La cantera del Real Valladolid no es la salvación del Promesas. Es mucho más
La cantera de un equipo de fútbol no es el filial, ni mucho menos. La calidad del proyecto de base de un equipo profesional se debe valorar en muchos más aspectos que en el hecho de ver el número de jugadores que llegan del filial al primer equipo. Una lectura adecuada de cómo de bien funciona una organización base es calcular cuántos jugadores del segundo equipo llegan desde el Juvenil o, incluso, cuántos jugadores no hace paso por el filial o su etapa por este equipo es breve. Óscar González no pasó casi por el filial, como tampoco lo hizo Sergio Asenjo. Los productos de la casa escasean. Los del Promesas no, y ahí está el debate sobre la calidad de los Anexos.

Iván Alejo
Siendo sincero. Se me abren las carnes cada vez que veo el éxito de Iván Alejo. El actual jugador del filial del Villarreal, con más de 35 partidos en Segunda B, es uno de esos productos que no se encuentran en la cantera del Real Valladolid actualmente. El pasado verano cuando desde muchos frentes pucelanos se llevaban las manos a la cabeza al ver que Xavi Carmona, Brian Oliván o Ayub se marchaban del Promesas quedaba ejemplificado en qué ha quedado resumido este Real Valladolid en lo que a cantera se refiere.
Es cierto que en el Real Valladolid hay grandes proyectos que se están cocinando a fuego lento en el club. Julio Iricibar, José Arnáiz, Anuar Tuhami, Dani Vega o David Mayoral son ejemplos pero no es lo más común. Por mucho que Ángel o José, como afirma ElMundo Diario de Valladolid, vayan a tener hueco en el primer equipo del próximo año, que el siguiente jugador con mayor potencial para cumplir ese hueco o quizás el que más lo tenga sea Jorge Juliá, futbolista llegado en invierno por la desaparición del Huracán Valencia, demuestra qué tipo de proyecto tiene este Promesas. El filial blanquivioleta no tiene muchos canteranos pero sí excesivas ‘Promesas’ válidas para un rendimiento inmediato como la permanencia en Segunda división B.
«Un complicado y tóxico debate sobre la cantera», el inicio del artículo sobre la cantera
El valor que se da al trabajo de Cata, responsable de la cantera en el Real Valladolid, es altísimo. La renovación de su contrato fue valorado como una gran noticia, según los que siguen el día a día de los Anexos. El trabajo que tiene es altísimo, casi mayor que el de su ‘jefe’, Braulio Vázquez. Se encontró sin base, sin fundamento y tiene que crear un proyecto con resultados deportivos y de formción. No es fácil y no lo será porque tiene que crear nombres y productos. Dani Vega, por ejemplo, tiene que ser, en dos o tres temporadas, uno de los resultados de la dirección deportiva que llegó al Real Valladolid en 2014. Ahí está el éxito. No en quedar noveno o séptimo.
La importancia del Juvenil A
Que el Promesas esté, actualmente, por encima de filiales como el del Sporting de Gijón y Celta de Vigo en el mismo grupo o con más puntos que los segundos equipos de Getafe, Fútbol Club Barcelona, Espanyol, Valencia, Almería o Betis no quiere decir que la cantera pucelana tenga más salud que el resto. Ni mucho menos. La cantera y el Promesas se deben examinar por diferentes puntos. Si el primer equipo y el filial tienen diferentes puntos de análisis, el resto, también.
Con futbolistas formados fuera y con un paso con fecha de caducidad en el Promesas, el proyecto de futuro del Real Valladolid es complicado de analizar. Cualquier cantera tiene muchos detalles y tiene como punto principal el Juvenil A. Pese a que la División de Honor Juvenil sea una categoría de análisis complicado por la diferencia entre grupos y su relevancia por las generaciones, debe ser ésta la categoría y éste el equipo que marque parte del éxito del club y del trabajo realizado.
El quinto puesto con el que ha terminado el equipo blanquivioleta en el grupo 5 de la categoría es bueno. Sólo por detrás del Rayo Vallecano, Real Madrid, Getafe y Atlético de Madrid el resultado es bueno. La formación, está por verla. Sin analizar el trabajo de los entrenadores (jamás lo haría), en la decisión de cuántos de esos jugadores estarán en el Promesas en su próxima pretemporada o, como mucho, en la del 2017 se verá el éxito de la cantera. Ésta suena mucho ahora tras el fracaso del primer equipo y el éxito del Promesas pero necesita un análisis profundo.
Caye Quintana, Renzo Zambrano, Óscar Arroyo, Higinio Martín, Cristian Moreno o Manel Royo no son proyectos del Real Valladolid. Son jóvenes profesionales del fútbol que viven su última etapa de formación y que se quedan a un lado en el análisis sobre la calidad de una cantera pucelana en construcción y en la búsqueda de una identidad. Como el primer equipo, el trabajo en los Anexos tiene miga. Demasiada miga que analizar ahora porque unos hayan salvado la categoría y otros se hayan quedado muy lejos de su objetivo de verano.