Tras las últimas victorias firmadas, el Real Valladolid elimina muchas trabas

Si hace unas semanas, en la dura racha de rsultados, el Real Valladolid tenía respeto e, incluso, miedo ante la llegada de los partidos, ahora, con tres victorias consecutivas, ha cambiado su perfil y la forma en la que afronta los envites. El conjunto de Paco Herrera pasa a ser favorito en las previas y protagonista inicial para las ambiciones y estilos. El Pucela ha conseguido cambiar su mentalidad y ya es un conjunto con capacidad moral y futbolística para dominar un encuentro. Esos miedos recientes ya son pasados y el equipo tiene la suficiente fuerza para ser protagonista en los tres siguientes duelos ante Real Zaragoza, Córdoba y Sevilla Atlético.

Nueva cara
Podemos debatir durante muchas líneas cuál es el objetivo a largo plazo del Real Valladolid. Ascenso, play-off, salvación… Para éste aún es pronto y como bien enseñó José Luis Mendilibar en 2006 en el estadio José Zorrilla, la filosofía del “partido a partido” es aquélla que pondrá a la entidad pucelana en su lugar. En el que le corresponda y en el que haya ganado. Ahora lo que manda la realidad pucelana es saber cómo digiere el Pucela la situación que posee. Tras tres victorias consecutivas los de Paco Herrera no son favoritos para la victoria pero sí deben ser protagonistas en los siguientes duelos.

Eliminados los fantasmas, los miedos y las presiones que provocaron las cinco derrotas consecutivas, el Pucela está en capacidad de proponer, liderar el juego y, por consiguiente, ser protagonista de los próximos duelos. Esta idea debe ser, cómo poco, para los siguientes tres partidos. Ante Real Zaragoza, Córdoba y Sevilla Atlético y, ante todo, en los duelos que el Pucela dipute como local, el Real Valladolid debe ser el protagonista en la pelea por ganar los partidos y seguir así la dinámica marcada desde la victoria (2-0) ante la Agrupación Deportiva Alcorcón.

Conseguir o no los tres puntos ya no es obligatorio. No depende sólo del Pucela. Ser protagonista, sí. Querer el balón en los parámetros marcados y en las zonas definidas, buscar transiciones rápidas, ser protagonistas en el juego exterior, dominar el centro del campo, ser solventes atrás… Éstas son determinadas cualidades del juego blanquivioleta, aquél que se ha soltado en las últimas jornadas. Lo movimientos encorsetados del equipo pucelano han desaparecido y éste se ha liberado. Muestra otra cara, una versión con matices que deben comenzar a desaparecer en los próximos 270 minutos. Ahora todo debe ser convincente.

Otras ganas de jugar
“Tras perder lo primero que quiere un futbolista es que llegue el siguiente encuentro para resarcirse de lo vivido en el último partido”. Ésta es una frase muy futbolística pero que no hace mucho negaba el Real Valladolid. El miedo a perder del equipo blanquivioleta en la racha del mes de septiembre maniataba psicológicamente a un equipo que ahora tiene otras ganas de jugar. Vive otra fase. Ahora no debe resarcir, debe confirmar, expresar y mejorar y, por ello, cuenta con una sonrisa la opción de jugar el siguiente duelo. Ya no existe el miedo.

Los resultados, tristemente, son la vida del fútbol. Muchos análisis dependen del marcador y, mentalmente, marcan muchas dinámicas. La blanquivioleta, ahora, es positiva. No genera dudas. Crea ambición, ganas de ver pasar la semana y los entrenamientos, lo que más cuesta digerir a muchos jugadores, para llegar al domingo.

En el día del partido se ponen a prueba todo el trabajo y toda esa motivación hacia la victoria. Actualmente los de Paco Herrera quieren partidos. Buscan retos que confirmen su mejoría y los afrontan desde la mejor forma posible: la opción y predisposición de ser protagonistas. La situación es ésta gracias a las últimas victorias y a las posibilidades generadas al despedirse de los miedos y al recuperar las sensaciones positivas del comienzo de temporada. El ambiente es de otro Pucela. El poso que esta nueva versión tenga lo dirá el avance de la semana y el tipo de éxito de los tres próximos partidos.