La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Táctica Pucela

Así define Luis César Sampedro cómo es su fútbol

Hablar de Luis César Sampedro, nuevo entrenador del Real Valladolid, es hacerlo de un fútbol combinativo. Pese a que él niega cualquier tipo de etiqueta, el gallego las tiene y pese a que las regatee, la suya habla de un entrenador al que le gusta el fútbol de toque y evolución aunque él define el estilo que busca en «un equipo completo que juegue y que no deje jugar». Para el ex el Club Deportivo Lugo o Albacete Balompié, su obligación es «crecer en el partido desde el manejo del balón con criterio pero no sólo desde la posesión». Al equipo se le debe exigir mucho más y, sobre todo, desde «saber entrenar». Con esa base, Luis César Sampedro tiene muy claro que «a mis equipos le duran los partidos 90 minutos». Sea cuál sea el camino del partido. Su personalidad le hace imposible desaprovechar minutos, oportunidades y trabajo.

Una filosofía bien marcada
“Llega el domingo, es el día de los futbolistas, y llega el momento de poner en práctica nuestra manera de jugar, conseguida mecanizando, automatizando e interiorizando las aptitudes de todos para alcanzar un objetivo común: facturar tres puntos en este partido”. Así comienza la narración de Luis César Sampedro en una de las entradas que ha realizado en su blog. Ésta de la más recientes, data del pasado 9 de febrero y muestra el estilo que posee el nuevo entrenador del Real Valladolid. Exigente, realista de sus funciones, ganador y consciente de que el fútbol y la evolución del juego llegan desde el entrenamiento.

Su versión moderna, aquélla que la hace afirmar que “aprovecho las tecnologías para saber en qué pueden mejorar mis jugadores y detectar las debilidades de los rivales”, y su estilo trabajador, el que le lleva a anunciar que “me sigo formando día a día porque el fútbol es efímero y los éxitos se diluyen en poco tiempo”, ya demuestra qué tipo de entrenador ha firmado el Real Valladolid para esta temporada. Un preparador que resume su filosofía en que “se juega para superar los malos hábitos de nuestra mente que dificultan la demostración de nuestro potencial”.

Exigente y realista
“Los partidos duran con mis equipos siempre 90 minutos. Puede venir como sea el partido que los partidos duran 90 minutos». Así definía Luis César el carácter de su Albacete Balompié. Pese a que fue un equipo que coqueteó con el descenso y que perdería la categoría, ya sin él en el banquillo, aquella versión manchega llenaba de orgullo al técnico gallego. Ese equipo era lo que él buscaba, en entrega y coraje. Un conjunto intenso pero consciente de dónde está el juego. “Se necesita rebajar la estimulación y no pensar”, afirma. Para él, la mente del futbolista debe estar “en calma y en silencio” para que se centre “en el aquí y en el ahora en sintonía con la acción a realizar”.

En su versión más psicológica, Sampedro cree que “la concentración en el juego no se logra mirando fijamente algo”. Considera que “se trata de algo que sucede de forma relajada sin esfuerzo prácticamente” y “sin necesidad de control”. El nuevo entrenador blanquivioleta entiende que “las mayores pérdidas de concentración siempre surgen cuando dejamos que nuestra mente imagine lo que va a ocurrir o recuerde lo que ya sucedió” pero “esa mente viajera jugará con el contrario y será un enemigo más”.

La exigencia debe ser propia pero, también, consecuente. El fútbol de Sampedro es arriesgado. Quiere jugar y no dejar jugar al rival pero siempre dentro de un ámbito de unión con el balón. Una presión elevada y un dominio del esférico para evolucionar sobre el terreno de juego. Luis César Sampedro busca un “equipo acosador”, un conjunto que no tenga una sola etiqueta. El técnico gallego no quiere ataduras.

Adaptación total
Tener etiquetas, todo lo que rechaza Luis César Sampedro, evita, por ejemplo, que su Real Valladolid sea diferente al Club Deportivo Lugo. Con una etiqueta definida, uno y otro deberían ser copias de juego y jugadores pero Luis César rechaza tal situación. La niega porque “me adapto a los equipos que dirijo”. Como exigencia está que “procuro que tengan un estilo de juego reconocible”. Así, su proyecto gallego era mucho más “vertical”, como él lo llegó a definir, que su Albacete Balompié, por ejemplo.

El estilo de Luis César Sampedro está tan definido como por definir. El Real Valladolid y, ante todo, la plantilla que se pueda conformar dictaminarán qué tipo de Pucela se puede ver en los próximos meses. Con un estilo o con otro, éste tendrá la innegable exigencia de ser “mejor en la segunda vuelta que en la primera”. El fútbol de Sampedro crece desde el entrenamiento y desde la impepinable obligación de que “tenemos que merecer ganar”. Ésta es la petición que Sampedro hace a sus jugadores antes de todos los partidos y que, con un estilo u otro, hace de sus equipos una propuesta ganadora que como él defiende “no siempre sale bien”.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte