Real Valladolid 2 – 1 Rayo Vallecano | Primera remontada tras más de dos años
Más de dos años después de la última remontada y cuando más lo pedía la categoría, el Real Valladolid se sobrepuso y remontó el partido ante el Rayo Vallecano. Los de Paco Herrera se olvidaron de lastres pasados y de lo «jodido» que es dar la vuelta a un duelo en Segunda división y no perdieron la cara del partido. Aprendiendo de los errores más recientes y remontando tras 733 días, quizás es tiempo de pensar que éste es el momento del Real Valladolid. Los pucelanos han podido dar el golpe definitivo sobre la mesa. Sólo queda esperar que llegue la regularidad soñada y que el play-off sea el paso hacia una nueva aspiración.
Más de dos años después
El análisis de la victoria ante el Rayo Vallecano puede ir por muchos caminos. Se puede hasta elegir, incluso. Se puede comenzar por el regreso de Jose Arnáiz a la titularidad o por su gol. Incluso se puede encaminar a la importancia de que Juan Villar vuelva a hacer un gol determinante. Se puede hablar del primer encuentro en el que Pau Torres es diferencial desde la portería o, por ejemplo, del brillante rendimiento de Míchel Herrero, autor de los dos goles. Dos jugadas propias que Jose y Villar consiguieron hacer buenas. La ideas del ‘21’ fueron bien ejecutadas por los hombres más ofensivos de la propuesta inicial de Pucela.
En análisis, siempre positivo, puede ir encaminado a diferentes aspectos pero el que siempre va a prevalecer es que el Real Valladolid consiguió remontar un partido. El detalle importante, aquél que debe dejar poso en el seno pucelano, es la fortaleza que, por fin, demostró el equipo de Paco Herrera. Ante un mal camino, el equipo no se rompió y consiguió dar la vuelta al marcador.
La dinámica fue muy similar a la mostrada pocos días antes en la derrota (1-0) en Oviedo. Aquel día los pucelanos mostraron personalidad y liderazgo. Tristemente no consiguieron enderezar el rumbo. Nada valió y los pucelanos se volvieron de Asturias derrotados. Lo intentaron todo pero no tuvieron lucidez. Esta vez, más de dos años después, el faro fue Míchel Herrero y desde la calidad del ‘21’ el Pucela consiguió sumar tres puntos que saben muy bien. Saben cómo hace más de dos años no sabían.
La calidad diferencial
Qué importante es un pase final. Ese último pase que deja a un jugador delante del portero o en ventaja para definir. Aquello que no ocurrió en el Estadio Carlos Tartiere y que era fundamental ante un planteamiento tan bien armado defensivamente como el del Rayo Vallecano lo regaló Míchel Herrero. El ex del Valencia CF o del Levante UD supo asumir riesgos, tomar la iniciativa y ser el gran protagonista del partido.
Esa calidad que provocó la remontada en el bando blanquivioleta no ocurrió en otros partidos. El encierro de los rivales no ayudaba a la lectura que el Real Valladolid debía hacer de los partidos. En esta ocasión, el ‘21’ supo entender qué necesitaba el equipo y lo ejecutó a la perfección. Entendió qué debía hacer y no dudó en demostrarlo. Tomó el esférico, miró siempre hacia la portería rayista y ejecutó grandes movimientos que jugadores como Jose Arnáiz o Juan Villar cumplieron. La calidad en la finalización de ambos se potenció por esa calidad diferencial del mediapunta blanquivioleta. Por fin se vio al Míchel pasador.
La importancia de Pau Torres
Con el encuentro remontado, con esa buena versión pucelana tan solicitada y con la calidad de Míchel sobre el terreno de juego, el partido dejó la última nota positiva. En el tramo final, Javi Guerra, siempre dónde debe estar un delantero por muy mal físicamente que éste pueda estar, cerca estuvo de firmar el empate. Un centro lateral era rematado por el delantero malagueño pero ése fue el momento de Pau Torres. El sustituto de Isaac Becerra, que disfrutaba de su segundo partido liguero como titular consecutivo, tuvo su cuota de protagonismo.
El catalán mostró calidad para terminar de redondear el partido pucelano, cerrar una victoria importante y pensar que, remontado tras dos años sin hacerlo, éste puede ser el momento del Real Valladolid. Buscando y pidiendo esa regularidad tan necesaria, el equipo de Paco Herrera puede estar en el momento que tanto necesita.