Mario Hermoso es un lateral zurdo de perfil moderno. Solvente en tareas defensivas, sus virtudes llegan a la hora de atacar con potencia en la llegada y claridad en el gol

Mario Hermoso es un futbolista de gran proyección. Para muchos uno de los mayores talentos de la Ciudad Deportiva madrileña en Valdebebas. Con potencia, fuera y velocidad, el nuevo lateral pucelana es un fijo en el último cuarto de campo. Tanto para generar peligro como para asistir o, incluso, anotar, este nuevo fichaje del Real Valladolid sobresale por esa vocación ofensiva que tanto ha gustado a Braulio Vázquez y su equipo de trabajo. En su faceta defensiva, Hermoso cumple con solvencia los envites que ha tenido que sufrir en la Tercera división madrileña y que ahora deberá asumir en el mundo profesional.

Formación ofensiva
Mario Hermoso es un lateral de esos que llegan al área rival. Siempre que se viste de corto tiene en mente poder copiar alguna de aquellas jugadas que su gran ídolo, Roberto Carlos, realizó durante 11 años en el Real Madrid. Viendo al brasileño sobre el terreno de juego, el nuevo blanquivioleta se copiaba. En un inicio lo hacía en todas las jugadas ofensivas. Lo hacía así ya que en sus inicios, Hermoso era extremo. Ocupar el puesto de ‘3’ no era natural para él. El avance de las temporadas le llevó a ser lateral. Allí ha conseguido ser un puñal, un jugador importante para su equipo. Se trata de un futbolista que hace que el resto conozca sus movimientos para que se sepa que en ese costado siempre hay una opción ofensiva.

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Con potencia, velocidad y decisión, Hermoso siempre se luce en su carril. En ningún momento vive sobrepasado por el juego. Siempre conoce dónde debe estar y cómo debe actuar. Cuando debutó con el primer equipo en el Trofeo Santiago Bernabéu lo que más sorprendió fue su actitud, su personalidad para encarar, la fuerza para asumir conducciones y el objetivo de destacar. Era un encuentro amistoso que estaba decidido (8-0) pero a Hermoso no le traicionaron los nervios. Supo cuál era su lugar, sus funciones y sus objetivos. No se quiso comer etapas y afrontó esos 15 minutos como una opción para crecer, no como un escaparate. Muestra de sensatez, madurez y personalidad del nuevo blanquivioleta.

Alma goleadora
Si aquel día, el momento del partido invitaba a un avance de 20 metros, Hermoso lo hizo. Si se necesitaba llegar hasta el área, también se atrevería. Cierto es que el ritmo de juego ya era muy débil y lento pero en aquel momento se apreciaba que el Real Madrid tenía un futbolista de grandes condiciones en su cantera.

Aquel histórico día para el nuevo lateral del Real Valladolid no tuvo su guinda. Un tanto hubiera sido inolvidable. La realidad es que estuvo lejos de anotar pero no suele ser su día a día. Pese a ser lateral, el nuevo jugador blanquivioleta vive muy cerca del área y, por consiguiente, del gol. En su última temporada anotó dos goles en Tercera división. En la edición 2014 de la Champions League para juveniles no vio puerta pero sí que asistió en dos ocasiones. Estos no son más que dos ejemplos de que la faceta ofensiva de Hermoso es amplia. Temporada tras temporada, el futbolista se ve contra los porteros rivales. En el salto profesional que vivirá en el Real Valladolid será una tarea más difícil pero al tratarse de un futbolista de alma y talento innato ofensivo, su bagaje ofensivo como blanquivioleta será alto porque lo lleva dentro.