Tras desaparecer de las propuestas de Paco Herrera, Ibán Salvador realizaba este domingo su primer gol oficial como blanquivioleta en el primer paso para su regreso
• Dada la situación blanquivioleta, la presencia de Ibán Salvador en el césped otorgaría a la propuesta blanquivioleta las condiciones de descaro e irreverencia que el equipo ha perdido en las últimas semanas •
Cuando Ibán Salvador desaparecía, justificada o injustificadamente, de los onces del Real Valladolid, éste era cuarto clasificado y con una gran carta de presentación de tres victorias, un empate y una derrota. Recuperado para la causa, tras dos apariciones fugaces en otros encuentros, con el tanto en el Ciutat de Valencia, el equipo blanquivioleta está cerca de la cola de la clasificación y con los mismos puntos de entonces. El problema no radica en la clasificación y sí en la pérdida de las señas de identidad que ilusionaron al equipo. Con el ’28’ sobre el césped, el Pucela ganaba, perdía o empataba pero lo hacía con un estilo y claridad. Un desparpajo que sin él ha muerto y que Paco Herrera necesita recuperar ya.
La subjetividad de las sensaciones
Y sorprendentemente salió de los onces titulares. Cuando el equipo no había perdido el timón, como sí parece haberlo hecho ahora, Ibán Salvador, tras cuatro jornadas ligueras de titular en el Real Valladolid, abandonaba el peso protagonista que había adquirido. Sin excusa aparente, sin justificación previa y, también, sin datos que lo comprendieran. El atacante catalán, de ascendencia guineana, adoptaba tras la derrota (1-0) ante el Club Deportivo Tenerife un rol secundario tan incomprensible como necesario de cortar ya.
El estilo de juego del ‘28’ se hace necesario en la actualidad. Tras su presentación en la pretemporada y la demostración de las cualidades en el primer mes de campeonato, el jugador posee una irreverencia y descaro que el Real Valladolid necesita con urgencia. Esa facilidad para encarar rivales, mostrar desparpajo con el balón e intentar sin reparos la búsqueda del área y de la portería rival son vitales para una versión blanquivioleta sin carisma, sin efecto y, como decía Víctor Jimeno en su sección, sin ambición ganadora. Esta petición de condicionantes los cumple a la perfección el ex del Valencia Mestalla. Por ello no hay duda. A la mayor brevedad posible deben ser recuperados para la causa por Paco Herrera.
La objetividad de los datos
Las sensaciones propias son que el jugador no había firmado citaciones inferiores a las de Jaime Mata, Míchel Herrero y, sobre todo, José Arnáiz. Pese a ello, Paco Herrera sorprendía en la derrota (0-1) ante el UCAM de Murcia no ya con la suplencia del jugador, que también, sino con los escasos 10 minutos de juego. Pese a ser, junto a Michel y André Leão, el único activo participante en los primeros cinco partidos, el entrenador catalán sólo utilizaría al ‘28’ en el tramo final del encuentro.
Sustituyendo a Jaime Mata en el minuto 80, el atacante zurdo pasaría de ser vital a un jugador que se podría calificar como residual. Después de ser el jugador con más descaro ofensivo y con mayores cifras en la búsqueda de portería rival, al acumular seis disparos en los primero cinco partidos, Ibán entró en una rutina secundaria que sólo ha aprovechado Raúl de Tomas. Dándole salida, Paco Herrera ha querido ofrecer oportunidades y minutos a Juan Villar y Dejan Drazic que, objetivamente, ninguno ha aprovechado.
Ni uno de los fichajes relevantes del pasado verano ni el máximo goleador de la temporada pasada han aprovechado la ausencia del jugador. Han mostrado sencillez en su juego y poca presencia ofensiva. Es cierto que el juego del ‘28’ no tuvo el premio del gol en los primeros cuatro partidos ligueros pero sí que es cierto que en esos 268 minutos de juego fue un incordio para la defensa rival. ¡11 faltas recibidas! Dato que no muestra éxito ofensivo pero sí el descaro con el balón e irreverencia en el juego.
Una gran necesidad
Sumando las sensaciones propias e individuales de ver a un jugador diferente en actitud y estilo y diferencial en el terreno de juego y unos datos que obligan a la utilización de un activo agotador para las defensas rivales, Paco Herrera no puede seguir perdiendo a Ibán Salvador sobre el campo. Su ausencia está siendo traumática para un equipo que, con él, tenía una gran margen de mejora pero que en su ausencia ha multiplicado las carencias y las necesidades en limitaciones y malos resultados.