El nuevo entrenador pucelano posee similitudes con uno de los últimos ídolos del club. Tanto en el terreno de juego como fuera de él, Garitano recuerda a Mendilibar
• «Gaizka Garitano, nuevo entrenador blanquivioleta», su perfil completo •
La unión profesional entre Gaizka Garitano y José Luis Mendilibar, presente y pasado del banquillo del Real Valladolid, sólo fue de una temporada. En la campaña 2004/2005 ambos compartieron equipo en la Sociedad Deportiva Éibar y esa unión fue vital para ambos. Juntos, tras una campaña casi histórica para el club armero, tanto el entrenador como el futbolista dieron el paso que tanto soñaban. En caminos diferentes pero ambos llegaron a Primera división. Mendilibar hizo el camino para llegar hasta San Mamés mientras que Gaizka Garitano lo hizo hacia Anoeta al firmar por la Real Sociedad. Pese a la ilusión del entrenador de seguir la vinculación, el entonces futbolista se decidió por el rival geográfico.
Esa gran campaña en Ipurúa no pasó desapercibida en el País Vasco y los dos equipos fuertes de la zona fueron a pescar hasta la pequeña localidad vasca. Allí, el entrenador llamaba la atención de igual manera que el dorsal ‘9’. Ese supuesto delantero centro era el hoy nuevo entrenador pucelano. Gaizka Garitano gracias a 39 encuentros ligueros conseguía el salto a la élite, un sueño perseguido pero muy difícil de realizar hasta que el camino de Mendilibar y el suyo se cruzaron. Tantos años buscando la Primera división sin éxito generó que aquella campaña fuera imborrable para el bilbaíno. Con Mendilibar creó una vinculación especial y con sus toques personales, el nuevo entrenador blanquivioleta comenzó a gestar su personalidad de entrenador sobre la base de Mendilibar. El perfil del preparador vasco, con personalidad, garra y fuerza regresa al Real Valladolid pero lo hace con una versión algo más moderna. El tiempo pasa y todos se actualizan. Gaizka Garitano no ha sido menos y le ha dado una vuelta de tuerca a ese estilo vasco.
Caminos encontrados
“Mendilibar es un entrenador de los buenos. De esos que mira a la cara”. Estas declaraciones no pertenecen a Garitano. Son firmadas por Patxi Puñal cuando el preparador de Zaldívar llegó a El Sadar en febrero de 2011. Esa personalidad del nuevo entrenador armero se asemeja mucho a la llegada que se produce en el Real Valladolid. BRaulio e hace con un hombre fuerte, con personalidad y que no baja la mirada ante un momento de tensión o nerviosísimo. Siempre se mantiene erguido y con fortaleza y creencia en lo realizado.
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Para entrenar al Real Valladolid, Gaizka Garitano debe tener esa personalidad y esa fortaleza que mostró Mendilibar a su llegada. Debe ser único y con ello mostrar cuáles son sus ideas. Ésta es el único método de triunfar en la ciudad del Pisuerga. Mendilibar lo sabe. Se lo habrá transmitido, seguro. Ambos habrán hablado de qué plaza es Valladolid y cómo queda el Éibar tras este salto que ha dado con Garitano en el banquillo. Ambos se cruzan las carreras y lo hacen buscando el éxito que necesitan. Uno necesita regresar al status que se ganó en Valladolid mientras que el otro debe mostrar que su proyecto no se cierra a un único equipo. El método de Garitano, aquel de Mendilibar que conoció en 2004 aunque modernizado, tiene cabida en el estadio José Zorrilla y en cualquier lugar alejado de su casa y del nombre que tiene en Ipurúa, donde es “parte del escudo armero del equipo”.