Paco Herrera y Jose Arnáiz, el debate actual en el Real Valladolid que lejos de crear un problema en el seno blanquivioleta fortalece el puesto del entrenador pacense
• Desde las declaraciones de Paco Herrera en Oviedo, todo ha favorecido a la exigente lectura y expresión del entrenador pucelano. Jose, por su parte, ejercía sin convencimiento su esperado turno de palabra •
Desde el pasado sábado, tras la derrota (1-0) blanquivioleta en el Estadio Carlos Tartiere, el Real Valladolid vive en la duda de saber qué ocurre con Jose Arnáiz, el máximo goleador del Real Valladolid. El de Talavera de la Reina lleva dos jornadas siendo suplente y en los que ha disputado sólo cuatro minutos. Su puesto ha caído sobre el terreno de juego y no se ha reforzado el ámbito de las declaraciones. El entrenador ha ganado la partida. Ha mostrado mejor sus cartas y ha buscado un objetivo común. La experiencia es un grado y Herrera ha utilizado mejor su oportunidad, reforzándole en su puesto y en su opinión.
El nivel de Jose
Siempre he pensado que un entrenador profesional toma sus decisiones por una serie de motivos. Para hacer las alineaciones no elige los once jugadores al azar, por ejemplo. En el turno de declaraciones, decide muy bien qué decir, cuándo expresarlo y por qué hacerlo. No es sencillo y se trabaja mucho en ello. Todo tiene una justificación y un objetivo. Por ello, entiendo que Paco Herrera habló este sábado de Jose Arnáiz consciente de qué quería expresar, por qué quiso hacerlo y sabiendo lo que podía desatar. El técnico pacense señalaba al máximo goleador del equipo, al reflejo del equipo y a ese jugador que equilibra, tácticamente, este proyecto. Casi nada…
Su dedo subrayaba a un jugador importante y por esa importancia lo quería hacer. Basándome en el artículo publicado este domingo el ElDesmarque Valladolid sobre estas declaraciones de Paco Herrera y la similitud que éstas tienen que las que el propio entrenador hizo en 2013 sobre Iago Aspas, la sensación es clara. De un tiempo a esta parte, Jose Arnáiz no es el mismo y nadie mejor que el entrenador para hacérselo llegar.
Es cierto que el momento genera controversia. Después de una derrota, la imagen del jugador queda dañada. Parece señalado en un partido en el que disputó cuatro minutos. Airear problemas internos no es del gusto de nadie. De Jose, tampoco. No es fácil que un jugador joven soporte esta situación. Jose sigue siendo ese futbolista por descubrir en todo su esplendor, tanto en el terreno de juego como fuera de él. Por ello, la situación es una prueba. Paco Herrera quiso exponer lo que afirmó y quiso hacerlo cómo lo hizo.
Por su experiencia y el contenido de sus declaraciones, ésta es una exposición meditada, no impulsiva y ante esto, Jose debe responder como en una acción sobre el terreno de juego. Debe saber que es un jugador importante y actuar como tal. El equipo le necesita pero que le necesita como es. No por debajo de ese nivel. El techo lo ha puesto él y él debe mantenerlo o elevarlo. Nunca descenderlo. Hacerlo sería su gran derrota.
Jose tiene una exigencia mayor
Jose ha convencido. Ha gustado en sus cualidades y en su juego, aquéllas desaparecidas en las últimas jornadas y en este 2017. Ha mostrado mucho pero lo ha hecho gracias a Paco Herrera, el que le puso sobre el terreno de juego. Es cierto que el ‘29’ aprovechó su oportunidad pero la hizo porque ésta existió gracias a la aprobación del entrenador. El pacense siempre confió en él. Desde el primer entrenamiento de pretemporada le otorgó puesto de primer equipo y ahora es exigido por él, naturalmente.
[quote style=»1″] Le necesitamos y nosotros necesitamos que se de cuenta que le necesitamos ya
Paco Herrera, sobre Iago Aspas, tras ser muy criticado por sustituirle en Getafe con el Celta de Vigo en 2013 [/quote]
Paco Herrera ha respondido mucho y muy bien por el jugador. Ahora es el turno del futbolista. Si éste no está al nivel, “no está” en un contexto global, como afirmaba el míster en Oviedo, o no responde a la presión, el cuerpo técnico se sentirá dolido. Lo hará porque, como con Iago Aspas en 2013, si “alguien ha trabajado con él” o si “alguien ha apostado por él” ha sido Paco Herrera y su equipo de trabajo. Por ello Jose tiene una exigencia mayor. Debe dar el nivel y hacerlo desde el punto que marcan el pacense y su grupo de trabajo.
Oportunidad perdida
Ese que confió en él desde el primer día no es uno más. Paco Herrera es el entrenador del Real Valladolid. Por ello, y comenzando por esa frase, Jose Arnáiz no ha aprovechado la oportunidad que ha tenido este martes en la sala de prensa del Estadio José Zorrilla. El talaverano, que podía haber aprovechado la opción para romper cualquier debate y agradecer que haya tenido la oportunidad de la que disfruta esta temporada y que ha aumentado él con su juego desde la semilla que le puso el pacense y que no hicieron los tres entrenadores anteriores, el jugador ha querido tirar balones fuera. Un discurso que se me ha antojado inmaduro y poco creíble. Lejos de la autocrítica.
Para Jose, y puede que éste sea el mayor error, las palabras de Paco Herrera son “su” opinión, cuando son las del entrenador del Real Valladolid. Las de su jefe, ni más ni menos. En muchas ocasiones, mi jefe me puede pedir un trabajo, un trabajo que ni él hace pero que quiere que haga a su manera. En la forma y en el contexto que él me ha enseñado aunque el mío y el que me enseñan los de mi alrededor no sean los mismos.
Mi jefe me exige su forma y su estilo porque es él, como jefe, el que marca el estilo. Yo no puede hacer nada diferente a mis compañeros. Por muy bueno que sea o, incluso, por muy buenos resultados que esté cosechando, el que manda es el resultado global y si yo me veo aislado, fuera del estatus adquirido o ninguneado en algunos detaññes es porque me he salido de la línea que él ha marcado. El guión que me dio la opcón de encontrarme.
Por todo esto, Jose debe saber que la de Herrera no es “su opinión”. Es la opinión del que decide. Del que le ha llevado al banquillo en los dos últimos partidos y del que le dio la oportunidad el sábado cuando sólo quedaban cuatro minutos. El equipo debía marcar y el máximo goleador sólo participó cuatro minutos. Así lo quiso Paco Herrera, el entrenador de este Real Valladolid. El que manda y el que ahora decide señalar sobre Jose Arnáiz, su máximo goleador, su apuesta más importante de toda la plantilla y, posiblemente, con el que más ha trabajado.