Kepa Arrizabalaga llega al Real Valladolid tras una exitosa cesión en Ponferrada. En El Toralín, el cancerbero vasco disputó 20 partidos para encajar solamente 19 goles

El pasado 5 de enero, la Ponferradina hacía oficial la llegada de Kepa Arrizabalaga, nuevo portero blanquivioleta. La cesión del portero vasco se producía, en ese momento, para seis meses y se ejecutaba por las dudas que Manolo Díaz tenía con esa demarcación. Las incógnitas que dejaban el rendimiento de Dinu Bogdan, Javier Prieto y Diego García en la primera mitad de la temporada obligaban al club berciano a ejercer la operación que le llevaría a tener durante unos días a cuatro porteros en su disciplina. Al poco tiempo de llegar Kepa, Diego abandonaba el club y llegaba al Alcoyano. De esta forma, el vasco ya se hacía el líder de la portería.

Se hizo el máximo responsable bajo palos ya que a los pocos días de llegar debutaba con el equipo. En un duelo ante el Racing de Santander, Kepa se vestía con su nuevo club. Curiosamente, ese debut llegaba sólo una semana después de que jugara el último encuentro con el filial bilbaíno, con el que había disputado 18 encuentros. Gracias a esa casi totalidad de encuentros en Segunda B, llegaba en plenitud de condiciones físicas a la cesión. Por ello, Manolo Díaz no tuvo dudas en apostar por él y, mucho menos, en mantener esa apuesta durante 20 jornadas. De esta forma, desde el 11 de enero y hasta el 23 de mayo, Kepa se estrenó en Segunda división y lo hizo por la puerta grande. Con sólo 19 goles anotados en su cesión, el nuevo portero del Real Valladolid demostraba estar cualificado para nuevos y más excitantes retos.

El duelo ante el Real Zaragoza
Kepa llevaba ya 15 partidos en las filas de la Ponferradina. Los informes que había sobre él se estaban confirmando en sus primeras semanas en Segunda división. La sensación de que el cancerbero estaba aprovechando su cesión era amplia pero cuando el Real Zaragoza visitó El Toralín, la impresión aumentó. Aquel día, maños y bercianos se jugaban tres puntos muy importantes para la lucha por el play-off. El sexto puesto esperaba a uno de los dos y Kepa se empeño en que fuera para los locales.

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Durante los 90 minutos, el Real Zaragoza fue superior. Dispuso de las mejores ocasiones y sólo el nuevo portero blanquivioleta pudo mantener el empate. Domino total del área en los varios saques de esquina que dispusieron los de Popovic y acciones llenas de reflejos a disparos desde media y corta distancia. En definitiva, un ritual de Kepa que demostraba qué tipo de portero es. Para mayor relevancia de la actuación, aquel día estaban las televisiones. Canal Plus transmitía el partido en un mensaje claro de la importancia del choque. Ante la demanda de público, el vasco demostró todas sus cualidades para unos espectadores que quedaron prendados de él.

Lesionado en el final
Alabado y elogiado en su cesión en la Ponferradina, el nuevo jugador del Real Valladolid siempre tendrá la espina de que no pudo ayudar a los bercianos en su lucha final por la promoción de ascenso. Una lesión de “grado dos en el aductor derecho” le dejó fuera del equipo en los últimos dos duelos. En la visita a Santander y el decisivo duelo ante el Alcorcón, Kepa no se pudo vestir de corto. Así, no se pudo despedir de seis meses muy gratificantes e importantes para su carrera como hubiera deseado. Pese a ello, el recuerdo que él posee del tiempo en Ponferrada y el que el entorno berciano guarda sobre él, son inmejorables.