Guzmán Casaseca, además de la experiencia propia de sus 31 años, ofrece al proyecto del Real Valladolid alternativas ofensivas y una entrega y trabajo total
Ciertamente, Guzmán Casaseca es un jugador muy del perfil de Juan Villar. Ambos, con bagaje en Segunda división B, se diferencian en la experiencia que el futbolista procedente de Las Palmas acumula en la categoría de plata y todo lo que estos meses han creado en él. En Segunda, suma más de 140 partidos en los que ha podido demostrar qué tipo de jugador es. Todo ese bagaje le hace tener cualidades de revulsivo para ser capaz de dar un giro al partido. En su papel, Casaseca es determinante gracias a sus muchas alternativas en ataque, sus cambios de ritmo y su llegada al área. Pese a cifras goleadores bajas, su presencia en el área es alta.
Función de revulsivo
En el fútbol moderno parece ser que si un jugador no es titular y no tiene un papel determinante con un buen número de minutos, no es válido. Nada más lejos de la realidad, como demuestra Guzmán Casaseca. De los 141 partidos oficiales que ha disputado en Segunda división, sólo 60 han sido como titular. Es más, solamente 19 han sido completos. Estos datos demuestran que Braulio Vázquez ha regalado a Gaizka Garitano un perfil de un jugador para pocos minutos. Guzmán Casaseca cumple el rol de jugador resvulsivo. Lo cumple porque sus condiciones de juego en los últimos diez años así lo dicen.
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Hablar de que un jugador es válido para pocos minutos no es un desprecio. Ni mucho menos. Hacerlo es afirmar que sus condiciones se explotan en pocos minutos y, también, en pocos metros. Guzmán es así. Potente en la arrancada en 20 ó 25 metros y determinante en tramos de juego de entre 20 y 30 minutos. En esas fases, Casaseca es determinante. En ese rol es un gran futbolista y en él se ha basado Braulio Vázquez para ofrecerle dos años de contrato. Su experiencia le debe hacer crecer en ese rol secundario que pueda tener. Mejorando con él, el pacense será importante en la nueva temporada.
Alternativas ofensivas
Vital en la mayoría de las ocasiones en las que sale desde el banquillo, Guzmán no tiene un costado predeterminado. Apareciendo por la derecha, donde puede generar profundidad y desborde, por la izquierda, donde su juego interior es determinante y necesario para los desmarques de los delanteros, o como segundo punta, donde libera de mucho trabajo al delantero referencia, el nuevo fichaje del Real Valladolid añade polivalencia y aternativas al ataque del Real Valladolid.
Si hace unas semanas, con la llegada de Juan Villar, el Real Valladolid ganaba en opciones y variantes, con Casaseca, todas estas crecen. Lo hacen exponencialmente y con un jugador que sabe dónde llega y qué necesita un equipo y un vestuario de estas condiciones. Más allá del fútbol, en el día a día, Guzmán es un hombre de vestuario, un jugador de peso que todo equipo necesita y que cualquier entrenador valora y premia.
