El Real Valladolid, que terminó con nueve jugadores, empata (2-2) en Soria en un partido marcado por el arbitraje. Johan Mojica y Rodri Ríos, goleadores pucelanos
Después de que el Real Valladolid de Gaizka Garitano llegara a Soria contando sus partidos ligueros fuera de casa por derrotas y los de local por victorias, Soria marca un antes y un después. Lo hace en muchos aspectos pero, en lo principal, en lo que al juego se refiere, el equipo no muestra la evolución esperada y deseada por todo el entorno. Pese a que con el trabajado y polémico empate en Los Pajaritos, se suma fuera del estadio José Zorrilla, el equipo no mostró la calidad que atesora en su plantilla tanto como se espera. Mermado, lógicamente, por la expulsión de Juan Villar en el minuto 50 y la de Samuel Llorca a falta de 20 minutos, los pucelanos se tuvieron que dar por contentos con el empate final. Finalmente, un premio amplio para la evolución que muestra el juego blanquivioleta pero pobre para el esfuerzo de un equipo que no fue igualado al rival por la actuación arbitral.
Histórico en las declaraciones
Pasadas unas semanas e, incluso, unos meses, el partido del Real Valladolid en Soria no se recordará por el juego ni por el resultado. Este encuentro será vinculado a la actuación del colegiado Piñeiro Crespo y las declaraciones del director deportivo del Real Valladolid así como del entrenador blanquivioleta. Gaizka Garitano se mostraba molesto por la actuación arbitral pero, también, mencionaba el mejorable juego de su equipo. Por el contrario, el director deportivo gallego resumía el encuentro en el trío arbitral y en unas declaraciones que dan la vuelta al mundo del fútbol. Polémicas o realistas, Braulio ya es historia de la temporada.
[quote style=»3″] Pienso que hay una persecución arbitral contra el Real Valladolid.
Braulio Vázquez, enfadado tras la actuación arbitral del partido en Soria ante el Numancia [/quote]
Dejando a un lado la razón o no que pueda tener el director deportivo pucelano, la verdad es que el encuentro no se recordará por un gran derroche de fútbol del Real Valladolid. Lo que sí se pudo ver en Los Pajaritos es a un equipo blanquivioleta con carácter, con personalidad y que sabe competir ante inclemencias y dificultades. En inferioridad numérica durante 40 minutos y superados por hasta dos rivales en 20 minutos, Gaizka Garitano y los suyos supieron apretar los dientes y firmar un empate que parecía saber a poco pero que tras los acontecimientos ocurridos sólo sobre el campo, debe ser positivo. Analizando las declaraciones de Braulio Vázquez, el empate es, obviamente, un premio escaso y muy aro.