voces del Pucela

Quizás Luis César Sampedro no quiso decir nada

Siempre he afirmado que me gustan las ruedas de prensa. Por ejemplo, y sin exagerar, desde que Luis César Sampedro es el nuevo entrenador del Real Valladolid habré visto 20 ó 25 comparecencias del entrenador gallego. Su presentación en el Albacete Balompié y en el Club Deportivo Lugo y decenas de análisis tras los partidos disputados en un equipo y en otro. Por ello, entendiendo o, como poco, sabiendo cuál es su estilo, su presentación en la sala de prensa del Estadio José Zorrilla me dejó muy frío. En ella, o Sampedro no dijo nada o no quiso decir nada. En los más de 12 minutos en los que duraría la comparecencia del gallego, no habló de ningún jugador y no dijo claramente qué quería o esperaba del equipo. No dijo con rotundidad nada pero sí que dejó sobre la mesa muchas de sus ideas y principios para esta ambiciosa aventura.

¡Maldita hemeroteca!
Dentro de esas 20 ó 25 comparecencias que he visto de Luis César Sampedro le he visto asegurar de todo. Vi como afirmaba que el Bilbao Athletic “no tendría problemas para salvar la categoría” o que su Albacete Balompié “no descendería” cuando lo hizo ya sin él en el banquillo. Ese discurso “fuerte, directo y sincero” que se encuentra en el gallego tuvo un punto álgido en su presentación en el Club Deportivo Lugo. En ella afirmó que tenía unos objetivos muy definidos. Esas afirmaciones le salieron caras durante la temporada. Fue un boomerang muy similar al que Paco Herrera sufrió en su objetivo y ambición de “volar” en las últimas diez jornadas.

¿Cuántas veces fue cuestionado el exentrenador blanquivioleta sobre si estaba consiguiendo su objetivo? Es más, ¿en cuántas ocasiones se llegó a pensar en el fracaso de Herrera por no conseguir uno de sus grandes objetivos de la temporada? En muchas ocasiones, el mundo de fútbol no se mide sólo por los resultados sino en lo que se consigue desde las expectativas que se han puesto. Por ejemplo. Isaac Becerra y Alex López han fracasado en esta última temporada. ¿Tan mal año han hecho? No ha sido bueno pero no un fracaso. Ha sido una frustración por las esperanzas e ideas que se vendieron con sus llegadas. La culpa, en gran parte, por las ilusiones pero, también, por la hemeroteca. Ese doloroso arma para los entrenadores.

No asegura. Deja caer
De esta forma, con más de 15 años en los banquillos, y tras haberlo vivido “todo”, como él afirmaba, Luis César Sampedro no se quiso mojar en la presentación. Es curioso pero no dio un solo nombre propio, salvo el de sus compañeros de banquillo. No mencionó un futbolista. Ni de la primera plantilla ni del Real Valladolid Promesas. No especificó nada de forma individual. No era el día para dar grandes titulares.

Bajo ese camino, no dio el sistema de juego ni el estilo que quiere proponer en esta etapa. No dio detalles pero sí dejo grandes pistas. En el aspecto base del juego se gustó. Sin hablar de qué estilo va a tener el equipo, sí afirmó que éste será un equipo de variantes y alternativas que busque merecimientos para “merecer ganar”. Su filosofía radica en el merecimiento y en ganar, pero no de cualquier manera.

Explicando pero sin detallar, Sampedro narraba que su equipo no será un conjunto conservador ni un equipo tremendamente defensivo. Su Real Valladolid será un equipo “que sepa cómo ganar al rival”, con un “fútbol definido” y con un estilo para “neutralizar a los rivales”. Esa base crecerá durante la temporada. Sampedro no genera expectativa. No quiso adelantar nada. “Lo iréis viendo”, aseguraba antes de llegar al punto que más le define. Para él “no es cuestión de ganar de cualquier manera, aunque es lo que quiere todo el mundo”. Ganar. Lo más importante en el fútbol. Lo más difícil y, a veces, lo más sencillo.

Cuestión de merecimiento
Una vez leí en el libre ‘Saber perder’, de David Trueba, que el fútbol es para “humildes” porque es “el único oficio en el que puedes hacerlo todo bien en un partido y perderlo y hacerlo todo mal, y ganarlo”. Sobre este estilo se centraba la parte final de la presentación de Sampedro. Aquella comparecencia en la que quedaba claro que lo importante son los puntos y en la que “para ser bueno en junio, tengo que ser bueno todos los meses” porque “el fútbol se trata de acumular méritos” y esas opciones también se deben acumular en los partidos.

Un entrenador quiere sentirse valorado y premiado. Para ello, debe ganar y para conseguir victorias debe, inicialmente, merecerlo. Convencido de que dispondrá de buenas herramientas, las mejores en su “carrera deportiva”, Luis César Sampedro abandonaba este lunes la sala de prensa del Estadio José Zorrilla. Lo hacía dolorido por la reciente operación vivida pero convencido de que había vendido todo lo que quería vender. No dejaba mensajes para pillarse los dedos pero sí ideas sobre las que basar sus comparecencias. En ellas, como en el campo, su Real Valladolid irá evolucionando hasta darse a conocer por un estilo identificativo.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte