El 7 de junio de 2014 Guzmán Casaseca certificó la salvación del Deportivo Alavés en un encuentro inolvidable. El extremo anotó el tanto definitivo en el minuto 92

El Deportivo Alavés se mantuvo en Segunda división en la temporada 2013/2014 tras un partido vertiginoso en el estadio de La Victoria de Jaén. Los jugadores de Alberto López, ex portero blanquivioleta, debían ganar a un rival directo por el objetivo en su estadio. Lo hicieron pero no sin sufrimiento, emoción y sobresaltos. El gol definitivo llegó de la cabeza de Guzmán Casaseca, nuevo jugador del Real Valladolid. En el minuto 92, el nuevo extremo pucelano anotaba un tanto definitivo para el Deportivo Alavés e inolvidable para su carrera.

Minuto 81. 1-0
Los nervios, una mala defensa, un acierto goleador inesperado o casualidades que sólo ocurren en el fútbol. Es complicado determinar por qué un partido que a falta de nueve minutos dio un giro en su marcador para vivir cuatro goles. Resulta incomprensible para dos equipos que se jugaban la vida en ese momento pero el fútbol tenía guardado un hueco al nuevo jugador blanquivioleta. En el fútbol, el papel de Guzmán Casaseca iba a ser importante, en el del Deportivo Alavés, único.

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Aquella tarde, el empate no valía. Con el reparto de puntos, ambos equipos perdían la categoría. Alguien debía dar un golpe sobre la mesa y ese fue Guzmán cuando recogió un balón en el área del Jaén para empujarlo en la meta de René. Ese momento, es único para él. Es una imagen imborrable para el nuevo jugador del Real Valladolid que cerró de una forma brillante su mejor campaña en Segunda. Tras 30 partidos, 21 de titular y cuatro goles, ese remate supone un punto de inflexión en la carrera del jugador y en su memoria.

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El tanto de Guzmán Casaseca en La Victoria de Jaén, narrado por Radio Vitoria