El entrenador pacense se marcha tras fracasar deportivamente en el Real Valladolid pero dejando una base y un fundamento para el futuro. ‘Su’ Pucela aún no termina
Una de las mejores frases que he escuchado en los últimos meses sobre fútbol la pronunciaba Juan Manuel Lillo, segundo entrenador del Sevilla FC esta temporada ya cerrada. El histórico preparador vasco afirmaba que en el fútbol analizamos todo por «cómo sale» y no por «cómo lo hacemos». Es cierto. Vivimos en el deporte más resultadista del mundo y así, con la no clasificación del Real Valladolid al play-off de ascenso, Paco Herrera es un «fracasado», como él mismo aseguraba sentirse. El ya exentrenador pucelano sabe cómo funciona el mundo del fútbol y así lo explicaba en su rueda de prensa tras el último encuentro liguero. Tras la victoria (1-0) ante el Cádiz CF, el preparador marcaba el camino para la próxima temporada, un campaña en la que se podrá ver y valorar el legado dejado por él. Un trabajo escondido en la actualidad pero que, sin perder los nervios, tendrá su recompensa para el bien del Club en los próximos meses.
Cuestión de escuchar y aprender
Muchas veces este deporte se entiende por lo que se escucha, por lo que los profesionales cuentan y describen pero, sobre todo, por lo que los demás entendemos de todo aquello que nos hacen llegar. Así, desde la expresividad de una rueda de prensa o una comparecencia, Paco Herrera ha transmitido mucho en esta breve etapa que ha vivido en el Real Valladolid. Bajo este patrín se quiso despedir tras el último encuentro liguero, aquél que ya sabía que sería su último partido como entrenador blanquivioleta.
Tras no verse clasificado al play-off de ascenso, el míster pacense comenzó a hablar de su legado y de todo el trabajo que deja sobre el club blanquivioleta. La primera fase del proyecto, muere. Se lleva por delante varios de sus integrantes pero el paso de Paco Herrera por el Estadio José Zorrilla es positivo. Con él se cambió la filosofía de fichajes. Gracias a él llegaron ciertos jugadores pucelanos que dejan, ahora, un patrimonio importante para el equipo. ¡El Real Valladolid ha evolucionado con Herrera! No ha conseguido el objetivo principal marcado para la temporada pero se han formado unas bases para llegar a él y éste será real más pronto que tarde.
[quote style=»1″] Si trabajando ‘bien’ se consiguieran los resultados que se buscan, todos los equipos los conseguirían pero el fútbol es mucho más complicado. Trabajar bien no asegura el éxito [/quote]
Si el equipo blanquivioleta y las oficinas pucelanas saben entender qué deja el entrenador pacense y su cuerpo técnico en ese mencionado legado, la temporada 2016/2017 no será aquella de las oportunidades perdidas, ni de la goleada recibida (0-4) ante el Levante UD ni, incluso, de la goleada (6-2) en Sevilla. Esta temporada que acaba de terminar será la de la formación de un equipo que podría pelear por cotas importantes. La temporada en la que el Herrera ‘fracasó’ deportivamente, deja una buena estructura para crecer y, en estos tiempos, no es poco.
Tantos errores, o más, que todos
Paco Herrera ha trabajado bien durante esta temporada. Ha dotado al Pucela de una estructura, todo lo contrario de la pasada temporada, pero todo ello no quita para hablar de los muchos fallos y errores que ha cometido en esta etapa. El equipo no ha tenido regularidad, el Pucela no ha encontrado una identidad, este Real Valladolid no se ha sabido definir en muchos aspectos… Han sido muchos los fallos pero, pese a todo, a nivel interno, a nivel de vestuario, de dotación de jugadores y de base, el paso del pacense por Valladolid ha sido muy positivo.
Él quería enfocar su discurso y su despedida hacia ese sentido y hasta ahí lo conseguía llevar definitivamente este lunes en su despedida oficial del Real Valladolid. Hablando de “fracaso” en lo que al ámbito deportivo se refiere, el pacense se marcha orgulloso de haber contribuido a “asentar las bases de un crecimiento”, imposición total, inamovible y necesaria para la temporada que ha terminado.
Hablando de objetivo y obligaciones, la exigencia de salir de la penumbra de la temporada pasada se ha cumplido. El objetivo de llevar al Pucela al play-off, no. A largo plazo se cobran mejor las obligaciones y en ellas, Paco Herrera ha contribuido positivamente y, por ello, su legado en el Estadio José Zorrilla es importante y tomará precio con el avance de los meses y el resultado de la próxima temporada.