La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Express

La mejor enseñanza que nos hizo Miroslav Djukic

La practicidad que exige la Segunda división tiene una gran demostración en la temporada 2011/2012 con Miroslav Djukic en el banquillo del Real Valladolid

30 de diciembre de 2015 | «Álvaro Rubio, aquel incansable jugador de fútbol»

¿Quién es mejor jugador; Álvaro Rubio o Mehdi Nafti? Sabiendo la opinión que puede dar cualquier persona vinculada con el entorno del Real Valladolid, es importante recordar que en la campaña 2011/2012, con Miroslav Djukic en el banquillo y cuando el equipo consiguió el ascenso de categoría, el centrocampista tunecino disputó nueve partidos más que el riojano y, concretamente 558 minutos más. Por el contrario, y bajo la aprobación de cualquiera, Nafti abandonó Valladolid tras aquella temporada mientras que Álvaro Rubio vivió una segunda juventud en las siguientes cuatro temporadas. La practicidad a la que obliga la Segunda división no tenía proyección tras el ascenso. La elegancia, sí. Ésta no entiende de categorías.

Los jugadores del Real Valladolid celebran el gol de Raúl de Tomás ante el Reus Deportiu <em><strong>(RealValladolid.es)</strong></em>
Los jugadores del Real Valladolid celebran el gol de Raúl de Tomás ante el Reus Deportiu (RealValladolid.es)

El futuro no era para el tunecino pero la realidad, sí. Y tanto que fue vital. Hablar de aquel ascenso, de ese trabajo interno y de ese protagonismo en el terreno de juego es hacerlo del hoy entrenador del Marbella FC. El ex del Racing de Santander se hizo con el centro del campo desde su llegada y Djukic no se lo quitó. Se lo guardó, se lo minimizó en algún tramo de la temporada pero jamás se lo arrancó. Sabía que era importante para el ascenso.

El equilibrio en la categoría pasaba por sus piernas, su estilo y su personalidad. Para dar un punto de estabilidad al juego del equipo, era vital. Después de conseguir el objetivo soñado al final de temporada, ya no tenía recorrido en el Real Valladolid. El fútbol en Primera no estaba hecho para él como sí lo parecía estar el de Segunda.

Cinco titularidades más
Las estadísticas marcan muchos detalles pero, en ocasiones, éstos tienen una doble lectura. Que un jugador dispute más minutos que otro puede obedecer a determinadas circunstancias de los partidos. Por ejemplo, que en aquella temporada Mehdi Nafti disputara 558 minutos más no es desorbitado. No habla mucho del tipo de uso que Miroslav Djukic hizo de él y de Álvaro Rubio. Que, por ejemplo, el que fuera ‘16’ disfrutara de cinco titularidades más, sí. No fue una cuestión de estado físico, de ritmo o de lesiones. Nafti era principal aquella temporada. Era la base para el inicio pero no la esencia para el avance y la evolución.

Los datos fueron favorables al centrocampista de menor calidad, de peor manejo del balón pero de fútbol más práctico para la Segunda división. Contención en la zona central, concesión de pocas ocasiones, impresión de carácter y liderazgo y aprovechamiento de todos los resquicios que deja el rival. Al fin y al cabo éstos son los rasgos que ha mostrado el Pucela de Paco Herrera en las últimas semanas. Un estilo y una enseñanza que mostró Djukic en la breve etapa que quiso tener de blanquivioleta.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte