Y por sorpresa, Raúl de Tomás ha sido el jugador menos utilizado en la última semana. Sin convocar ante la Real Sociedad, sólo disputo seis minutos en Mallorca
• Cuando más se hablaba de las opciones del ’47’ blanquivioleta de asaltar la titularidad, el delantero madrileño ha sido el jugador menos utilizado por Paco Herrera en una semana con dos importantes partidos •
No entraba en la convocatoria del duelo copero ante la Real Sociedad. Raúl de Tomás no participaba en una citación en la que también se caían jugadores como Alex López o Isaac Becerra. La situación le dejaba como una de las grandes opciones ofensivas para la visita a Mallorca pero, en la isla balear, el jugador sólo disputó los últimos seis minutos. Tras asistir a Míchel Herrero en el último gol blanquivioleta de la tarde, el jugador mostró su resignación ante la situación. Un momento tan estrambótico como incomprensible para el jugador que cumple todos los requisitos que pide una referencia ofensiva para este proyecto.
Inexplicable rol
Para la Real Academia Española de la Lengua, “estrambótico” significa “extravagante, irregular y sin orden”, una buena definición para la situación que vive Raúl de Tomás de blanquivioleta, y más recientemente. El delantero madrileño ha vivido una complicada semana. Tras disputar seis minutos en los dos últimos partidos, el ‘47’ blanquivioleta pierde el Norte de su situación. Tras quedarse fuera de la citación copera ante la Real Sociedad, su nombre partía como uno de los candidatos a formar en el ataque de la victoria (0-3) en Mallorca. Nada más lejos de la realidad. El ex del Real Madrid Castilla fue el último cambio del partido en el Iberostar Estadio.
El punta entraba al terreno de juego a falta de poco más de cinco minutos con rostro de circunstancias. Asistía a Míchel Herrero en el tercer gol blanquivioleta pero no se sentía partícipe de él. Rostro y actitud de incomprensión que no le permitían celebrar su asistencia en la sentencia final del partido. Justificando o no ese pequeño detalle, porque no es más que una pincelada, la situación del delantero llama y mucho la atención.
Señalado desde hace semanas como el mejor ‘9’ del que dispone el Real Valladolid en cualidades pero, sobre todo en formas, Paco Herrera parece más centrado en aclimatar a la pareja entre Juan Villar y Jose Arnáiz. Pese a que ninguno de los dos está al 100% de sus cualidades físicas, como sí puede estarlo De Tomás, la apuesta del míster blanquivioleta es clara. ‘7’ + ‘29’, olvidando al ‘47’. Ese jugador referencia, capaz de sostener a una defensa rival en su área y calibrar como poco las alternativas de llegada desde la segunda línea, se está perdiendo y ha vivido una estrambótica situación durante esta última semana.
¿Planteamiento?
Dada la recuperación que tuvo Jose durante los últimos días previos al duelo liguero en Mallorca, el planteamiento de Herrera pudo variar. Quiso marcar el contragolpe como el camino de juego del Real Valladolid y, siendo así, no entraría en el once titular un futbolista sobre el que no hay que analizar sólo el último partido. Raúl de Tomás parece ser siempre el descartado en todas las ideas de juego.
Utilizado en planteamiento muy concretos, en el resto de ideas parece ser siempre el sacrificado. No entra en ningún plan base y sólo ha disputado dos encuentros completos en toda la temporada. Analizando todos estos frentes y viendo que sus duelos completos son la derrota (1-0) en Lugo y la cosechada (2-0) en Elche, dos de los peores encuentros del año, pueden haber marcado al jugador que más rompe la opinión del entorno. Éste, con un pensamiento común sobre muchos de los jugadores pucelanos, se divide sobre cómo ver la situación del ‘47’.
Contraproducente para el equipo
A Raúl de Tomas le ocurre algo muy similar a Alberto Bueno en las dos temporadas con Miroslav Djukic en el banquillo. El entrenador serbio hacía sus planteamientos. Parecía buscar acomodo en él a todos los jugadores de la plantilla. El actual jugador del Granada parecía el último en entrar en esas ideas y, daba la impresión exterior, de que cuando era de la partida era por falta de cantidad o calidad para las propuestas del expreparador pucelano.
No era un fijo, ni mucho menos. Era un jugador de relleno para la temporada. Así jugaba muchos minutos pero nunca parecía que fuera por merecimiento. Similar ocurre ahora con otro canterano merengue. Raúl de Tomas cuenta. Ha disputado ya 738 minutos y ha anotado tres goles pero nada de lo conseguido parece haber llegado desde el premio a su trabajo. Todo parece llegar de rebote.
De no ser así no se puede entender que tras su participación en la derrota (2-1) en Soria, su premio posterior hayan sido 64 minutos de 180. Sin ver, obviamente, una caza de brujas, se ve un trato diferente. Posiblemente, una cuestión de gusto y confianza opuestos al de otros compañeros de ataque que con menos rendimiento consiguen más premio de minutos. En definitiva, sorprendente para el jugador. Contraproducente para el equipo.