Con la llegada de Johan Mojica, el Real Valladolid cierra las bandas en las vertientes ofensivas. El colombiano se une a Alejandro Alfaro, Guzmán Casaseca y Juan Villar
“Hay competencia”, aseguraba Alejandro Alfaro en rueda de prensa. “Estamos cinco jugadores para tres puestos”, comentaba el extremo onubense cuando se le preguntaba por la falta de efectivos en el equipo. El ex del Sevilla o del Mallorca, que debe ser vital en la próxima temporada, demostraba las muchas posibilidades que posee Gaizka Garitano para la próxima temporada. En la línea que acompaña al delantero centro, el Real Valladolid está formado y en sus extremos cuenta con diferentes alternativas para formar un ataque potente y fiable. La velocidad de Johan Mojica, la profundidad de Juan Villar, el juego interior de Alejandro Alfaro y las alternativas de Guzmán Casaseca dejan los extremos pucelanos como la parte del equipo blanquivioleta más segura. En este punto, Braulio no se debe preocupar ya que estos cuatro jugadores están acompañados por Óscar González. Cinco jugadores complementarios para formar un ataque de prestigio.
Posibilidades para un delantero centro
Desde el primer momento de la pretemporada Braulio Vázquez ha asegurado que el equipo necesita un delantero de altura. Un hombre referencia para marcar presencia en el área rival. Ese hombre está por llegar, tras el primer fichaje ofensivo de Rodri Ríos. Con él, la presencia de Juan Villar y Johan Mojica sobre el campo será vital. Ambos, extremos puros y futbolistas que hacen ancho el terreno de juego, nutrirán de balones la zona en la que él viva. El futbolista colombiano continúa de blanquivioleta tras las siete asistencias de la temporada pasada mientras que el ex el Cádiz llega desde el Ramón de Carranza con cifras de gran pasador.
Ambos, además de saber asistir, tienen gol. Explotan sus cualidades para asistir y también para anotar. Entre los dos la temporada pasada hicieron 20 goles. A los siete del cafetero hay que sumar los 13 con los que llega Villar desde Segunda B. Son llegadores desde la segunda línea en todas sus vertientes. Llegan hasta línea de fondo para nutrir de balones al área como tienen capacidad para explotar esa velocidad de profundidad y llegar al área. Desde esa segunda línea llegan y marcan diferencias. Las marcan en el ámbito ofensivo y, también, en el defensivo. Trabajadores y constantes en la pelea, ambos cumplen el perfil de presión y sacrificio que Gaizka Garitano está inculcando a sus futbolistas desde el día 13 de julio.
Desde la llegada del entrenador de Derio el Real Valladolid ha cambiado su perfil. Busca un juego más rápido, más contragolpeador y con un equipo de pocos metros. En esa poca distancia en la que se compacte el conjunto blanquivioleta, las rupturas de ambos jugadores serán vitales. Ese objetivo de llegar en pocos toques al marco rival será fundamental con el arranque de estos jugadores, futbolistas que en muchos momentos del juego serán la referencia ofensiva del Real Valladolid de Garitano.
Alternativas y juego interior
Cuando Juan Villar y Johan Mojica estén sobre el terreno de juego, ellos serán los que den la profundidad en el juego. Cuando entren Alejandro Alfaro y Guzmán Casaseca, los laterales deberán crecer en su trabajo. El perfil del pacense y del onubense es de mayor control del balón y mayor regate pero de menos velocidad y profundidad. Con Alfaro, el Real Valladolid crecerá en el juego interior. El canterano sevillista tiene alma de mediapunta y es por el centro por donde mejor se mueve. Su presencia por detrás del delantero es constante y su último pase es brillante. Junto a Óscar González, el jugador de mayor calidad del equipo y el más capacitado para marcar un ritmo diferencial en la zona ofensiva.
Para añadir aspectos novedosos al juego blanquivioleta aparece Guzmán Casaseca. El cuarto extremo de este listado de jugadores que ha conformado Braulio Vázquez posee cualidades para potenciar los cambios de ritmo y adquirir galones de revulsivo. Ambos rasgos le hacen ser un futbolista válido para ambas bandas. Ya sea en la izquierda o en la derecha, Garitano tiene en Guzmán a un jugador determinante para tramos decisivos del partido y a un jugador de su perfil de trabajo y constancia para encuentros íntegros. Sin tener grandes cualidades ni destacar por encima del resto, Guzmán Casaseca posee uno de los rasgos más importantes para la categoría: la regularidad. Con ella y la experiencia de 141 partidos de plata, Casaseca tendrá un peso relevante en este nuevo Real Valladolid que se está formando.
De esta forma, y con el perfil futbolístico y social de cada uno, el Real Valladolid ha conformado un ataque potente. Dejando a un lado a Óscar González, los delanteros del Real Valladolid estarán acompañados por muchas cualidades. Desde el desparpajo y la velocidad de Mojica hasta la regularidad y constancia de Guzmán, pasando por la personalidad y entrega de Juan Villar y la clase y la pausa de Alejandro Alfaro. Entre todos ellos, el cuerpo técnico que lidera Gaizka Garitano posee múltiples opciones para sus extremos. Elegir ahora supone uno de esos «benditos problemas» que tiene un entrenador.