Pese a que el doblete de Dejan Drazic en la victoria copera (3-1) ante el Club Deportivo Tenerife le pueda generar alguna rivalidad en el entorno, José Arnáiz es la gran estrella actual del Real Valladolid. El de Talavera de la Reina, con su gran actuación en la victoria (2-0) la Agrupación Deportiva Alcorcón es la referencia de un proyecto que él lo resume a la perfección. Su potencial, su margen de mejora y su juventud e inexperiencia son los valores en los que se resumen las bases del actual Real Valladolid. Son el comienzo del fin pero, a su vez, el inicio de la ilusión por un equipo que debe reafirmarse tras las dos victorias consecutivas.

Dudas asaltadas
No lo escondo, ni lo haré. Determinados aspectos del juego de José Arnáiz me generan dudas pero, es cierto también, que muchos aspectos del estilo blanquivioleta no me terminan de convencer. Son diferentes hechos que no generan seguridad pero que dejan un poso de ilusión. Es cierto, José no me convence al 100% pero sí que me da la sensación de que tiene calidad y potencial en sus piernas. Es un buen futbolista pero las dudas sobre él me dejan la apuesta de Paco Herrera por su juego en una incógnita en la que pido tiempo. La paciencia la pondré yo.

Las dudas sobre el jugador se amplían al equipo, aquél que el mismo resume a la perfección. Este Pucela no me termina de convencer pero sí que me demuestra que tiene un trabajo detrás y una gran calidad en su vestuario. El Real Valladolid puede llegar a ser una referencia de la categoría si se adapta con rapidez a todas las demandas que tiene y que muestra la competición. De igual forma está José Arnáiz. Si el ‘29’ se aclimata a todo lo que le pide el cuerpo técnico puede ser un jugador que levante al José Zorrilla con la facilidad con la que lo hizo el sábado.

La base la tiene y ésta se demuestra en el último encuentro. El desparpajo en el área, la calidad para definir y la facilidad para soltarse de los marcajes le han confirmado en un punto diferencial de su juego. Con él se debe crecer y sobre él se debe definir el equipo. Tras el partido ante el Alcorcón, ya no por el acierto goleador sino por los movimientos, el trabajo y la predisposición, aquéllos términos intrínsecos  a uno mismo, José ha marcado un nivel y una exigencia de la que no debe bajar. Capaz de llegar a ese juego, ya no lo puede bajar.

El apoyo de Paco Herrera
“El resto de canteras no son peores que la nuestra. La diferencia es que nosotros ponemos a nuestros canteranos”. Estas palabras pertenecen a Pep Guardiola cuando el actual entrenador del Manchester City fue preguntado, en su época de entrenador culé, por la calidad del fútbol base azulgrana. Como en el fútbol todo está inventado, ésta es una afirmación que vale para entender por qué la estrella pucelana actual era, el año pasado, un jugador muy secundario en la disposición del equipo.

En aquel momento no estaba Paco Herrera. Su gran mentor profesional. También es cierto que durante el inicio de la pasada temporada el jugador no estaba hecho para la primera plantilla y que el devenir de ésta no invitaba a quemar el potencial de un jugador que, obviamente, sólo podía participar como refresco. El de Talavera fue quemando, de forma lógica y hambrienta, todas las fases y oportunidades que recibía. Así, cuando le llegó la oportunidad, José estaba hecho para la circunstancia.

No es cuestión de tener la oportunidad sino de estar capacitado para aprovecharla. Se puede merecer el salto al primer equipo pero sin una preparación física y mental para tal salto, la oportunidad llegaría a ser más un problema para el jugador que un beneficio para su carrera. La oportunidad soñada, sin una preparación acorde, puede llegar a ser el final de una carrera. Los plazos hay que cumplirlos y saber digerirlos y éste es actualmente el mayor éxito del reflejo de lo que es y lo que puede llegar a ser el Real Valladolid 2016/2017.

¿Y ahora, qué?
Tras regresar al once titular y después, sobre todo, de un doblete importantísimo para el Real Valladolid, el futuro de José Arnáiz es una incógnita. Saber que debe hacer el jugador y cómo debe ser gestionado por el cuerpo técnico es una duda vital en la actualidad. Con contrato blanquivioleta hasta 2019 al jugador se le debe dejar fluir. Con el apoyo de Paco Herrera el jugador seguirá quemando fases para llevar al equipo pucelano a ese punto de crecimiento y evolución que necesitan tanto el Pucela como un futbolista que, actualmente, van de la mano.