Con la llegada del Igor Lichnovsky el Pucela cierra su línea defensiva con un jugador de gran nivel aéreo y que suma variantes y novedades al vestuario de Herrera
De las líneas más retrasadas a las más ofensivas. Así está gestionando el Real Valladolid su nueva plantilla. Cerrada la portería desde hace varias semanas, con la llegada de Igor Lichnovsky desde el Oporto, Paco Herrera ve como su equipo termina de engrasar su línea defensiva con un jugador novedoso para lo ya adquirido durante el verano. Su perfil de contundencia y de posesiones cortas aporta al Pucela un estilo novedoso para uno de los puntales de la categoría. Con un equipo serio defensivamente, el Real Valladolid estará más cerca de sus objetivos y, en este sentido, la casa blanquivioleta ya está bien armada con la incorporación de este joven chileno.
Variantes de Segunda
Paco Herrera tiene claro su estilo de juego y ya ha demostrado en los primeros partidos y en sus innumerables indicaciones en las sesiones de entrenamiento cómo quiere jugar. Busca un dominio de balón desde las zonas más defensivas. Por ello el Pucela ha firmado a dos centrales de buen manejo de balón y con base como centrocampistas. Rafa López y Alberto Guitián aportarán al nuevo Real Valladolid una buena salida de balón y una seguridad muy elevada cuando el equipo tenga que construir. Las dudas llegaban en otras vicisitudes del juego.
Ante equipos rocosos y con mucha fuerza ofensiva el proyecto estaba débil. Por ello, y ante la detección de tal problema, el Real Valladolid se ha hecho con la cesión para una temporada de Igor Lichnovsky. Este joven central chileno de 22 años, que llega desde el Oporto tras un breve paso por el Sporting de Gijón completa las cualidades de una línea defensa ya cerrada con su incorporación y la presencia de siete jugadores profesionales.
Sus variantes son altas en lo que al juego se refiere porque su calidad en la anticipación, en el corte y en la agresividad para robar el balón no existía en el equipo. El trato de balón era la base pero no la contundencia. Por tal menester llega este jugador con grandes informes de su juventud y su margen de mejora pero que parece haberse estancado en su salto al profesionalismo desde que llegó a Europa ahora hace dos años. En Portugal y en Gijón no ha tenido regularidad para mostrar sus rasgos, aquellos que le hacen dominar el juego aéreo.
“Cuando el río suena…”
En el año 2014, el Oporto se llevó el gato al agua. Se adelantó a la negociación que tenía encauzada el Bayer Leverkusen y se hizo con los derechos del jugador por cuatro temporadas. El futbolista, procedente de la Universidad de Chile, era tanteado por grandes equipos de Italia, Inglaterra y Alemania. Incluso el Getafe estuvo muy cerca de su fichaje. El potencial del jugador era altísimo y éste no ha podido desaparecer tras hacer la gran apuesta que hizo hace dos años.
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Su llegada a Europa le ha frenado. Le ha demostrado que quizás tomó la decisión de salir de Chile demasiado pronto y que la fase final de su formación debía ser en casa. Fuera de las fronteras que le vieron crecer y que le dieron la oportunidad de entrenar con la selección absoluta de Sampaoli con sólo 18 años, el jugador se ha frenado pero su calidad sigue patente. La pelea entre los más grandes de Europa por su fichaje así lo demuestra porque si el río sonaba en su nacimiento, en su fase principal no puede fallar.
Breve apuesta
Si durante toda la pretemporada se defiende que el Pucela está haciendo un proyecto y que en él está apostado por un perfil de jugadores que deben ver el Real Valladolid como una oportunidad única en sus carreras, Igor Lichnovsky no es menos. El chileno llega al estadio José Zorrilla para potenciar toda aquello perdido en sus últimos años. La apuesta no es tanto del club, que completa su equipo con un margen de error pequeño, como del jugador.
Pese a llegar a Segunda división, la categoría se amolda como anillo al dedo a sus cualidades. Como líder de la defensa o como complemento en las formaciones con Rafa López y Alberto Guitián, Igor potenciará las cualidades de exigencia y defensa en el equipo. Con un rol secundario pero tan válido como necesario para el Real Valladolid en una competición de más de 40 jornadas, Braulio cierra la defensa con más que un aprobado. Las incorporaciones dan la nota y regalan al cuerpo técnico una línea de calidad, variantes y alternativas que el chileno ha reforzado para mostrar quién es y por qué llegó a Europa con sólo 20 años.
