Las dudas sobre Isaac Becerra se han instalado en el Real Valladolid
Lo que a principios de curso prometía ser el puesto mejor cubierto de la plantilla se ha transformado en uno de los puntos débiles del conjunto comandado por Paco Herrera. Los errores de Isaac Becerra han pasado de ser una sorpresa en las primeras jornadas a convertirse en algo habitual en los partidos del Real Valladolid y el debate sobre quién debe ser el guardameta titular se ha instalado en el José Zorrilla.
Problema psicológico y técnico
Los análisis internos y externos sobre el problema actual en la portería del Real Valladolid coinciden en apuntar el factor psicológico como clave en la actuación del portero catalán. Es cierto que el clamoroso error en la salida que costó la derrota (0-1) ante el UCAM Murcia en el estadio José Zorrilla condiciona al cancerbero pero no se puede obviar la existencia de otros problemas que influyen en Isaac Becerra.
El ’13’ blanquivioleta tiene una carencia en su juego, defecto conocido, pero acentuado a orillas del Pisuerga. Las salidas por alto son consecuencia de un problema técnico relacionado con su colocación en las jugadas a balón parado, su habilidad para despejar de puños o la elección del momento para efectuar la salida. Esta debilidad provoca inseguridad y nerviosismo en el portero. Su gran personalidad junto a su estatus de jugador importante le generan ansiedad para deshacer sus fallos demasiado deprisa. Y el bucle está montado. Es decir, sus carencias técnicas en este aspecto del juego generan el segundo de los problemas, que es el más importante y el que acaba influyendo en su juego y en el del equipo.
Yo siempre he sido partidario de los porteros valientes frente a los que deciden guardar la ropa. Prefiero a aquellos que salvan goles con salidas no del todo limpias, a los guardametas que reciben “goles imparables” sin buscar una solución previa. Isaac Becerra cumple el primer perfil pero esta faceta requiere de una confianza extrema, la que el guardameta tenía hasta el fatídico gol de Tito en el minuto 91.
La incidencia del estilo de juego
El estilo de posesión del Real Valladolid, en muchos momentos posesión defensiva, provoca que el equipo reciba pocas ocasiones durante los partidos. Recibir pocos disparos a lo largo del encuentro requiere de un portero sobrio, preparado para actuar en situaciones puntuales con tranquilidad y que no note su inactividad durante los minutos precedentes. En este punto, las jugadas a balón parado se convierten en el mejor recurso del rival para buscar el gol y el portero sabe que debe hacerse fuerte por alto. Más presión para Isaac Becerra. Son pocas intervenciones y la mayoría de ellas en jugadas a balón parado, su talón de Aquiles.
El ex del Girona se crece con sus paradas y actuaciones pero sufre en las necesidades de este Pucela. En Montilivi contaba con centrales poderosos en el juego aéreo, mientras que los pupilos de Paco Herrera tienen en ese aspecto su mayor carencia. Nadie puede ni debe olvidar que Isaac Becerra llegó a Valladolid porque Braulio Vázquez hizo sus deberes con antelación y consiguió que el Zamora de Segunda, deseado por otros conjuntos llegara a la capital castellana con la vitola de fichaje estrella.
Así, le avalan sus actuaciones portentosas en Girona, como mostró en la victoria (1-0) el Real Oviedo. Son días en que parece imbatible pero el análisis debe hacerse en presente. No sé lo que puede ofrecer en el futuro, ni si el catalán es capaz de revertir la situación, pero tras encadenar varias jornadas cometiendo errores de bulto, el debate está encima de la mesa y se empieza a mirar al banquillo.
Pau Torres como alternativa
Al ex del Deportivo Alavés se le presenta esta semana como la oportunidad de asaltar la titularidad. De forma inesperada, el también portero catalán entra en las quinielas de convertirse en el portero liguero. No obstante, sus cualidades no distan mucho de las de Isaac Becerra. Su habilidad en las jugadas a balón parado no son su fuerte y destaca en su trabajo bajo los palos, aunque en menor medida que su compañero. Como he mencionado, el componente psicológico no es la primera causa del problema en la portería pero si se ha convertido en un factor clave. En este punto el ‘1”’blanquivioleta es un portero más tranquilo, que sabe esperar su oportunidad y crecer con minutos. Su mayor virtud es la estabilidad que puede dar a la portería y en definitiva, al equipo.
Posiblemente, Paco Herrera tiene una de las decisiones más complicadas que se le presentarán a lo largo de la temporada. Isaac Becerra es el portero titular del Real Valladolid y la confianza del técnico en su figura es hasta ahora incuestionable, pero la “sangría” de puntos empieza a ser demasiado importante. Esta decisión marcará el devenir del Real Valladolid y Becerra tiene en sus manos acabar con el debate. O no.