Las estadísticas de juego de Real Valladolid y Las Palmas muestran una idea similar en ambos pero con detalles que les hacen diferentes. Balón para definir diferente
• Real Valladolid y U.D. Las Palmas son dos de los cuatro equipos con mayor trato del esférico de la categoría.
• El Real Valladolid es el segundo equipo que menos goles recibe. Las Palmas es el equipo que más faltas recibe.
• En los duelos ligueros firmados este año, Las Palmas ganó tanto en el marcador, como en detalles y números.

Escuchando las ruedas de prensa que durante la temporada han ofrecido tanto Paco Herrera como Rubi es muy fácil darse cuenta qué tipo de fútbol buscan ambos entrenadores. Estos dos preparadores catalanes quieren ser dominadores del juego a través del balón. Ambos quieren dominar la posesión del balón para así, ser más peligrosos de cara al marco rival. Quieren crear superioridades y ocasiones a través de un dominio del juego. Ambos comparten la filosofía pero lo hacen con unos detalles que determina qué tipo de juego usan cada uno. Pese a una idea global en común, Rubi se centra en sus jugadores para crear los detalles y Paco Herrera en los suyos para crear puntos determinantes.
Desde el estadio José Zorrilla se busca una fiabilidad defensiva muy alta para dar un toque especial. Esa seguridad en su engranaje defensivo le lleva a ser, pasadas 41 jornadas, el segundo equipo menos goleado. Los 36 goles recibidos por los de Rubi sólo son superados por el Sporting de Gijón. En Canarias se quiere se busca ser diferente y único en otro sentido. Los canarios quieren ser dominadores del juego en todos los espacios del terreno de juego. Tal interés en dominar el balón, le lleva a ser el equipo con más faltas recibidas. Las 702 sufridas por los de Herrera quedan muy lejos de las 519 padecidas por los de Rubi.
Ambos quieren el balón. Los dos conjuntos crean el juego ofensivo a través de él pero con muchos matices. Dominar el balón hace que desde Valladolid se genera una seguridad defensiva altísima. Apelando a aquel dicho futbolístico que dice que “aquel que tiene el balón, no corre y no debe defender”, Rubi ha generado una plantilla que en defensa tiene una de sus mejores armas. Paco Herrera, por el contrario, ha creado unos movimientos que hacen que su equipo quiera el balón pero que no esté tan ordenado y equilibrado tras él como está el Real Valladolid. Ese dominio es total pero crea unos espacios que tras una pérdida hacen sufrir a la defensa amarilla.
Los 45 goles recibidos por Casto Espinosa y Raúl Lizoain les hacen ser un equipo más endeble que el Real Valladolid. Se demuestra en los nueve goles que ha recibido de más y en los cuatro partidos menos en los que ha conseguido dejar su portería a cero. Curiosamente, por aspectos de fútbol que hacen que las estadísticas sean importantes pero no un reflejo total del juego, Las Palmas ha recibido menos disparos a puerta que el Pucela. Mientras los vallisoletanos han recibido 154, los canarios, sólo 135. Sorprendente dato que demuestra cuánto valen las estadísticas y lo bueno que es Javi Varas. Los porteros están para intervenir y él lo hace con calidad.
Pase, pase y pase
Desde esa área de Javi Varas hasta la meta contraria, el Real Valladolid busca una evolución con pases. En concreto con 18.040 en toda la temporada, siendo 13.713 buenos. Una media de 440 pases por partido. Esa cifra, es superada mínimamente por su rival de la semifinal de la promoción. Los de Paco Herrera, poseen una media de cuatro pases superior, 444. La superioridad canaria es la misma en número como en calidad ya que en porcentaje de acierto también superan al Real Valladolid.
En este aspecto, los amarillos son mejores que los pucelanos y que el resto de rivales que luchan o han luchado por ascender a Primera división. Tanto Real Betis, como Girona, Ponferradina, Sporting de Gijón y Real Zaragoza no buscan esas cifras de balón que tienen estos dos semifinalistas del play-off de ascenso. Los de Machín, a un paso de la élite, sólo han firmado 14.052 pases en toda la temporada. Así, cerca de Real Valladolid y Las Palmas, sólo se encuentra el Real Betis. Los verdiblancos, con poco más de 17.000 pases consiguieron regresar a la élite una temporada después de caer al pozo de la Segunda división.

En la categoría de plata como en cualquier otra, estar en posesión de balón y basarte en un juego elaborado no asegura el éxito. Según Paco Jémez, “te hace estar más cerca” pero nada más. Así, el Fútbol Club Barcelona B es un gran ejemplo. El equipo entrenado, primero, por Eusebio y, después, por Jordi Vinyals llega a la última jornada liguera con un total de 19.313 pases pero descendido de categoría. Ésta es una cifra desorbitada que sólo supera el Club Deportivo Lugo con 20.150.
El único conjunto capaz de superar la barrera de los 20.000 pases cerrará la temporada con la marcha de su entrenador y en una discreta decimoquinta plaza. Con esa elevada cifra de elaboración, Quique Setién ha firmado 11 victorias y 15 derrotas, siendo un equipo que encaja más goles de los que anota. Por tanto, para Paco Herrera y Rubi, el balón es importante pero ambos saben que alrededor de su idea de dominar el balón y ser protagonista del partido con la posesión, el equipo debe tener unos detalles, un estilo diferencial que les ha llevado a ambos al play-off de ascenso. Un pena y castigo para unos pocos pero un éxito para una programación deportiva.