La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

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Sastre, la incomprensión con el futbolista táctico

Lluís Sastre ya es historia para el Real Valladolid. El centrocampista firma para dos años con el Leganés tras haber convivido tres campañas en el estadio José Zorrilla

• El futbolista balear se marca tras 68 partidos disputados y con tres fechas marcadas •

Lluís Sastre ya es historia del Real Valladolid. Lo es tras tres temporadas en el estadio José Zorrilla y lo hace con una sensación de incomprensión por parte del entorno blanquivioleta. El mallorquín hace las maletas para marcharse a Butarque y ningún estamento blanquivioleta parece que añorará la ausencia de uno de los mejores jugadores tácticos que han pasado por el Real Valladolid en las últimas temporadas. En un estilo de fútbol actual que cada vez parce un deporte más individual, el ya ex jugador vallisoletano supo aportar su condición de equilibrio siempre que trabajo sobre el césped. Pese a no ser regular en el juego ni tampoco en el uso que desde el cuerpo técnico se hacía de él, Sastre se marcha con un bagaje de juego y una calidad muy superior al que demuestran sus cifras y lo comentado sobre él.

Lluís Sastre durante el partido (RV.es)
Lluís Sastre durante el partido

El sustituto de Víctor Pérez
“Es un centrocampista de perfil defensivo que nos ayudará a la salida de balón”. Con estas declaraciones, Miroslav Djukic presentó a Lluís Sastre a su llegada al Real Valladolid. El preparador serbio veía en el ex del Huesca a un jugador de calidad y técnica para aportar claridad al juego elaborado que el entonces entrenador pucelano quería. Curiosamente, nunca lo usó para tal posición y sí para cubrir el hueco que dejó Víctor Pérez tras su grave lesión del mes de enero de 2013. Sin el albaceteño, vital para Djukic, Sastre tuvo que trabajar en zonas ajenas a su fútbol y en las que sufría demasiado. Pese a ello, trabajó, compitió y mostró parte de lo que es capaz. Aunque fuera de su zona, el canterano culé mostraba sus dotes tácticas.

En las tres temporadas disputadas, Lluís Sastre intentaba asumir las funciones ofensivas y de presión elevada que le pedían los entrenadores pero que lejos estaba de conseguir. Con sus dos primeros entrenadores de esta etapa, Djukic y Juan Ignacio Martínez, vivir fuera de puesto fue norma básica. Con Rubi, se le pudo ver en funciones defensivas y así pudo firmar la mejor de sus tres temporadas.

«68 partidos disputados y el golazo en el Bernabéu», sus cifras en Pucela •

En encuentros de la última campaña como ante el Girona o el Leganés en el José Zorrilla o ante el Recreativo de Huelva en el Nuevo Colombino se veía un jugador de gran rigor y de buenas cualidades. Por fin se podía ver a ese futbolista que fichó Alberto Marcos en 2012. Su rendimiento fue bueno. Pese a que ciertos sectores del entorno no apreciaban o no querían ver el nivel del mallorquín, éste se ganó un puesto privilegiado para ser titular en el último duelo de la temporada. Ante la Unión Deportiva Las Palmas, Sastre disputaba su último encuentro como pucelano y lo hacía como titular y en la cita más importante del año. De esta forma llegaba la despedida pero lo hacía en el puesto y con el formato que el mallorquín se había ganado en tres años en los que no se valoraron sus capacidades.

Su aportación táctica
Rubi, muy cuestionado en su paso por Valladolid, supo sacar mucho rendimiento a ciertos jugadores de la plantilla. Sastre fue uno de ellos. Pese a que no fue de los jugadores que más minutos disputó, ambos sabían cuál era el puesto del centrocampista y sus funciones dentro del equipo. Para encuentros de carácter defensivo o en los que era vital que el equipo no se rompiera, Rubi confiaba en el nuevo jugador del Leganés. El rigor táctico y la capacidad del mallorquín en sostener al equipo fueron motivos suficientes para la titularidad en el definitivo partido en Gran Canaria.

«Madrid, Sevilla y Ponferrada, las marcas de Sastre», sus malos recuerdos •

Aquel día, parecía que todo valía la pena. Lluís Sastre se enfundaba la camiseta blanquivioleta para intentar sostener el planteamiento de Rubi. Pese a que el resultado no fue beneficioso, su partido volvió a ser de nota. Otorgando equilibrio al juego y a las líneas del equipo, Sastre dejaba el pabellón alto. Lo hacía en sus cualidades y en su fútbol, aquellos que no han sido evaluados en los últimos tres años. Las cualidades del ya jugador pepinero no eran lo importante. Parecía que lo vital era que pudiera cubrir el puesto de otro compañero, imitando a esos jugadores ausentes. Cómo era Lluís Sastre pocas veces interesó y en contadas ocasiones se valoró. Así, Sastre se marcha sin gloria pucelana pero lo hace para firmar por un proyecto serio y de confianza. Resultado de que su paso por Valladolid no ha sido tan negativo.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte