El Pucela firma su única incorporación invernal con la llegada de Cristian Espinosa, un jugador exterior, con buen manejo del balón y que ofrece variantes ofensivas
Parecía necesario un jugador del perfil de Cristian Espinosa. Pese a que Paco Herrera aseguraba en verano que no quería jugadores exteriores, llegando incluso a descarta a todos aquellos futbolistas de ese corte que había en la plantilla, la competición ha marcado una nueva exigencia en el seno blanquivioleta. El Real Valladolid necesita tener variantes para esos dos sistemas que maneja el equipo y exigía un futbolista que hiciera el campo de grandes dimensiones. Tras salir del Deportivo Alavés y ser rechazado por el Real Oviedo, el nuevo ‘18’ blanquivioleta firma una importante cesión en su carrera que abre tantos frentes como exigencias.

Protagonista en las transiciones
Este Real Valladolid tiene un problema en los partidos de casa. Es exigido y apretado por el poco bagaje ofensivo que consigue. No consigue llegar a la meta rival con la claridad y la fuerza que se espera. En los partidos de local el equipo de Paco Herrera debe mejorar pero, quizás, no tiene los jugadores exteriores que le pueden dar ese salto de ritmo y profundidad que exige el proyecto a estas alturas de la temporada.
Ante rivales encerrados, el Real Valladolid no ofrece alternativa ni un ‘plan B’ que sorprenda al rival. Por ejemplo en la reciente victoria (2-1) ante el Rayo Vallecano fue una genialidad de Míchel Herrero la que abrió el partido. Con el ‘21’ en el ritmo que parece haber adoptado, es vital un jugador del perfil de Espinosa. Ese futbolista capaz de hacer ancho el terreno de juego y encarar al rival para hacer superioridades numéricas con el lateral es vitales. El Pucela aún debe crecer y lo puede hacer con una variante como ésta en ese duelo de sistemas que vive Paco Herrera en las últimas semanas y que minimiza la evolución pucelana.
El entrenador pacense colma la necesidad a la que le ha llevado el avance de la temporada. Si en la pretemporada no veía necesarios jugadores como este argentino de 21 años, las 23 jornadas disputadas le han llevado a comprender que el equipo necesita esas variantes que puede tener en el equipo con Guzmán Casaseca pero que el ‘11’ no parece cumplir. Si el extremo pacense ejemplifica el perfil de extremo de finalización y llegada, Espinosa aumenta las opciones pucelanas en las transiciones. Su arrancada y su potencia en los primeros metros le llevan a mostrar ese fútbol de espacio reducido en el que se formó.
Un secundario estudiado
Por muy bien que Espinoza lo pueda hacer el argentino llega al Estadio José Zorrilla para cubrir un puesto secundario. Sabe que el Pucela tiene su base hecha y que todo lo que pueda jugar en el equipo de Paco Herrera será, en un inicio, de relleno y sin ser un jugador franquicia. Llega para cubrir una pequeña necesidad, no una urgencia. El Club lo tiene claro y el jugador lo conocerá a las pocas sesiones de comenzar esta etapa.
· #BienvenidoEspinoza todo el especial sobre la llegada del madrileño al Real Valladolid ·
Cubriendo esta opción, llegando cuándo lo ha hecho, a pocas hora del final del mercado, tras ser secundario a otras opciones de fichaje y en los condicionantes en el que se ha consumado su llegada, la sensación que puede ofrecer el único fichaje del Pucela es el de un ofrecimiento tardío que se ha oficializado por la escasez de recursos y opciones del Real Valladolid. ¡Nada más lejos de la realidad! La confianza en el argentino es importante y se tenía marcado su nombre como uno de esos jugadores que pueden desatascar partidos y planteamientos rivales como el que el Rayo Vallecano ejecutaba el pasado fin de semana.
Una inversión de confianza
Espinoza posee frescura, dinamismo y aspectos físicos para incluir en el Real Valladolid. Da variantes y novedades y Paco Herrera las agarra con fuerza. Le dará una oportunidad, como ha hecho con todos los jugadores esta temporada, y será el jugador el que tenga que mostrar las cualidades de Club Atlético Huracán, aquéllas que llevaron al Villarreal CF a realizar una fuerte inversión por él.
Las cualidades que invitaron al siempre sensato club amarillo a apostar por el nuevo ‘18’ blanquivioleta son un seguro para estos cinco próximos meses. Cualidades tiene. Además, éstas se adecúan a lo que demandaba el Pucela por lo que todo ello, sumado a la oportunidad que seguro le regalará Paco Herrera, dejan su fichaje como una apuesta. No un riesgo. Sin exigencia ni urgencia en su llegada, todo lo que Cristian Espinosa pueda sumar al Real Valladolid será bienvenido, bien recibido y catalogado de exitoso.
En estos meses de blanquivioleta no será apretado en su rendimiento por lo que consiga sino por todo aquello que pueda dar. El Pucela no ha hecho una fuerte inversión por él. El Villarreal, sí. Cuando vista de amarillo será exigido por lo que costó. Ahora no es el momento y él, muy posiblemente, lo agradecerá. Lo necesita y, muy posiblemente, el Real Valladolid también a él. Es el complemento que se buscaba.