Jonathan Pereira ya no es el de su inicio en Valladolid. En las últimas jornadas se ha confirmado que tras su expulsión en Tenerife ha perdido todo el peso y la confianza
• Tras un gran inicio de blanquivioleta, Jonathan Pereira ha perdido la confianza tras la expulsión en Tenerife.
• Ha perdido relevancia tras ser vivir más tiempo en el banquillo que en el campo. 205 minutos de 450 posibles.
• El vigués llegaba al Real Valladolid para cerrar una etapa en Vallecas con tintes muy similares a su actualidad.

No es ningún secreto afirmar que Jonathan Pereira, fichaje estrella de Braulio Vázquez en el pasado mercado invernal, no se encuentra en un buen momento. El delantero vigués vive sus peores días desde que firmara por el Real Valladolid y, tristemente, regresa a la dinámica y sensaciones que le hicieron llegar al club blanquivioleta. Sin minutos, sin confianza del cuerpo técnico y sin peso en las decisiones del entrenador, la actualidad blanquivioleta de Pereira se asemeja demasiado a la que vivía junto a Paco Jémez en el Rayo Vallecano. En el equipo madrileño era suplente, como lo es actualmente en el estadio José Zorrilla. Con los rayistas disputó pocos minutos, como le está ocurriendo en las últimas semanas. Es más, de los últimos 540 minutos que ha disputado el Real Valladolid, el delantero sólo ha jugado 205. Sin llegar al 40% de los minutos.
Es cierto que en el duelo ante el Sabadell no pudo participar por una lesión muscular pero sus participaciones recientes cuando ha estado a disposición de Rubi tampoco son ilusionantes. Sus últimas dos intervenciones, ante el Mirandés en Valladolid y en el viaje a Las Palmas, no han superado el cuarto de hora de juego. 12 minutos disputados ante los de Carlos Terrazas y 11 el pasado domingo en Gran Canaria. Sin duda, números que demuestran una pérdida de liderazgo enorme y que evitan que esa ilusión que el futbolista creaba en sus primeros días como blanquivioleta se mantenga. Sin minutos, no hay peso y sin protagonismo, es imposible ser determinante en el área. De esta forma, Pereira no marca desde el 7 de febrero cuando el equipo ganaba (1-4) al Racing de Santander.
Una semana más tarde, en la victoria ante el Alcorcón, fue la última ocasión en la que el gallego sería protagonista de un tanto pucelano. Los de Rubi se imponían a los alfareros gracias a un penalti cometido sobre él. Ahí, en esa pena máxima que ejecutaría Óscar González, terminaría todo. Días después, el Real Valladolid viajaría a Tenerife y allí, cuando se le expulsó en el minuto 28, murió la ilusión que Jonathan Pereira había creado en el entorno del Real Valladolid con sus primeros partidos y, sobre todo, con su exhibición en Mallorca.
El síndrome de Tenerife
Tras simular en el área de Dani Hernández y cometer una falta en el centro del campo, Jonathan Pereira ha desaparecido. Han pasado ya nueve jornadas de aquella expulsión pero la realidad es que nunca más se ha sabido sobre el jugador cedido por el Villarreal. Aquella secuencia de poco más de 70 segundos parece haberle bloqueado. Desde su regreso tras aquella sanción, sólo ha disparo tres veces entre los tres palos. 346 minutos para un bagaje tan pobre como éste habla muy mal del momento actual del jugador. Todas sus estadísticas son pobres pero sus sensaciones, lo son aún peores.

La falta de confianza y la escasa motivación que se le notan en la actualidad le han provocado momentos tan duros como el vivido en Girona. Si Pereira sigue dándole vueltas a su expulsión ante el Tenerife, no será menos sus dos ocasiones ante el equipo de Machín. En Montilivi, pese a no hacer un buen encuentro, el gallego estuvo participativo, tuvo presencia en el área y vivió cerca del gol. En definitiva, lo que se le pide a un delantero. Intención y ocasiones aunque no exista acierto. Pese a todo, aquella tarde, su partido se consideró “pobre” porque la exigencia sobre él es muy alta. Tristemente, pasadas tres semanas desde aquel partido, el bache se ha pronunciado y Girona es su mejor día desde que volviera de la sanción.
Roger ya le ha adelantado
Aquella tarde en Gerona, a Jonathan Pereira se le acumularon los problemas. Al fallo en sus dos ocasiones había que sumar el regreso de Roger Martí. En tierras catalanas, el ‘9’ blanquivioleta sólo disputó 25 minutos pero dejando la sensación de que ya estaba disponible para lo que necesitase el cuerpo técnico. Tal fue esa sensación que a la semana siguiente, el valenciano ya era titular ante el Mirandés. Regreso al once y vuelta al idilio con el gol. Este regreso de su compañero sumaba un problema más para Jonathan Pereira.
Roger y el delantero vigués son delanteros radicalmente opuestos. El primero es un jugador luchador, que presiona con fuerza y que basa su estilo en pelear y hacer más kilómetros que nadie. Mientras tanto, el segundo, el ‘24’, vive el fútbol gracias a su calidad y su determinación para el gol. Ahora, en el momento de la temporada en la que se encuentra el equipo y tras los últimos resultados obtenidos, nadie visualiza un once titular sin Roger Martí como hombre más adelantado. Su estilo es vital para el equipo ahora y más después de ver cómo el futbolista ha aprovechado su oportunidad. Con goles y, sobre todo, trabajo, Roger Martí está actualmente por delante de Jonathan Pereira. El hecho no resulta sorprendente en la actualidad pero sí analizándolo con perspectiva. La fortaleza para superar obstáculos es determinante para ver quién puede aportar ahora aportar más al equipo y, tristemente, la calidad diferencial de Jonathan Pereira no tiene hueco. Al menos, por el momento.