Ante un conjunto de Tercera, el Real Valladolid desplegó todo su potencial ofensivo para conseguir una victoria (1-6) muy solvente. Rodri, protagonista, con dos goles
En el quinto encuentro de pretemporada del Real Valladolid de Gaizka Garitano el equipo debía dar un firme paso en su preparación. La entidad del rival, Tercera división, invitaba a afrontar el duelo con el objetivo de mostrar un buen nivel y adquirir confianza en muchos movimientos, sobre todo, ofensivos. Tras los 90 minutos, así se puede resumir el encuentro. Con 45 minutos finales de sublime nivel ofensivo, el Pucela avanza en la pegada y mejora detalles tácticos de niveles de ataque. Tras utilizar el stage de Mondariz para movimientos defensivos y de presión, en el estadio de la Ruta de la Plata, Gaizka Garitano utilizaría el envite para generar confianza en los hombres más ofensivos del Real Valladolid.
Era obvio que Rodri necesitaba minutos, confianza y goles para sentirse futbolista y llegar con el mejor nivel posible al comienzo de temporada en Córdoba. De igual manera se podía encontrar Alejandro Alfaro, tras su negro pasado en Valladolid, y otros tantos futbolistas que deben ser capitales para la campaña que comienza en poco más de 10 días. Caye Quintana necesita goles, Guzmán Casaseca presencia en el campo rival… El Real Valladolid viajaba hasta Zamora, para homenajear a Agustín Villar, con unas necesidades que se cumplieron en el partido. Pese a la diferencia de categoría, el encuentro discurrió por el camino que quería el cuerpo técnico blanquivioleta.

Dominio sin goles
Tras los primeros 45 minutos, el Real Valladolid perdía ante el Zamora. Un tanto local tras un magnífico contragolpe rojiblanco desmerecía el trabajo de un Pucela que sin estar a su mejor nivel, sí ofrecía aspectos interesantes. Con falta de engranaje y movimientos defensivos aún mejorables, los pucelanos dominaban el juego pero no se mostraban lo compactos que su entrenador quería. Con buenos movimientos con el balón, el Pucela no se mostraba en el inicio del partido muy activo tras la pérdida y en el repliegue.
Faltos de intensidad o presos del cansancio, los pupilos de Garitano mostraban intenciones pero éstas eran ideas que les costaba ejecutarlas. Con un Renzo Zambrano aún en periodo de aclimatación y fuera de los parámetros diferenciales que buscar el cuerpo técnico para su posición, a nivel ofensivo el equipo no estaba fresco en el inicio. Con las líneas demasiado abiertas en varias ocasiones y con amplitud excesiva del equipo, la primera parte del Real Valladolid en Zamora no fue todo lo fructífera que se buscaba.
El descanso fue de gran ayuda. La entrada de cambios y la actualización de ideas servirían para que los pucelanos entendieran qué necesitaba el partido y cómo ejecutarlo. Tal fue el nivel de asimilación en el parón que a los 15 minutos, el Real Valladolid ya ganaba 1-3. Dos goles de Rodri y otro de Alejando Alfaro mostraban todo el potencial ofensivo que tiene este equipo. Aún falto de varios jugadores, el Real Valladolid lució ante el Zamora sus aspectos ofensivos y desarrolló en 45 minutos muchos movimientos para ilusionar a una parroquia que se mostraba contenta, consciente de la categoría del rival.
Potencial y diversidad
A los pocos segundos tras la reanudación, Rodri hacía su primer tanto como blanquivioleta. Pocos minutos después, haría el segundo. Seis minutos de la segunda mitad y dos goles del futbolista soriano. Aún falto de forma física y acierto con el balón, el ‘9’ del Real Valladolid aprovechaba dos acciones para anotar sus primeros goles. Pese a su patente estado de forma mejorable, Ríos demostraba saber cómo debe manejarse un delantero. Con buenos movimientos y un trabajo constante, el ex del Almería reducía la distancia que le tiene que llevar hasta la titularidad en el ataque blanquivioleta.
Tras sus dos goles, Alejandro Alfaro se sumó a la fiesta. La entrada del andaluz por Renzo Zambrano regalaba al Real Valladolid un cambio de rimo para los últimos metros. Con un futbolista de su calidad, el equipo creció y no mostró la superior categoría, la golpeó. 45 minutos de dominio total en los que Diego Mariño no tuvo que intervenir y en los que el Pucela desplegó potencial ofensivo lleno de diversidad en sus acciones. Desde los movimientos de ‘9’ de Rodri hasta el golpeo lejano de David Timor, los movimientos interiores de Alfaro y el gen competitivo de Caye Quintana, la segunda parte blanquivioleta estuvo llena tanto de buenas noticias como de acierto goleador.
Tercera victoria
Finalmente, el marcador reflejaría un abultado marcador (1-6) que demostraba la diferencia de dos categorías entre un equipo y otro. Con la tercera victoria de la pretemporada, Gaizka Garitano se mostraba contento tras el duelo pero seguía pidiendo más al equipo. Lo positivo de una pretemporada no es tanto el fijarse en los aspectos positivos cómo sí quedarse con aquello que el equipo debe mejorar. En ese punto está la lectura del cuerpo técnico en el segundo memorial de homenaje a Agustín Villar. El canterano blanquivioleta, que falleció hace poco más de dos años, vio cómo los dos equipos de su vida le rendían un merecido homenaje con goles en el que los pucelanos volvieron a mostrar un buen camino.