El Pucela no escondía la petición de un ‘9’, una exigencia que pedía su juego. La necesidad de una referencia de área regala el fichaje relámpago de Raúl de Tomás
16 fichajes después, el Real Valladolid necesitaba un ‘9’ a pocas horas para el final del mercado y, por ello, se agarró a la opción que dejó el mercado con la opción de Raúl de Tomás. Este delantero madrileño de 21 años llega al estadio José Zorrilla para ocuparse del área, aquél espacio del que están alejando a Jaime Mata y que no gusta ni a Dejan Drazic, ni a Ibán Salvador ni a José Arnáiz. La potencia, la personalidad y el carácter de un jugador con experiencia en la categoría redondean un equipo con decenas de variantes y que ya tiene a esa referencia para los últimos metros que Paco Herrera no creía tener.
La “ganga” de turno
La forma de trabajar del Real Valladolid en el mercado de fichajes tiene dos vertientes. Dejar todo para el final, como la temporada pasada cuando en el último día de mercado se cerraron tres fichajes, o la de este año, aquél que se cerraba mucho antes de la conclusión del periodo. El equipo estaba hecho pero nadie esquivaba poder aumentar la plantilla con una “ganga”. “Si sale una gran oportunidad no diremos que no” es una frase muy escuchada en el entorno del estadio José Zorrilla en el cierre de mercado. Nunca se había cumplido pero este año, con tanta incorporación, había hueco para uno más. Donde entran 16, caben 17 parecieron pensar Braulio Vázquez y Carlos Suárez al tener sobre la mesa la oportunidad de Raúl de Tomás.
Este jugador madrileño, con pasado reciente en el Córdoba, sí cumple las supuestas exigencias y necesidades de ‘9’ que tenía el equipo. Pese a no ser ese jugador referencia ni de espacios que quería el equipo, la potencia de arranque, el dominio del balón y los constantes movimientos en el área del madrileño valen para un jugador que llega a Pucela en una maniobra tan aprovechable como sorprendente.
Después de escuchar al presidente pucelano cerrar la plantilla no hay duda de que la llegada del ex del Córdoba se debe a una operación buena económicamente. Invirtiendo en el inicio de la temporada todo el dinero posible, el famoso “remanente” del pasado año queda olvidado al enfocarse y utilizarse en esa ganga que nunca había llegado pero que en este merado se ha producido con ese delantero que el Pucela quería, que Paco Herrera exigía y que sobre la bocina ha llegado a la Avenida del Mundial 82.
Está y no está
Ver físicamente a Raúl de Tomás ya es describirlo en un alto porcentaje de sus cualidades. Pequeño, con fuerza de arranque y un potente tren inferior es un jugador de mucha movilidad en el área. Está y no está en los últimos metros porque no pretende pelar ningún balón ante la defensa rival. No quiere competir, busca adelantarse. En el factor sorpresa expone muchas de sus opciones de firmar goles. Sin ser un delantero de enormes cifras, sí que posee números para cumplir el rol que puede tener en el Real Valladolid.
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Pese a la petición de Paco Herrera de un jugador que asegure goles, el mercado y las limitaciones económicas del club blanquivioleta hacían inviable esta opción. El equipo debe adecuarse a las opciones y alternativas que ofrecen Jaime Mata y Raúl de Tomás, los dos delanteroS de un equipo donde el gol no debe estar en esas referencias pero sí en la segunda línea.
Con este objetivo, el trabajo de espacios cortos de Raúl de Tomás ha convencido a un cuerpo técnico que le ve capacitado para liberar de trabajo a Míchel Herrero, Alex López o Sergio Marcos. En ellos y en su llegada al área están muchas de las opciones de éxito del esquema principal de Paco Herrera, aquel que puede cambiar Dejan Drazic pero sobre el que tiene hueco y muchas posibilidades el último fichaje del Real Valladolid. El que, por fin, cierra el equipo y adquiere los galones del delantero que se esperaba.