Los desniveles y variaciones que ha vivido la situación de Jose Arnáiz en los últimos días desconciertan y generan dudas sobre la gestión del propio Paco Herrera
24 de enero de 2017 | «Paco Herrera, el entrenador de este Real Valladolid»
Hace menos de una semana aseguré, en ElDesmarque Valladolid y convencido de ello, que había ‘caso Jose Arnáiz’ en el Real Valladolid. Lo hice al entender que el futbolista se había equivocado en su comparecencia de la semana pasada y comprendiedo, sobre todo, que Paco Herrera había hecho la rueda de prensa que hizo en Oviedo consciente de qué decía, por qué lo decía y qué buscaba con ello. La idea que tenía era clara o, al menos, eso parecía. El entrenador blanquivioleta no vivía un calentón. Había meditado lo que iba a hacer y ejecutaba dicha rueda de prensa convencido de qué hacía y con fuerza para soportar todo lo que podía ocurrir.
Algo había ocurrido y un hecho puntual había llevado al experimentado entrenador a tal comparecencia. Su idea era clara porque las palabras no tenían mucha unión con las de la previa. Por ello había un detalle privado y que se escondía de la versión pública que había variado la idea del entrenador. Ese cambio se ha vuelto a producir pero, ahora, en el otro sentido. Días después de señalar al jugador, el entrenador rectificaba de su propuesta, se inculpaba y, más tarde, situaba al jugador como titular. De señalado, de suplente y de residual tras jugar cuatro minutos en la derrota (1-0) ante el Real Oviedo, a titular y protagonista ante el Rayo Vallecano.
Bendita victoria. Bendito gol
Teniendo muy claro que el fútbol son goles y, después, resultados, a esta situación hay que pedirle más. Todo vaivén, variación o desnivel tiene su justificación en que Jose marcó y, sobre todo, en que el Real Valladolid ganó y remontó. Con todos estos condicionantes parece que el análisis debería quedar en un segundo plano. ¿Importante el resultado y no cómo se ha llegado a él? ¡No! y menos en un jugador como Jose Arnáiz.
El de Talavera de la Reina es la joya del proyecto actual en el Nuevo Estadio José Zorrilla. Es el ojito derecho de todo el público. No se celebra igual un gol de Jose que cualquier otro. Los del ‘29’ tienen un toque especial. “Uno de los nuestros”, se podría pensar. Entiendo todos estos condicionantes y me parecen hasta lógicos pero me genera muchas dudas la gestión que ha realizado Paco Herrera.
Un jugador de apenas 21 años, con menos de dos temporadas de experiencia desde que debutó con el filial blanquivioleta, debe ser cuidado y no expuesto cómo lo ha sido en los últimos días. La exposición que ha vivido el futbolista no le beneficia ni, sobre todo, le educa para el mundo profesional que tiene ante sus ojos. En su primera temporada en el fútbol de élite, Jose está cayendo y ascendiendo con demasiada facilidad.
MORALEJA | Primera gran duda sobre Paco Herrera
Estos altibajos dejan en discutible la gestión que Paco Herrera ha hecho en esta situación. Siete días que me ofrecen dudas. Una semana que no me deja en buen lugar al preparador, por mucho que el equipo remontara al Rayo Vallecano, volviera a la zona de promoción y que todo fuera con un gol del jugador, como él deseaba.