La posición de mediapunta para este Real Valladolid carece de protagonismo. Sus estadísticas hasta la fecha arrojan debilidad en un puesto que parecía determinante
• Óscar González, Pedro Tiba y Manu del Moral han formado como ’10’ en el Real Valladolid. Ninguno ha firmado una actuación sobresaliente y desde esa zona no se ha firmado ninguna asistencia y sólo se ha conseguido un gol •
Mediapunta, segundo punta, engranaje ofensivo… Hay muchas formas de llamarlo pero en este Real Valladolid, todas son negativas. Cualquier término que se refiera al jugador que juega por detrás del delantero centro no es positivo en la actualidad. No lo es porque esta demarcación es la demostración de los problemas que posee el proyecto de Miguel Ángel Portugal y que comenzó hace casi cuatro meses Gaizka Garitano. Desde esta posición se maneja el fútbol ofensivo y hasta la fecha no se ha conseguido tal éxito en el Pucela. Ni Pedro Tiba, ni Manu del Moral ni, sobre todo, Óscar González han conseguido ser determinantes en el juego blanquivioleta. Desde la posición de ‘10’, el Real Valladolid firma un gol y ninguna asistencia y lo más preocupante, los inquilinos de esta posición sólo consiguen realizar el 14,8% de sus pases en el último cuarto de campo, donde deben marcar el juego.
Irrelevantes
Las cifras de juego de los tres hombres que han iniciado el partido en la demarcación de mediapunta son pobres. Tan paupérrimas que les convierten en jugadores irrelevantes para el juego. No tienen peso en la construcción del tipo de fútbol que quiere el Pucela. No han intervenido en exceso en ese último pase que se les pide. Por posición y zona de juego deben tener un punto más en los últimos metros. En esta función están desaparecidos. De los 363 pases que se han dado desde la demarcación de mediapunta, sólo 54 han sido en el último cuarto de campo. Es decir, de toda la intervención de juego del ‘10’, ni el 15% se produce en la zona en la que debe marcar las diferencias.
En este Real Valladolid el mediapunta no crea pero tampoco dispara ni anota ni asiste. En los 11 partidos disputados, sólo se ha anotado un gol y no se ha dado ninguna asistencia. Son cifras preocupantes pero no muy bajas viendo la relevancia de esta posición de cara a puerta. En 903 minutos, sólo han disparado en siete ocasiones y tan sólo han sido capaces de crear ocho ocasiones. Su relevancia es mínima y lo es hasta el punto de que sólo han recibido 16 faltas. Es decir, una falta cada 56 minutos. Este registro demuestra la fuera de juego que vive esta posición para el Real Valladolid 2015/2016.
¿Estilo o momento de forma?
El mediapunta no tiene peso en el juego. Hasta la fecha parece inamovible pero su rendimiento lo hace cuestionable. Sin ser capital, es importante saber por qué este mínimo peso. Es cierto que el estado de forma de Óscar González, el jugador que más minutos ha jugado como ‘10’, no es bueno. Su momento es débil y lo es, posiblemente, porque el juego del Pucela no necesita de una unión entre delantero y centro del campo. Este Real Valladolid es más directo de lo esperado. Se trata de una versión blanquivioleta de transiciones rápidas en las que el dominio del balón es secundario en las zonas en las que se mueve Óscar como pez en el agua o en las que han estado actuando Manu del Moral y Pedro Tiba. Por ello, la incomodidad y los resultados que se producen en los jugadores de la mediapunta se deben más al estilo de juego que al estado de forma de los jugadores. Un tema lleva al otro y, finalmente, la solución parece suprimir tal posición en el futuro más inmediato.
El momento propicio para cambiar
Suprimir, alternar el esquema o dar entrada a un perfil de jugador que busca otro tipo de fútbol más acorde con la situación blanquivioleta. De una forma u otra, lo cierto es que este fin de semana el Real Valladolid no tendrá ‘10’ y no solamente por la baja de Óscar González. Miguel Ángel Portugal, que ha confesado que “hemos trabajado toda la semana con dos delanteros», realizará el cambio de esquema ante el Club Deportivo Leganés el sábado y suprimirá en la propuesta inicial al mediapunta.
La plaga de lesiones obliga a ello pero antes, quizás, la idea parecía estar ya clara. El momento que vive este Real Valladolid no invita a la entrada de un jugador que necesite el balón para generar juego. En esa demarcación se necesita un futbolista con mayor facilidad para las transiciones, mayor velocidad y más adaptable al juego directo. En estos momentos, la unión Diego Rubio y Rodri Ríos parece provechosa y sólo queda esperar que el partido ante el Leganés, además de los tres puntos, regale una posición más provechosa y menos incomoda y sufrida para este Real Valladolid que la que demuestran las estadísticas sobre la mediapunta.