Carlos Suárez está defendido últimamente a Braulio Vázquez como no lo había hecho con nadie. El leonés ha encontrado en el gallego a su director deportivo soñado
• «Va a seguir seguro» dijo Carlos Suárez sobre Braulio Vázquez hace unos días. El presidente mostró una seguridad inusual en él sobre un trabajador del club. Confianza total y radical en el trabajo del ex del Valencia •
Desde hace casi cinco años, cuando Carlos Suárez compró la mayoría de las acciones del Real Valladolid, el club blanquivioleta siempre ha recibido el término “presidencialista”. No existe ninguna duda de que todas las decisiones del club pasan por la aprobación el presidente leonés pero viendo la actuación del propio Suárez en las últimas semanas, se puede ampliar tal término al incluir en el peso de las decisiones a Braulio Vázquez. El presidente pucelano nunca había mostrado tal confianza por nadie como ha hecho con el ex del Valencia. Las ganas de que siga le hacen asumir todo el peso de la triste situación del Real Valladolid. Busca liberarle de presión.
Una rotundidad desconocida
Hace una semana, tras la segunda reunión, casi consecutiva, con la plantilla, Carlos Suárez comparecía en la sala de prensa del estadio José Zorrilla para analizar la situación del equipo. Sin confirmar que Miguel Ángel Portugal fuera a seguir en el club, como sí lo ha hecho, aseguraba que Braulio Vázquez iba a continuar la siguiente temporada. “Va a seguir seguro”, dijo. “Y la próxima, y la siguiente…”, llegó a decir. La seguridad era tan alta porque, según Suárez, “el trabajo no se valora por un circunstancia”. La confianza es lo más importante y él la tiene en Braulio pese a que en dos temporadas no vaya a conseguir el ascenso.
«Carlos Suárez no ha necesitado un director deportivo para triunfar pero sí para fracasar»
Resulta sorprendente ver cómo el presidente pucelano confirma tanto la apuesta por un director deportivo. Pese a tener junto a él en diferentes épocas a perfiles tan importantes para el club como Alberto Marcos o José Antonio García Calvo, Suárez nunca había sido tan categórico con nadie como lo es con el ex del Valencia. En su séptimo director deportivo puede haber encontrado el trabajador que él necesita o con el que él está más cómodo. Sea un motivo u otro, lo que está claro es que aunque el éxito les regatee, la unión de Suárez y Braulio sólo la puede romper el trabajador. No parece que vaya a ser el jefe, como es habitual.
Importancia
Siempre he pensado que a Carlos Suárez es una persona a la que le cuesta delegar. Quiere tener supervisado todo. En parte es lógico. Es su casa y él es el que, en mayor o menor medida, ha hecho una apuesta personal y económica por el club. Tanto control sobre las decisiones le genera mucha mayor posibilidad de error pero más confianza. Por ello en muchas circunstancias es entendible que gestione todo y tome todas las decisiones. Nadie le ha asegurado el éxito y nada le ha privado de que sus medidas hayan sido positivas en algún momento.
Para mí, el resumen es claro. Carlos Suárez no ha necesitado un director deportivo para triunfar pero sí que lo ha necesitado para fracasar. Fue él que el que individualmente llamó a José Luis Mendilibar y a Miroslav Djukic y ambos han sido los mejores entrenadores pucelanos en los últimos 10 o 15 años. Es cierto que su apuesta por Juan Ignacio Martínez también fue personal y que le salió mal pero también se dejó aconsejar en la salida de Mendilibar y en el ascenso de Onésimo y tuvo que tomar las riendas para firmar a Javier Clemente. Sin olvidar que no fue decisión suya el fichaje de Fernando Vázquez en 2003 y que supuso su primer descenso.
Con tantos años en el club como lleva Carlos Suárez se ha topado con muchos trabajadores. Ha elegido a muchos directores deportivos pero nunca ha confiado tan ciegamente en uno como en Braulio actualmente. Pese a que va a tener que soportar dos fracasos en dos temporadas, tres entrenadores y seguir malviviendo en Segunda división, algo que lleva al presidente a los demonios, el puesto del gallego es seguro. Es tan fiable como ningún otro en cualquier otro tiempo. El gallego es una pieza fundamental y para que él siga, Carlos Suárez será capaz de asumir toda la responsabilidad posible y la imposible.