Sinceridad para repasar la actualidad y dejar titulares que no siempre gustan
Por norma general, lo que comentan los jugadores de fútbol en sus ruedas de prensa tienen poco fundamento. Son tópicos futbolísticos o aspectos ya conocidos que no aportan nada al entorno del club en el que trabajan. La exigencia para alguien que representa a un club de fútbol debe ser máxima en todos los sentidos. El de la comunicación también pero, según lo leído y comentado en la redes sociales tras la última comparecencia de Óscar González, debe ser así siempre y cuando aquel jugador comente aquello que gusta escuchar. «Vamos a sacar esta situación», «no vamos a rendirnos» o «estamos a muerte con el entrenador» deben ser los términos escuchados. Saliéndose de lo llamado «políticamente correcto» esa exigencia de saber qué opina el vestuario es secundaria. En ese momento ya sólo manda saber el porqué de esas palabras, unas afirmaciones sinceras como siempre las ha firmado el ’10’ del Real Valladolid.
Una plantilla nueva
Jesús Pérez Baraja, de Radio Marca Valladolid, le preguntaba a Óscar González en la comparecencia más famosa de la semana si el play-off sería un buen premio al final de temporada. El charro aseguraba que es “un objetivo bueno”. Lo es en estos momentos porque, hoy por hoy, “con una plantilla totalmente nueva” para Óscar González es “difícil saber cuál es el objetivo”. Dichas las primeras palabras de este texto, el titular ya estaba escrito y el tweet sencillo, mucho más. Todo se creaba sin analizar la situación pucelana. Es obvio que el Real Valladolid tiene que tener el mayor de los objetivos en Segunda división pero para tenerlo debe saber, por ejemplo, qué tal está de forma Manu del Moral, cómo se acoplan al equipo futbolistas como Erick Moreno, Diego Rubio o Pedro Tiba y, a su vez, analizar si la plantilla está convencida de las formas en las que el cuerpo técnico quiere competir.
Hablar de play-off a estas alturas puede parecer poco ambicioso pero la realidad blanquivioleta no deja expresarse con mayor optimismo real. “El equipo está irregular”, afirma Óscar. “Los números lo dicen y el juego, también”, sentencia. Según el ‘10’ blanquivioleta, el proyecto tiene mucho margen de mejora pero para que llegue ese crecimiento, el grupo debe adquirir confianza. “Poco a poco iremos cogiendo más tono, mejor forma y, sobre todo, más confianza”, aseguraba un jugador que ha notado 40 goles anotados en la élite del fútbol español y que ha anotado más de 260 partidos. Es decir, una opinión de un perfil que sabe qué se necesita para competir. La experiencia es un grado, y más si es exitosa, y él la tiene, además de su innegable calidad futbolística.
Nervios y presiones
Óscar no duda en calificar el inicio de temporada del Real Valladolid como “irregular”. De la misma forma, asume su “responsabilidad” ya que “tengo que hacer jugar al equipo y, hasta el momento, no lo estoy consiguiendo”. Esta obligación de crecer en su juego y ser importante para el equipo es un punto que ‘Mágico’ asegura que “tengo que asumirlo”. Lo hace con confianza y optimismo porque “sé que lo voy a conseguir”. Él sabe su papel, conoce sus exigencias y no esconde su nivel. Quiere más y necesita dar más al Real Valladolid. El quiere y el Pucela lo necesita.
Mientras llega ese nivel de juego, uno de los capitanes de este Pucela pide ir poco a poco. Por el proyecto y su estabilidad y por los nuevos jugadores. Así lo explica. “Cuando el equipo es nuevo es difícil saber los objetivos a los que se puede optar. Debemos ir poco a poco y ver hasta dónde podemos llegar”. Son muchas las piezas por encajar y muchos los nervios que calmar. Los de los nuevos jugadores los primeros. Óscar los ve “nerviosos” aunque entiende que “con el tiempo y la confianza irán mejorando”.
Con un discurso de líder, dejando a un lado el yo y anticipando el objetivo grupal y las necesidades de aquellos que acaban de llegar, Óscar González expuso cómo está el Real Valladolid tras las primeras seis jornadas ligueras. Sin esconderse, repasaba la actualidad con titulares, detalles y sinceridad. En su novena temporada en la primera plantilla del Real Valladolid, este canterano blanquivioleta sabe qué se necesita en su casa para conseguir los éxitos. Avanzar poco a poco, ensamblar las nuevas piezas y no cegarse la mirada con vendas que intenten mostrar lo que se quiere escuchar durante la semana pero que salta a la palestra el fin de semana con el primer error sobre el césped. La realidad siempre debe estar en el día a día de un equipo de fútbol, aunque duela y no guste escucharla. De no ser así, las dosis de realidad llegan tarde y con el equipo sin margen de mejora ni de recuperación.