El 13 de diciembre de 2015, tras perder (0-1) ante el Real Valladolid de Miguel Ángel Portugal, Luis César Sampedro ejemplificaba cómo es su discurso, aquél tan importante y mirado en el fútbol moderno. Señalado y criticado tras una dolorosa derrota como local, la prensa manchega pudo recordar de qué pasta está hecho el nuevo entrenador blanquivioleta ante los micrófonos. Un discurso directo, sin censura y osado en algunos momentos demostraba, también, como es un entrenador hecho en Segunda división pero que no olvida su procedencia. Un hombre con memoria que explicará todo lo que se le requiera ante los medios de comunicación y que, como lo ha hecho Paco Herrera en esta última temporada, dejará muchos titulares. Muchos.
Directo y futbolístico
Tras ser ‘presentado’ por Rubi en la etapa del catalán en el Real Valladolid, Luis César Sampedro me había llamado la atención y veía muchas de sus comparecencias tras los partidos. Una de las que más me sorprendio y, a su vez, convenció fue la que realizaba la pasada temporada tras perder (0-1) ante el Real Valladolid. El Pucela de Miguel Ángel Portugal ganaba en el Carlos Belmonte gracias a un gol de Juan Villar y Luis César Sampedro explotaba en la sala de prensa al entender una presión desmedida y exagerada tras los últimos resultados. El equipo no estaba todo lo bien que él quería pero sí estaba dentro de los parámetros para los que estaba creado.
Aquella comparecencia era muy similar a la que Juan Antonio Anquela realizaba tras la penúltima jornada del pasado campeonato. En ella se sorprendía por la desmedida exigencia y presión ejercida por el entorno. Igualmente, ese 13 de diciembre de 2015, Luis César Sampedro mostraba su discurso, aquél que no deja indiferente a nadie por lo directo, osado y sincero que es. Un estilo muy claro y contundente que no deja de tener un contenido futbolístico, como cuando de forma brillante explicaba qué es la “falta de concentración” en el deporte de élite. Una muestra de conocimiento.
Similar a Paco Herrera
Cuando hace algo más de un año Paco Herrera llegaba al Real Valladolid, el estilo que defendía el pacense será similar. Denominado como “un discurso claro y sin tapujos para comunicarse”, la expresión de uno y de otro son muy similares. La claridad, la contundencia y la sinceridad en los discursos de ambos son parejos. Por ejemplo, aquellas declaraciones del actual entrenador del Sporting de Gijón en el Estadio Carlos Tartiere sobre José Arnáiz son propias del estilo de los dos últimos preparadores pucelanos. Rubi o Miguel Ángel Portugal, por ejemplo, no las hubieran firmado y menos de una forma natural.
Sampedro y Herrera dirigen el equipo, también, desde sus comparecencias. Dan la importancia de sus mensajes al comunicarlos al entorno. Muestran qué quieren del equipo y cómo se lo exigen. Esa ambición de pedir al equipo marca su estilo y la forma de expresarlo. Exigente en el día a día, Luis César Sampedro no perdona una. Quiere que todo salga a la perfección pero sin olvidar de dónde viene, dónde está y que tiene entre manos.
Bajo este conocimiento de la realidad, el nuevo entrenador blanquivioleta expresaba en aquella rueda de prensa de diciembre de 2015 que no olvida de dónde viene. “Vengo de Segunda división B” decía al referirse al ascenso manchego desde la categoría de bronce. Ahora, todo cambia. Viene de una gran temporada en Lugo.
Llega de crear la mejor versión del equipo gallego de su historia y será exigido como tal porque, posiblemente, por ello firme por el Real Valladolid. Además de por estar en una entidad como el Real Valladolid, Sampedro variará matices de su discurso. Sabe que ha crecido, en nivel, en exigencia y en objetivos. Su procedencia, ahora, es diferente. Su estilo, no. Es el mismo y su discurso directo, sincero y osado llega al Real Valladolid. Mantiene el estilo de Paco Herrera pero cambia conocimientos. Inyecta su estilo propio. Bienvenido sea.