Athletic Club y Real Valladolid igualan (1-1) en Sestao en el primer encuentro de la pretemporada de los de Gaizka Garitano. Guzmán Casaseca, primer goleador
El Real Valladolid de Gaizka Garitano se ponía las nuevas indumentarias de juego para comenzar a dar pinceladas al estilo que el nuevo cuerpo técnico quiere implantar en el equipo blanquivioleta. La primera toma de contacto era ante el rival de más envergadura de la pretemporada: el Athletic de Bilbao. El equipo de Ernesto Valverde se daba cita con los pucelanos en el estadio Las Llanas de Sestao con una preparación más alta que la vallisoletana. Con dos semanas más de rodaje y el encuentro de Europa League a la vuelta de la esquina, los vascos mostraron durante todo el encuentro su mejor punto físico y la formación casi completa de su plantilla. Por su parte, los pucelanos aguantaban los empujes y la ocasiones rojiblancas como podían a la espera de cerrar su plantilla y adquirir más tono en las próximas semanas.
Pese al diferente punto en el que se encuentran estos dos proyectos, el marcador de Las Llanas reflejaba un empate (1-1) tras 90 minutos de juego. Los pucelanos no estuvieron tan faltos de puntería como su rival y supieron aprovechar una de las pocas ocasiones firmadas para que Guzmán Casaseca hiciera el primer gol el proyecto. Poco después, y desde el punto de penalti, Borja Viguera anotaba en definitivo empate.
Dominio rojiblanco
Este Real Valladolid es un equipo en construcción. El Athletic, un equipo hecho y capaz de competir ante cualquier rival. Así, se entiende el camino por el que discurrió el encuentro. Lo vascos que, evidentemente, ejercían de locales, comenzaba el duelo llevando el peso del partido. Con presión, fuerza y empuje, los bilbaínos llegaban a la portería de Diego Mariño con solvencia. El gallego no tenía tiempo para pensar y desde el primer instante se mostraba muy activo. Mostrando sus cualidades y sus reflejos. Pasados los 10 minutos, Mikel San José ya exigía al cancerbero pucelano pero éste sólo sería el primer aviso.
Ager Aketxe a balón parado, Aritz Aduriz en dos ocasiones y Óscar de Marcos superaban con cierta facilidad a una defensa pucelana que mostraba necesidad de minutos de rodaje y de acoplamiento. Los seis entrenamientos que Juanpe ha firmado con el Real Valladolid parecían mínimos para hacer frente a un proyecto europeo como es éste del Athletic Club de Bilbao.
Por suerte para la confianza de los jugadores de Gaizka Garitano, el tiempo corrió a su favor. El paso de los minutos asentó mínimamente a un Real Valladolid que sabía cómo presionar y qué hacer tras un robo. De esta forma llegaría la mejor opción de la primera parte y una de las más destacadas del encuentro. Cayetano Quintana, uno de los mejores pucelanos de la primera parte, llegaba al área y su disparo se resumía como la mejor opción vallisoletana de una primera parte en la que fueron de menos a más pero en unos 45 minutos en los que siempre fueron a remolque del Athletic.
Diferentes planteamientos
Tras el descanso se pudo ver qué significaba el partido para unos y para otros. Mientras Gaizka Garitano introducía siete cambios tras los primeros 45 minutos, Ernesto Valverde no ejercía ninguna sustitución. Los bilbaínos se guardaban sus permutas para el segundo tiempo. En él, el Athletic introducía nombres como Borja Viguera, Enric Saborit o Xabier Etxeita. La entrada de los jugadores de refresco del equipo local niveló una segunda parte que el Real Valladolid había comenzado mucho más fuerte que cómo había terminado la primera.
La entrada de André Leão, Guzmán Casaseca o Alejandro Alfaro espoleaba a los visitantes que firmaban grandes minutos antes de dar entrada a Anuar Tuhami, Cristian Moreno, Manel Rayo y Dani Vega. El tiempo de sustituciones ayudaría al Athletic a recuperar el timón del partido para así llegar a la puerta de Kepa Arrizabalaga, que debutaba en los segundos 45 minutos y en un partido muy especial para él.
Poco tiempo de alegría blanquivioleta
La primera parte tenía claro color rojiblanco. Por ocasiones, sensación de peligro y juego, los pucelanos no pudieron nivelar en los primeros 45 minutos el juego local. Tras la reanudación, los pucelanos equilibraron el dominio pero sólo hasta que el Athletic volvió a pisar el acelerador. Con un fondo de armario superior y una calidad mayor, lógica comparando proyectos, el final del encuentro volvió a adquirir color rojiblanco.
Pese a que a falta de 13 minutos para el final del partido, Guzmán Casaseca adelantaba a los pucelanos, a los pocos minutos se terminaría la alegría vallisoletana. Borja Viguera desde los once metros igualaba el partido y devolvía las tablas a un partido que demuestra en qué momento de la temporada están los dos equipos. Mientras uno, los locales, detallan parte de su juego y pulían la entrada de jugadores llegados al equipo tras cesión o después de subir desde el filial, el Real Valladolid consigue dar la cara en su primer envite de la temporada. Ante la exigencia del primer partido, el Pucela supo mantener el nivel en muchas fases del partido y coger los primeros minutos de la temporada ante una prueba de elevada exigente.